En Wheelwright existe un caso judicial que trascendió las fronteras del país y que tiene como principal protagonista a una ciudadana venezolana que habría intentado estafar a un poblador de esa localidad en miles de dólares (aunque nunca los cobró), causando a la víctima un daño mayúsculo en sus expectativas comerciales al dejarlo «enredado» en una serie de vericuetos judiciales imposibles de salir. En el momento de consagrase el ilícito el campo atravesaba una aguda recesión económica. El caso se dilucida desde hace tres años en el juzgado de Melincué.
La trama de esta historia involucra a peritos calígrafos, abogados, jueces y la propia INTERPOL donde se habría librado una orden de captura sin que hasta el momento se haya logrado la identificación y aprehensión de la audaz mujer estafadora. El caso llegó a la propia Corte Suprema de Santa Fe cuyos componentes fallaron en contra de las personas estafadas. La víctima de lo que se podría decir un moderno «cuento del tío» tiene en la actualidad sus propiedades embargadas y la firma inhibida.La historia comenzó cuando Silvia Rosario Sánchez recibió un pagaré por 5000 pesos.
La mujer según las pericias caligráficas ni lerda ni perezosa agregó un dos al inicio y un cero al final de esa cifra quedando el bonito número de 25 mil pesos o dólares (regía el plan de con- vertibilidad). La causa judicial que se tramita en Melincué señala que Rubén Zárate un productor rural de la vecina localidad santafesina, necesitaba dinero y firmó un pagaré a favor de Silvia Sánchez. La justicia todavía no levantó el embargo comercial sobre Zárate a pesar de estar comprobado que habría sido estafado. También se sabe que poco después realizar la maniobra y cuando el «castillo» de mentiras se desmoronaba la venezolana habría regresado a su país sin que pudiera ser hallada. Los bienes
La victimaria «apuntaba» a quedarse con parte del campo o otra propiedad del matrimonio embaucado. La justicia determinó que el matrimonio recibió los 5000 pesos y aunque quisieran devolverlos la estafadora no está en el país.
Los peritos realizaron un trabajo prolijo y determinaron que el 2 y el 0 habían sido agregados después de haber escrito la cifra de 5000. A través de una serie de estudios se determinó que el 2 y el 0 se dibujo ( nunca tan bien aplicada la palabra) con otro tipo de lapicera (tinta). El caso pasó por la propia Corte Suprema de la provincia de Santa Fe que habría dictaminado que los esposos Zárate habían perdido el deposito efectuado y rechazaron de plano la demanda interpuesta a pesar de las pruebas que se acumularon en contra de la estafadora Es que los 25 mil pesos no fueron pagados nunca aunque existe el documento que demuestra que la mujer otorgó los 5000 pesos. (enredado caso si los hay).En tanto existe otra arista que no se puede ignorar. Los Zárate fueron perjudicados todos estos años, debido a que comercialmente «no existían» por la inhibición comercial. El hecho de tener sus bienes embargados por una deuda que no contrajeron les trajo al matrimonio innumerables contratiempos, “la Corte consideró y analizó el perjuicio del matrimonio al no poder contratar un mutuo y les ocasionó una pérdida de oportunidad respecto del otorgamiento de créditos destinados a adquirir implementos agrícolas, habiéndoles provocado el proceso trastornos emocionales y la afrenta en su consideración social».
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