La vida de Colón depende del Puelche y no existe en nuestra región (por lo menos) acuerdos básicos ecológicos para preservarlo de su contaminación ( nitratos, arsénico, plomo etc).
El Puelche es el acuífero que alberga 300 billones de litros de agua. Es la mayor reserva de agua del país. Las doce bombas ( once en funcionamiento) de Colón, ubicadas estratégicamente cerca del casco urbano, toman el agua de sus entrañas y luego por cañerías es derivada al tanque de 42 y 23, donde una vez clorada, se distribuye a los siete mil hogares.
La preservación de la vital reserva es estratégica para millones de seres vivientes y también para los colonenses
El vital cúmulo de agua (reserva) no tiene un proyecto conservacionista. En nuestra región no se han realizado estudios sobre el impacto que tiene nuestra cuenca en la pureza del contenido del Puelche. También se ignoran los impactos contaminantes que tienen los basurales a cielo abierto, el uso de fertilizantes, agroquímicos, la contaminación que vuelcan algunos tipos de empresas, y lo más importante, si existe una falla geológica transversal donde se filtren los contaminantes o que una napa contamine a otra. Este tema es de suma importancia por lo que esta sucediendo en la zona sur de Santa Fe con el arsénico.
También cabe destacar que nuestra sistema cloacal vierte a la cuenca Colón, agua contaminada debido a que la planta potabilizadora de Obras Sanitarias, funcionaría a un cuarenta por ciento de su capacidad. El agua que pasa por el percolado, es arrastrada al canal Colón y luego hacia la laguna La Tigra, donde se deriva al río que pasa por Rojas, Salto, Arrecifes. Por otro lado, llama la atención que no existan controles sobre el agua que es utilizada como riego en diversas zonas de nuestro partido y que podría llegar a fatigar las napas.
En otro sentido, no debe pasar desapercibido que en los últimos años se acrecentaron los niveles de nitrato en el agua que consume nuestra ciudad. Esto tiene que ver con agricultura intensiva y el consecuente aumento en el uso de fertilizantes. El fosfato (otra sustancia nociva) está siguiendo el mismo camino. Los fosfatos y nitratos se están incorporando al arroyo y napas rurales y es filtrado despa ciosamente hacia el núcleo del Puelche. Ambas sustancias hacen estragos en la salud de los humanos.
Los proyectos deben ser regionales. La problemática del Puelche debe ser encarada como microregión. El sistema se debe extender por la toda la pampa húmeda. La Protección del Puelche es mucho menos costosa que la depuración de la contaminación que tendrán que realizar nuestros hijos y nietos para beber agua potable. La implementación de políticas conservacionistas es un ahorro a los futuros presupuestos y gastos ejecutados que realizan con esmero los contadores y economistas.
Se debe tener en cuenta que no estaremos gastando si no invirtiendo en nuestro futuro y advertir a los funcionarios que el agua nos esta llegando al cuello y todavía “existen” estúpidos que repiten : “el agua está bien, los que denuncian buscan un tema político o existe un negocio detrás de esto”.
La región
La falta de proyectos ambientalistas regionales en la preservación de nuestros recursos es indignante. Los funcionarios del área pecan de irresponsabilidad, incapacidad o ignorancia que para la resultante tiene un mismo efecto: la falta de una visión futurista. En este sentido, bastaría recordar que si el contenido de agua del Puelche se repartiera entre los humanos que existen, corresponderían 200 mil litros por persona. Esto nos da la idea de que somos dueños de una de las mayores reservas mundiales del principal insumo químico de la biosfera y que los colonenses bebemos de él y también somos un poco dueños y propietarios de su destino.
Historia
El Puelche se forma en la llanura Chacopampeana durante el terciario y cuaternario. Consta de arenas llenas de agua dulce a una profundidad de entre 15 y 20 metros según el sitio de la llanura, ocupando una superficie de 230.000 kilómetros cuadrados del noroccidente bonaerense y el sudoccidente santafesino.
El Puelche es único, ya que de todos los acuíferos existentes es el que posee agua potable.
Fertilizantes usados masivamente en los campos, efluentes cloacales, contaminación química y metales pesados están destruyendo, especialmente en las zonas urbanas, este recurso natural tan poco notable como imprescindible y maltratado, al que ya le hemos causado daños irreparables.
Qué es un acuífero
Acuífero, en hidrología, es una capa porosa de roca capaz de almacenar, filtrar y liberar agua. La capa de roca (o estrato) contiene muchos poros que, cuando se conectan, forman una red que permite el movimiento del agua a través de la roca.
Existen diferentes formas de acceso a los acuíferos subterráneos.
•Captaciones domiciliarias de extracción manual o por bombeo.
•Captaciones por los servicios públicos de agua potable.
•Captaciones para embotellamiento (de aguas minerales o para fabricar gaseosas)
•Industrias que tienen alta demanda de agua hacen sus propias perforaciones.
•Los servicios públicos que captan agua subterránea para su distribución.
El Puelche
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El Puelche es la segunda napa semiconfinada y su piso está formado por las denominadas arcillas verdes del Paraná (prácticamente impermeables), las cuales limitan la filtración vertical descendente.
Pero su techo posee otro tipo de sedimentos (semipermeables) que le permite la conexión hidráulica con los acuíferos superiores. Es el principal problema de contaminación a la que esta sometido.
«Por su extensión, su fácil acceso mediante perforaciones, caudales y calidad química de sus aguas se ha convertido en el recurso hídrico subterráneo más explotado en el país, principalmente para consumo humano.
El Puelche es una inmensa masa de agua pluvial (de lluvia) infiltrada en el suelo y contenida en un manto subterráneo de arenas y sedimentos porosos, que se ubica entre dos gruesas capas de sedimentos tirando a arcillosos y poco permeables, se lo encuentra entre los 15 y 120 metros según el sitio de la llanura en que se ubique.
El Puelche llega hasta la mitad de la provincia de Santa Fé, este de Córdoba y NE de Bs. As. hasta la Bahía de Samborombón. Hacia Córdoba se vuelve salado y hacia el Paraná es dulce.
El agua que satura las Arenas Puelches proviene de las lluvias que percola desde arriba atravesando los sedimentos.
Esta especie de río subterráneo de agua y arena está en movimiento horizontal, a una velocidad de entre 2 y 10 metros por día: el acuífero se recarga de lluvia en su centro (más o menos la zona de Pilar) y se descarga hacia sus bordes, que son el Paraná y el Plata, por el Nor-Nordeste, y el río Salado, por el Sur.
La contaminación
La contaminación del puelche por pozos ciegos causó en 1871 en Buenos Aires varios brotes de cólera y fiebre amarilla .
En Colón habría que estudiar las causas de los brotes de tifus y fiebre amarilla a fines del siglo XIX y que están documentados, pero todo indica que se podría deber a la contaminación del agua que ingerían los antiguos pobladores.
En la década del 30, el Puelche empezó a ser sobreexplotado.
A partir de 1940 la gente comienza a realizar pozos domiciliarios en el 2º acuífero (el Pampeano) y Obras Sanitarias de la Nación toma agua del 3º acuífero (El Puelche).
Por lo tanto el sistema se empezó a deprimir y desapareció la primera napa y el agua se encontraba recién a los 30 metros.
Por otra parte los pozos ciegos y cloacas que filtraban comenzaron a contaminar las napas.
La importancia
El Puelche es único en todo sentido. Entre los seis acuíferos que están apilados verticalmente bajo nuestros pies en la pampa húmeda, es el único potable. Hay otros más superficiales pero están agotados o contaminados y los otros más profundos son salados.
El Puelche es la principal reserva de agua potable de la Argentina. Da de beber a buena parte de nuestro mayor conglomerado urbano, provee a sus industrias y riega la zona que genera casi todo el producto bruto agrícola del país» (el ver- deante cinturón Rosafé)
Fuera de los límites del acuífero Puelche, existen acuiferitos, muchos de los cuales están en contacto con lechos de cenizas volcánicas, «de modo que brindan una sopa de arsénico, flúor, selenio y otras sustancias peligrosas.
Es lo que sucede, por ejemplo, en Venado Tuerto, provincia de Santa Fé y partidos cercanos y querían alguna medida pueden llegar a influir en nuestro agua potable.
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