Después de dos meses sin lluvias, los paraguas volvieron a formar parte del paisaje Colonense. En la jurisdicción el viernes y martes en forma pareja llovieron 17 milímetros que sirve para retomar la siembra de maíz y asegurar una cosecha de trigo con rindes de regular a buenos.
Los hombres del campo interpretaron que la llegada de las precipitaciones presentaban un cambio de tendencia que deberá confirmarse con más agua en los próximos días. Los motivos son simples. En la región se esta formando un ambiente húmedo y además hubo lluvias muy grandes en San Luis y Córdoba que van a repercutir en forma positiva en el clima. La lluvia en Colón fue insuficiente pero sirvió para que algunos productores se animaran a sembrar la última fase de la campaña de maíz que estaba suspendida por falta de agua desde hacia más de dos semanas. Recordar que se había plantado un 60 por ciento y faltaba la simiente en un cuarenta por ciento de los campos destinados para tal fin.
El viernes y martes las lluvias en Rojas, Pergamino y Junin estuvieron entre 10 y 20 milímetros y sirvieron para darles esperanzas a los productores, que esperan ansiosos retomar la siembra del maíz en toda la región. «Estas lluvias sirven para darnos esperanzas y nos permiten pensar que ahora se podría cortar la racha negativa. Necesitamos unos 30 milímetros en los próximos días, porque aquí la situación se había tornado muy preocupante», argumentó José Luis Manfredini, presidente de la Sociedad Rural de Colón.
Una opinión similar se escuchó de boca de varios técnicos del norte bonaerense, como Gustavo Ferraris, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecua ria (INTA) Pergamino, quien destacó que la llegada de las precipitaciones es una señal alentadora, frente a la suspensión de la siembra del maíz y permite, además, mantener viva la esperanza por lluvias más significativas en los próximos días. «Acá se estaba esperando el agua con los brazos abiertos. Si llueven 20 milímetros más ya se podría intentar continuar con la siembra del maíz, esperar una recuperación del trigo y arrancar más adelante la implantación de la soja», explicó el técnico. Cabe destacar que la siembra de soja de 1 º está programada en la zona para el 24 de octubre y debe llover para permitir la misma 40 milímetros.
Sequía
En Colón no llovía con abundancia desde hacía aproximadamente 2 meses y medio (hubo lluvias de 5 milímetros o menos). El año 2004 es seco y es muy peligroso para la producción del denominado «Triangulo de oro». Cabe destacar que se verá afectada especialmente la producción de trigo y maíz. Se teme también que repercuta sobre la soja, cuya exportación aporta a la Nación recursos millonarios en dólares por retenciones
Los productores de la región son los que más aportan al Estado Nacional y creen que es muy posible que ya sea tarde, y que el rinde de la próxima cosecha ni se acercará a los valores históricos. Ese no es un dato menor si se tiene en cuenta que la zona norte de la provincia de Buenos Aires, y especialmente los campos ubicados en Pergamino, Colón, Venado Tuerto tienen una importancia estratégica fundamental, por los aportes que realiza al tesoro nacional en concepto de retenciones a las exportaciones de cereales.
El tema fue central en el último informe sobre Mercado de Granos que difundió el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) de Pergamino. Su referente técnico, el ingeniero agrónomo Reinaldo Muñoz, anticipaba el panorama preocupante que se avecinaba. En el presente, salvo que las lluvias tengan un ritmo no habitual para el último trimestre del año, es casi un hecho que la producción de trigo y maíz caerá entre un 20 y un 30 por ciento. Las consecuencias más directas las sufrirán los productores y toda la población de esa zona, pero también repercutirá en los ingresos de la Nación.
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