El relato de la prostituta involucrada en el homicidio de Enrique Espíndola es escalofriante. En su declaración ante la Justicia argumentó “ me llevaron a presenciar el crimen de King Kong”. Y agregó: “la cuatro por cuatro, color blanca la manejaba un individuo que se llamaba Felipe”. El fiscal Guillermo Villalba piensa y tiene la convicción que lo que dijo la trabajadora sexual es mentira.
La camioneta y al individuo identificado como Felipe se lo buscó en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe. El presunto autor intelectual del asesinato se evaporó . ¿La prostituta mintió, divagó? ¿Inventó la historia?. Las posibilidades son muchas. En el trato de blancas los “capos” utilizan nombres de guerra y los sicarios siempre vienen de las grandes ciudades. Las prostitutas son manejadas con “mano de hierro” y no se toleran “traiciones”.
El domingo 7 de diciembre de 2003, el fiscal Guillermo Villalba se encontraba en la Comisaría de Colón y en un corto dialogo, un cronista de Colón Doce le dijo: “es un crimen que no tendrá resolución”.
A esa misma hora, en los barrios Belgrano y 9 de Julio, las versiones que cruzaban las calles como latigazos, argumentaban que el homicidio de Espindola (King Kong) había estado relacionado con el submundo de la prostitución y se comenzaba a indicar que había una trabajadora sexual involucrada. Los testigos apuntan que Espíndola, cobijó en su casa de 21 y 60, cuatro días antes de su muerte a una “prostituta” identificada como Silvia .
La mujer habría estado desde hacia varias semanas “trabajando” en los barrios periféricos e incluso habría parado “cerca” del honguito de la plaza San Martín. La versión citó que Silvia era una escapada de un prostibulo santafesino. En la jerga se la llamaba “caída”.
Las versiones manifestarían que meses atrás de la muerte de Espíndola y del mismo burdel se habían escapado dos chicas paraguayas. Los rumores indicaban que habían estado alquilando una vivienda en el barrio Barracas en cercanías de las calles 23 y 38.
El mismo rumor indicaba que debido a que la “organización” las seguía se habían mudado a otro barrio y luego terminaron por irse de la ciudad. Las mujeres fugitivas de la mafia de “trata de blancas” habrían sido de origen paraguayo. La historia diría que a las dos mujeres muy jóvenes (una teñida de pelirrojo y otra morocha) habrían conseguido en “una noche de burdel” la protección en dos colonenses.
En este contexto –según las versiones- Silvia habría sido la tercer mujer que escapó de los casas de servicios sex uales santafesinas y el humor de la organización que las regenteaba para los colonenses no habría sido el mejor. Incluso la versión señalaría que sicarios de la mafia habrían estado previamente en nuestra ciudad para dar una “lección” a los que osaron llevárselas y pagarles luego un alquiler.
Los estudiosos del tema aducirían que en la provincia de Santa Fe existen cientos de burdeles instalados en las ciudades del interior y que los dueños de los locales sólo ganan un pequeño porcentaje.
La gran porción se la llevaría la organización que con mano de hierro maneja los destinos de las mujeres y que cada un mes las rota por distintos locales para que no intimen con sus clientes y se terminen escapando. En muchos casos estas chicas son menores.
Página 12
En Córdoba se considera a Río Cuarto como la Capital Nacional de la prostitución, incluso hay pueblos cercanos como “Las Perdices” donde existen decenas de burdeles. Una hipótesis policial indica que la chica entrerriana de San Benito fue raptada y vendida por cinco mil pesos a la mafia de la prostitución.
La policía la buscó en burdeles cercanos a la terminal de Rosario. En febrero Colón Doce dio a conocer una profunda investigación policial llevada a cabo en ese lugar y donde por escuchas telefónicas se involucraban en ese oficio dos estudiantes de Pergamino.
El diario Página 12, realizó una investigación sobre la prostitución infantil y público “ La desaparición de Fernanda Aguirre en Entre Ríos llevó a la pesquisa hasta Río Cuarto: todos en esa ciudad saben donde paran las prostitutas de 15 a 16 años y la policía cada tanto se las lleva en redadas espectaculares, pero el negocio sigue. La prostitución se parece a la servidumbre. Las chicas no se pueden ir porque no tienen dinero y están bajo control”.
Una prostituta declaró al diario capitalino “ En el cabaret no te dan la plata que vos tenés en caja, la plata que vos hayas hecho. Y te viven controlando las 24 horas”. Pagina 12 dice: “entre los clientes hay políticos, jueces, abogados, médicos y curas. La justicia parece mirar para otro lado”.
El relató de una prostituta es escalofriante “No te podés ir. Esa vez yo hablé con el dueño del cabaret y si te querés ir, no podés. No te dan la plata que vos tenés en caja, la plata que vos hayas hecho. Y te viven controlando las 24 horas del día para que no te escapes”.
Para impedirle que se escapara, la encerraban en el cuarto donde dormía y atendía a los clientes. “La rufiana me tuvo veinte días ahí. En el lugar había un salón grande donde traba- jás, y atrás estaban las piezas donde parás con el cliente y donde vivís. La dueña nos cerraba la puerta con llave y la habría cuando había que ir a trabajar”.
El relato continua “ Como a mí me tenían secuestrada, y no quería trabajar, me acuerdo que rea pleno invierno y la mujer me ponía en el patio con una bolsa de hielo en la mano y me dejaba ahí”. La mujer solo tiene 16 años y es un engranaje en una maquinaria que se extiende a lo largo y a lo ancho del país y que a veces la traición se paga con la muerte.
La trabajadora sexual cuenta al cronista que estuvo en La Rioja, General Villegas, Venado Tuerto y La Pampa. Una historia casi similar a las prostitutas que habrían escapado del infierno y habrían estado en nuestra ciudad.
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