Sergio Fernando Aitta, "Zepelín" o "El manco", de 36 años, conocido por sus actividades siempre al filo de la ley, con frondoso prontuario y condenas cumplidas, fue ultimado ayer a balazos en pleno centro de Pergamino, en el marco de una discusión con otra persona que también registra antecedentes por ilícitos.
El suceso, que conmocionó a la ciudad y paralizó el sector de las avenidas Julio A. Roca y Colón, donde tuvo lugar el episodio, se registró a media mañana, pasadas las 10:30 y Aitta fue la única víctima del incidente.
El sujeto imputado como homicida, está identificado y se encuentra prófugo. El móvil del crimen no estaría centrado sólo en la discusión de ayer, sino que un viejo problema entre ambos (aparentemente una deuda del imputado con la víctima) fue el origen del problema.
o En la verdulería: El hecho ocurrió dentro de la verdulería ubicada en avenida Julio A. Roca 1280, donde el sujeto imputado de ser el homicida le disparó a Aitta. Según versiones recogidas en el lugar y que, en parte, fueron confirmadas por los investigadores, Aitta habría llegado a la verdulería con el fin de cobrar una deuda, eso generó una discusión, que culminó cuando el matador extrajo un arma y le disparó directamente al cuerpo, impactando un balazo en el pecho, otro rozó el abdomen y posteriormente dos tiros más dieron en la espalda de la víctima.
Aitta, herido de muerte, buscó alejarse de la zona, dirigiéndose tambaleante hacia bulevar Colón, pues aparentemente en el Bar Enrique, ubicado a la vuelta, había dejado estacionada su moto, pero apenas dobló la esquina se desplomó y allí, justo delante de la vidriera de la Forrajería Balduzzi, donde se exhibían pollitos BB, se produjo el deceso. La víctima quedó tendida boca abajo y en la escena no había demasiados indicios que sugirieran que había recibido semejante balacera, pues prácticamente no había rastros se sangre, ni siquiera debajo del cuerpo.
De contextura física robusta y cabellos rasurados, Aitta yacía inerte ante la mirada de decenas de pergaminenses que se arracimaron en la céntrica esquina para husmear sobre lo ocurrido. Un buzo color gris, un pantalón color beige y zapatillas blancas, fueron las últimas prendas que vistió "Zepelín" Aitta.
A los pocos minutos llegaron amigos y el propio padre de la víctima, pero ya nada había por hacer, sólo lamentar lo ocurrido. Más tarde llegó una mujer joven, aparentemente la esposa de Aitta, quien presa de una crisis de nervios debió ser contenida por sus allegados.
o Habría testigos: El hecho tendría testigos, según adelantaron fuentes allegadas a la investigación. No es muy difícil suponer que hayan advertido que algo anormal sucedía, máxime cuando se trataba de disparos de arma de fuego. Además, el homicida no habría estado sin compañía en la verdulería, de modo que no faltarían personas que puedan testificar sobre lo sucedido. Los datos recogidos en el lugar del acontecimiento, en principio no dejan demasiadas dudas sobre quién es el responsable de la muerte y cómo se fueron sucediendo los hechos. No obstante la Justicia debe establecer fehacientemente, es decir con elementos probatorios, si todo se desarrolló como aparece a priori.
o La autopsia: En la autopsia que se le practicó al occiso, realizada por la doctora María Cantore, del Cuerpo Pericial, y los médicos de Policía Daniel Jaume y Walter Rodríguez, se determinó que la muerte se produjo por impactos de bala, instantes después de producidos los mismos. El balazo letal habría sido el primero, que habría afectado el corazón.
o Una denuncia: Trascendió que entre víctima y victimario había una relación "comercial" al margen de la ley. Sin precisarse cómo se habría originado la deuda, se supo que el homicida debía una suma de dinero a Aitta, y que éste en reiteradas oportunidades, haciendo valer su mote de "pesado" en el ambiente, habría increpado a su deudor al borde de dejarlo en ridículo.
En esa relación, con idas y venidas, hace un par de semanas Aitta le habría solicitado en carácter de préstamo el auto, y en virtud de la deuda, no se lo habría devuelto nunca. A raíz de ello, el ahora prófugo hizo una exposición ante la Justicia, dando cuenta de esa situación, es decir que Aitta tenía en su poder su vehículo, que sería un Peugeot 206.
Esa exposición podría serle útil como atenuante a la hora de un juicio al imputado. Para Aitta esa declaración ante la Justicia habría significado un golpe bajo, habida cuenta de que su libertad, a partir de muchas causas que lo tuvieron como imputado, pendía de su buena conducta, es decir de no tener denuncias en su contra.
Y se dice que ayer, además de la cobranza, su intención era que se retirara esa exposición, para no tener problemas. Pero nada de eso sucedió, porque quien aparentemente venía siendo objeto de reiteradas "apretadas", esta vez invirtió los roles, extrajo un arma y no tuvo contemplaciones a la hora de disparar, porque literalmente lo "aseguró" a quien era considerado uno de los sujetos más "pesados" del ambiente, no sólo de Pergamino sino de toda la provincia.
o En Olavarría: El antecedente más reciente de Aitta tiene origen en la ciudad de Olavarría, donde el 2 de abril de este año se produjo un doble homicidio a sangre fría en plena vía pública, y él estuvo sindicado como uno de los autores. Fue detenido semanas después en Pergamino, en el marco de un amplio operativo policial desarrollado en Juan Manuel de Rosas y ruta Nº 32, donde funciona un reducto de actividad nocturna, del cual Aitta habría sido propietario o al menos responsable.
Estuvo detenido en el penal de Sierra Chica y meses después la Cámara de Apelaciones del Departamento Judicial de Azul consideró que no existían elementos probatorios suficientes que permitieran mantener en prisión a los acusados, por lo que tanto él como los otros -entre los que había más pergaminenses-, recuperaron la libertad.
En la resolución de la Cámara se planteó que hubo "pasividad" del fiscal en la investigación; se desestimaron testigos de oídas y declaraciones bajo identidad reservada cuyos testimonios no fueron profundizados, y para los jueces no hubo elementos que permitieran suponer que Aitta fue instigador de los homicidios.
o Un final violento: Sergio Fernando Aitta el jueves próximo hubiera cumplido 37 años. En su corta existencia fueron muchas las causas que lo tuvieron como protagonista. Su deceso, ocurrido en forma violenta en el marco de un homicidio, se lo compara con el de otros personajes que años atrás cumplían en Pergamino actividades sombrías. El fiscal Mario Daniel Gómez, titular de la UFI Nº 1 tiene a su cargo esta causa, que en principio fue caratulada como "homicidio".
Efectivos policiales de distintas dependencias trabajaron en el lugar de los hechos, en especial el cuerpo de peritos de la Policía Científica, a cargo del comisario Sergio Torcigliani.
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