Según datos del Instituto Nacional de Epidemioligía, durante el primer trimestre del 2003 se habían resgistrado 1.000 casos de hepatitis en la provincia. Este año, durante el primer trimestre la casuística se elevó a más de 1750 casos y en el primer semestre del año en curso la cifra ascendió a 2.500. Así lo informó Osvaldo Cotella, especialista en Vigilancia y Clínica Epidemiológica del Instituto Nacional de Epidemiología «Juan H. Jara».
Si bien existe una vacuna que la previene, las autoridades sanitarias aún no la incluyeron en el calendario nacional de vacunación, por eso no es gratuita y su precio de farmacia ronda los 150 pesos.
«Si bien ahora estamos hablando de un semestre y no un trimestre, hay que destacar que hay un aumento considerable de los casos que están por encima de lo esperado y se están acumulando».
Según consigna un informe publicado por el matutino,
La Capital de Mar del Plata, en la Provincia aumentaron los casos detectados de hepatitis A en comparación al mismo período del año anterior y se advierte que por su densidad poblacional, Mar del Plata estaría entre las ciudades más afectadas por la propagación de esta enfermedad.
El especialista precisó que a pesar de que dadas las condiciones demográficas -y según los datos recogidos del relevamiento provincial- esta ciudad se vería afectada, en gran parte, por esta infección, Cotella precisó que al presentar un porcentaje alto de agua potable y sistemas cloacales, Mar del Plata no es proclive a padecer este tipo de enfermedades en forma «masiva», como ocurre en otros conglomerados urbanos en los que conviven «hacinados» miles de personas.
Síntomas, Prevención
Y Contagio
Cabe recordar que esta infección es una inflamación del hígado (también conocida como hepatitis infecciosa) causada por un virus que, mayormente, se contrae mediante aguas contaminadas o por el circuito ano-mano-boca.
Por otra parte, Cotella consideró que una de las causas del transplante de hígado es esta enfermedad, cuando ocasiona -en raras ocasiones- severas complicaciones y adelantó que por ese motivo se está evaluando la posibilidad de incorporar al Programa de Salud la vacuna contra la hepatitis A.
Por el momento, la obtención de la vacuna es exclusiva de unos pocos por su altísimo costo.
Según declaró el médico, «cuesta de 50 o 60 pesos cada una. Pienso que es más fácil hacer un análisis de suero en sangre, pidiendo serología para hepatitis A (un tipo de análisis en el cual se sabe si hay o no defensas) y si da positivo no hace falta vacunarse», y añadió que «es mucho más barato que colocarse la vacuna.
Además un individuo que la haya padecido y se haya recuperado es inmune para toda la vida y no continúa llevando el virus».
El profesional manifestó, además, que el período de contagio (eliminando virus) comienza dos semanas antes de la aparición de los síntomas hasta dos semanas después de recuperado, pasando por el período de tratamiento que abarca hasta 50 días en algunos casos.
En este marco, el doctor Cotella mencionó que los síntomas más comunes son el cansancio, la falta de apetito, fiebre y náuseas, el oscurecimiento de la orina y la aparición de la ictericia (amarillamiento de la piel y la parte blanca de los ojos), y destacó que la manera más eficaz de prevenir la transmisión es lavarse cuidadosamente las manos después de usar el sanitario o de cambiar pañales, además de antes de comer y de preparar los alimentos.
«Hay cinco tipos de hepatitis: A, B, C, D y E. Generalmente la A y la E son las que se trasmiten por vía oral y fecal y las restantes son de transmisión sexual.
Pero la que explota en forma masiva es la infecciosa-epidémica o hepatitis A. La E es la que se comporta igual a la mencionada anteriormente, pero por ahora hay pocos
| 
