El 2004 será un año positivo para las exportaciones agropecuarias argentinas, que en la primera mitad vieron incrementar sus colocaciones gracias al contexto favorable de precios que se mantiene en el mercado internacional. Sin embargo, como este crecimiento no estuvo acompañado por un aumento de los volúmenes de las ventas externas, esta dependencia de los valores internacionales resulta un interrogante sobre la sostenibilidad de esta tendencia positiva para los próximos años. Así concluyó un análisis del Centro de Estudios Bonaerense (CEB), donde se precisó que contra lo que pronosticaban varios analistas, los mejores precios este año, en comparación con 2003, empujaron a las colocaciones del agro en el exterior a incrementarse en un 28 por ciento en los primeros seis meses. En el primer semestre, las ventas externas argentinas de productos agrícola-ganaderos y sus derivados fueron de 8.626 millones de dólares, pero de haberse mantenido los precios en los estándares del año pasado se hubiera exportado por 6.738 millones. Entre los capítulos de productos más relevantes están los residuos de las industrias alimentarias, donde se exportó un 43,3 por ciento más como consecuencia de mayores precios; las semillas y frutos oleaginosos, con el 33,7; las grasas y aceites, con el 17,6; y cereales, el 15,7. Esta situación permitió un elevado saldo comercial total en lo que va de 2004, que en el primer semestre fue un 45,9 por ciento superior a un hipotético caso en el que los precios de los productos agrícola-ganaderos y derivados hubiesen permanecido en los niveles de 2003.
En el primer semestre de 2004, las exportaciones argentinas totales alcanzaron 16.567 millones de dólares, valor un 12,9 por ciento mayor a igual período de 2003. De todos modos, el análisis del CEB advirtió que hay una mayor concentración en productos "commodities", los cuales están sujetos a las fuertes oscilaciones de sus precios internacionales.
En ese sentido, precisó que en el caso de las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA), que representan el 36,2 por ciento del total y que llevan un crecimiento 31,2 en lo que va de 2004, el 80 por ciento se debe a mejores precios de los productos vendidos. Esto deja entrever una tendencia de largo plazo de mayor concentración en productos de bajo valor agregado y, en cuanto al corto plazo, le agrega incertidumbre a la recaudación de las retenciones.
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