La tendencia fue prendiendo de a poco y actualmente se ve con naturalidad que el jueves se destine a salir con amigos, en encuentros cuyo eje es normalmente una cena -en casas particulares o quintas y más raramente en restaurantes- y después se prolonga en alguna confitería céntrica. "Los amigos pueden ser del barrio, del trabajo o del club, pero la consigna es que vayan a la pena sin sus parejas. Y no es la única consigna, también hay un ‘permiso’ tácito que se extiende hasta las 2 de la mañana y no conviene llegar a casa más tarde", reconoce Néstor, un pergaminense que comenzó a participar de la movida hace unos diez años, cuando todavía no era tan masiva como en los últimos meses, en que alcanzó su apogeo.
La salida Los comerciantes de Pergamino, en tanto, miran con buenos ojos a una costumbre que permitió que la noche del pueblo -cuya área de influencia suma más de 100 mil habitantes- se extienda un día más. Los resabios de la peña de los jueves suelen alcanzar también a los viernes: es porque aquellas parejas que tienen hijos programan sus salidas individuales en función de los chicos. En ese caso, el varón sale el jueves y la mujer el viernes, con idéntico programa y las mismas condiciones.
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