Los dueños de los supermercados, bares, confiterías, pubs y cervecerías, deberán pagar 500 pesos por año para obtener la licencia que les permita vender alcohol en sus locales. Por su parte, los boliches bailables deberán abonar 1500 pesos anuales para obtener la autorización para vender alcohol; y las pizzerías, restaurantes, parrilas y similares pagarán 150 pesos cada 12 meses.
Esas cifras quedaron estipuladas por la reglamentación del Registro Provincial para la Comercia- lización de Bebidas Alcohólicas, que fue publicado en el Boletín Oficial bonaerense. A partir del primero de noviembre comenzará el período de 90 días para la inscripción al Registro y la obtención de la licencia en los municipios. El ministerio de Salud es la autoridad de aplicación de la nueva normativa, a través de la subsecretaría de las Adicciones.
La medida busca sacarle más margen de maniobra a los kioscos que venden alcohol en la Provincia; esos negocios y las estaciones de servicio tienen prohibido por una ley anterior vender bebidas alcohólicas; sin embargo el 30 por ciento del alcohol -en su mayoría cerveza- que compran los menores surge de los kioscos. «Ese mercado periférico es el que debemos atacar y el Registro será una nueva herramienta, incluso podrán ser sancionados los distribuidores que descarguen en un kiosco»,dijo el subsecretario de Lucha Contra las Adicciones, Claudio Mate. El alcoholismo es por estos días la mayor epidemia que sufre la población bonaerense y los menores son los más perjudicados por esta problemática.
Regulación
Según explicó el funcionario, el Registro busca ordenar una actividad que creció y se expandió hacia sectores de la sociedad muy vulnerables: «Es necesario que haya una comprensión y una regulación del alcohol y la cultura del alcoholismo», afirmó Ma- te. Estarían en condiciones de conseguir la licencia 80 mil comercios.
Cada comercio que haya pagado el canon correspondiente deberá exhibir la licencia en un lugar visible del local, y los distribuidores deberán llevar una copia de la misma en el vehículo con que realizan el trabajo.
Para obtener la licencia los interesados tendrán que presentarse con DNI, habilitación municipal de su comercio y la declaración jurada de Ingresos Brutos del año anterior, declaración jurada de zona de distribución, y el pago del canon anual.
El dinero que se recaude por la obtención de las licencias se repartirá en partes iguales entre la Provincia y los municipios, pero en ambos casos deberá ser reinvertido en programas de prevención de adicciones o en mejorar los métodos de fiscalización y control de la aplicación del Registro.
Las licencias están divididas en tres rubros: Categoría «A» para distribuidores mayoristas; Categoría «B» para comercios que expendan bebidas entre las 8 y las 23 horas y Categoría «C» para la comercialización después de las 23, hasta las 8 horas.
La licencia tendrá vigencia anual y en los últimos 60 días del período se deberá realizar la reinscripción en el registro y el pago del canon establecido. La Categoría «B» está dividida en dos: los comercios mas pequeños, como almacenes, que pagarán 150 pesos, y los supermercados que deberán abonar 500 pesos por año.
La categoría «C» que integra a los comercios que venden alcohol después de las 23 horas se divide en tres subcategorías. La primera, para pizzerías, restaurantes, parrillas y similares, paga 150 pesos; la categoría dos es para bares, confiterías, pubs y cervecerías que deberán pagar 500 pesos y la categoría tres engloba a los boliches y confiterías bailables que deberán pagar 1500 pesos. Los distribuidores que lleven su mercadería a varios distritos deberán obtener su licencia a través de la Subsecretaría de las Adicciones
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