La tragedia de Carmen de Patagones puso sobre el tapete la violencia escolar. Colón Doce viene insistiendo sobre este tema, describiendo situaciones y hasta señalando que “ nos costará en algún momento vidas”.
El 3 de setiembre y bajo nota titulada “Alum nos de un grado declaran frente a la justicia” señalábamos: “La Escuela cristaliza todas las tensiones económicas sociales-políticas que vive una sociedad” y agregamos un provervio africano que señala: “Hace falta todo una aldea para criar a un chico”.
Luego en la misma nota contamos la odisea de los alumnos de un grado colonense que tuvo que ir a declarar a la Justicia pergaminense y los últimos casos de violencia escolar en el orden local. La nota estaba enfocada a discutir el fondo de la grave problemática y no aspectos anecdóticos ( como se discutieron en algunas escuelas) y que demuestran una creciente chatura intelectual, como debatir “ si existió o no una pelotita” o si “ la maestra enseñaba o no inglés”.
En otra parte de la nota decíamos “ Ante estas situaciones que estallan con fuerza la cuestión es donde quedó, la técnica impuesta de resolución de conflictos en las escuelas donde estudiantes, profesores y agentes escolares puedan resolver y transformar sus conflictos” , el interrogante es “¿Existe una actitud social en todos los estamentos de la sociedad, donde los chicos y los docentes reproducen en la escuela”?
Este era el tema de fondo a discutir y debatir para prevenir lo sucedido en Carmén de Patagones y no lo periférico y sin relieve. El pedido de informe
Cabe destacar que ahora un senador provincial del radicalismo Alberto Conde pidió un informe a la Dirección General de Cultura y Educación para que aclare la instrumentación del Programa de Prevención de la Violencia Escolar.
«Mientras los índices de violencia escolar aumentan, el gobierno bonaerense mira hacia otro lado», declaró el legislador.
Y en ese sentido, argumentó el motivo de la iniciativa: «Requerimos información respecto al funcionamiento de este Programa, queremos saber si su implementación ha cumplido los objetivos que promovieron la aprobación de esa Ley».
Este programa fue creado con fuerza de Ley (12.299) por la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, el 13 de mayo de 1999.
Es decir, que hace más de cinco años la Provincia debería haber instrumentado un programa de prevención de la violencia que controlara, analizara situaciones y actuara en respuesta -al menos- según los objetivos por los que fue creado.
De acuerdo con las explicaciones que se dieron desde la cartera en ese momento, la elaboración de este programa de prevención con educación surgió ante la encrucijada en que la violencia había puesto a toda la comunidad social y, en particular, a la escolar.
Prevenir y alertar
Básicamente, es posible resumir el programa en tres módulos: detección de las causas de la violencia, concientización de todos los actores del proceso escolar, y entrenamiento en sistemas de resolución de conflictos escolares.
La solicitud de informe, pedida por el legislador, especifica que se aclare las competencias que se le confieren al Consejo Consultivo como órgano de aplicación del programa, como así también, de su constitución, y cuáles son las funciones y actividades que le corresponden, entre otros puntos.
Supuestamente, desde el ’99, la Dirección de Cultura y Educación debía comenzar a implementar este programa en todas las escuelas del territorio bonaerense. Entre sus objetivos, figuran: contribuir a la disminución de la violencia escolar; sensibilizar y concientizar; visualizar enfoques y promover medidas que faciliten la eliminación de la violencia; impulsar y fortalecer el desarrollo de estudios e investigaciones; y, formar y capacitar a docentes, directivos y supervisores.
Para el logro de estos objetivos el programa debía implementarse a través de talleres, cursos, paneles, encuentros, mesas redondas, clínicas, congresos, jornadas, procesos de mediación y diversas estrategias o técnicas.
Además, para el desarrollo del programa se crearían y capacitarían equipos inter disciplinarios, para elaborar y canalizar adecuadamente los productos emergentes de las diferentes estrategias y técnicas.
Pero eso no era todo, también se realizaría una evaluación periódica de la eficacia del programa, a los efectos de ratificar o rectificar medidas y acciones puestas en marcha, haciendo públicos sus resultados. Y, por último, debían recopilar toda la información emergente de la aplicación del programa para su sistematización y posterior evaluación.
Sin embargo, desde la primera experiencia piloto, llevada a cabo en la costa atlántica bonaerense, en 2001, no ha vuelto a escucharse ninguna información de este programa, ni se ha difundido ninguna actividad que lo implemente. Prevención
En sintonía con el pedido anterior, el senador Conde también presentó un proyecto que impulsa la implementación, en las escuelas bonaerenses, de campañas de educación tendientes a detectar y prevenir el maltrato y el abuso sexual en menores.
El senador, representante de la cuarta sección electoral, enfatizó que «es imperioso que los menores adquieran seguridad y autoestima, el niño que estimulado tiene un buen concepto de si mismo, aprende a respetar su cuerpo, y a identificar cuando le faltan el respeto».
Finalmente, Conde agregó: «Estamos convencidos que la manera de generar protección efectiva contra el abuso infantil, en todas sus formas, es por medio de la prevención, y el método para lograrlo es a través de una buena educación»
|