El robo de ciclomotores, y bicicletas es el delito que más auge ha tenido en los últimos años en Colón. Las dudas son muchas.
Se habló de organizaciones que operaban en otras jurisdicciones y cuyos tentáculos llegaban a nuestra ciudad para comprarlas y luego blanquearlas cambiándole a los ciclomotores el número de motor, chasis y falsificando los papeles.
Las versiones circulantes describían combis que ingresarían los miércoles o jueves al anochecer y cambiaban dinero o droga por los rodados de origen ilícito.
Si tomamos la cantidad de delitos de todo tipo veremos que los mismos suceden entre miércoles y jueves (asalto, hurtos de bicicletas, pasacasets etc).
Hace dos años, en Wheelwright un menor fue capturado con una bicicleta hurtada y señaló a los policías que realizaron el procedimiento, que el rodado había sido hurtado en nuestra ciudad y llevado a la localidad santafesina para comercializarla por unos pocos pesos.
El hecho se produjo en la rotonda de ingreso a Whhelwright, y el menor dio nombres de colonenses y señaló cuanto le pagaban para “levantar” el rodado.
Organizaciones
También los rumores señalaban que las bicicletas hurtadas en Colón, se comercializaban en las grandes ciudades del sur santafesino (Venado Tuerto, Firmat). Nada se pudo comprobar.
Lo cierto es que fueron cientos los pequeños rodados que desaparecieron en los últimos años en poder de manos invisibles.
Cabe destacar que el mercado de nuestra ciudad no puede absorber tantas bicicletas de origen ilícito, a menos que seamos los colonenses estúpidos y compremos tres o cuatro veces la bicicletas que nos roban a nosotros mismos.
Hace dos semanas, un menor de trece años fue atrapado en la esquina de 46 y 21. Acababa de hurtar una bicicleta playera.
El propietario se dio cuenta, lo corrió y pudo recuperar el rodado. El adolescente asustado decía a modo de disculpas “que se la llevaba para un amigo”.
No existirían dudas que grupos de menores estarían trabajando para una persona que les pagaría por bicicleta y que a su vez comercializaría a bajo precio a una organización que operaría en la zona.
Es el único escenario posible para este tipo de delito por la envergadura que cobró en los últimos años.
El ejemplo
Un procedimiento realizado en San Nicolás, le permitio a la policía bonaerense dilucidar como operan las organizaciones dedicadas al hurto y comercialización de bicicletas.
Las bandas hurtan los rodados blanqueando los números de motores y registros de los vehículos de procedencia ilícita.
Las motos robadas en San Nicolás se comercializan fuera de la jurisdicción
Los vehículos de dos ruedas de origen ilícito, son blanqueadas en la provincia de Santa Fe y el sentido es inverso con las robadas en Santa Fe.
En San Nicolás se encontró un aparato que permite borrar y luego adulterar a gusto los registros de motores y de chasis.
La modalidad podría estar extendida y las sospechas que en las grandes ciudades del sur de Santa Fe existen “trabajos” similares con los vehículos sustraídos en Colón parecería confirmarse.
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