Los técnicos en algunos casos dijeron que el agua de nuestra ciudad era buena y en otros casos era el agua que teníamos y debíamos conformarnos. En el mismo sentido, debemos aclarar que el actual Director de Obras Sanitarias, Alberto Sebazo esta realizando lo humanamente posible para ordenar lo que era “tierra de nadie”.
Sin embargo los técnicos que hablaron no clarificaron el panorama. Luego de esta nota invitamos a cualquier técnico a desmentir nuestros dichos. La situación del agua corriente en nuestra ciudad hace catorce meses atrás era caótica.
Los pozos de las bombas de aguas estaban sin sellar debidamente y a los mismos podrían acceder agentes contaminantes con suma facilidad. A este panorama se agregaba que el clorado para disminuir al mínimo posible las probables contaminaciones no se efectuaba correctamente. Un ejemplo de lo que argumentamos es un episodio aislado ocurrido en setiembre de 2003 y que se dio en barrio Mirador del Lago.
En ese sitio, poblado por 300 familias ( 1200 personas) se contaminó la cisterna del tanque ( el agente pudo ser excrementos de gato o paloma). Los Directores de Salud y el Hospital Municipal se reunieron de urgencia. Había varios casos de enterocolitis y se debió realizar una limpieza de urgencia con medidas extremas y sellar el lugar que había permanecido mucho tiempo sin la correspondiente seguridad.
Uso de los pozos
La problemática del agua de red viene de arrastre. En 1995 solamente había en nuestra ciudad 5 pozos que proveían del vital líquido al tanque de calle 42 y 23 y luego se distribuía a los hogares.
Los pozos eran sobretrabajados y algunos parámetros químicos (por esta razón) se “disparaban”.
En forma puntual se trataba de nitratos –entre otras cosas- elemento perjudicial para bebes y mujeres embarazadas. En aquellos tiempos se encontraron análisis del agua de red de Colón, realizados en el Laboratorio Central de la Plata y donde se podía observar claramente la sigla “No potable”.
La situación nunca fue dada a conocer públicamente por lo que deducimos que se podría haber ocultado.
A partir de l996, se comenzaron a invertir en el sector realizando nuevos pozos y computarizando el sistema. Esto trajo alivio al sector, aunque los problemas no se terminaron.
Sin embargo, en Obras Sanitarias de la Plata se encuentra habilitados 5 de los 12 pozos donde se extrae el agua. Un dato que no se puede pasar por alto.
Se deduce que o no se hicieron los estudios geológicos o los mismos se perdieron en la denominada burocracia estatal.
A partir de l995, tenemos episodios donde algunos pozos se “fatigaban” dando pará- metros de nitratos –entre otras cosas- altos.
En este período también se habrían realizado análisis en el Laboratorio Central de La Plata indicando “agua no potable”.
En estos momentos para ser un correcto uso de los pozos se deberían usar 12 horas y darle el mismo tiempo de descanso. Es el secreto por el cual algunos parámetros se van normalizando.
Por último, en el tema agua existe mucha hipocresía y nadie quiere asumir sus responsabilidades.
Más hechos
Un ejemplo destacable es que no existen mapa de las extensiones de agua de red y el único que fue hallado en la ciudad de La Plata sería muy precario.
En cuanto al tanque de agua 42 y 23, se presume que hace 10 años o más que no es limpiado.
Los que han subido para realizar controles indican que existe entre medio y un metro de arena. Limpiarlo implicará cortar el agua a toda la población por más de un día.
Los técnicos indican que no existiría la probabilidad de un “ataque” bacteriológico, debido a que el agua se encuentra bien clorada y controlada varias veces por jornada.
La arena actual le quitaría al tanque de 42 y 23 un cuarto de su capacidad .
Por otro lado, llamó la atención el estado de los caños de la bombas extractoras de agua.
El gobierno de Ricardo casi los cambió y se pudo ver elementos totalmente oxidados por el uso y totalmente vetusto. A este tema se debe agregar las enormes pérdidas de agua que existen en el centro de la ciudad ( red vieja).
La explicación es que ningún gobierno invirtió en su recambio. El sistema de extensión es dos caños encastrados con una goma que contiene el escape del líquido.
En estos momentos habrán (pasado más de 40 años desde su instalación) la goma esta vieja y quebradiza y es donde se escapa el agua de red aflorando en cualquier lugar.
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