Si bien el Operativo Soja, realizado recientemente en las cercanías de Rosario, permitió que no se denunciara la desaparición de camiones cargados con granos, los transportistas aseguran que el delito aumentó un 30% y los productores dicen que hay varias zonas afectadas, como el sur santafecino, el norte y sudeste de Buenos Aires y Córdoba.
En Chabás el jefe comunal, Osvaldo Salomón, denunció ante la Justicia en reiteradas oportunidades a un vecino del pueblo que supuestamente se dedicaría al bolseo de soja, robo en los campos y piratería del asfalto. Las denuncias llegaron esta semana a manos del ministro del Interior, Aníbal Fernández, y al titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad. Consultado por LA NACION, el denunciado, Esteban Bakota, negó las acusaciones y se definió sólo como un "pequeño acopiador".
En lo que va del año, este fenómeno experimentó un crecimiento de un 30%, según los transportistas de carga; los productores denuncian que las zonas más conflictivas son el sur de Santa Fe, el norte y el sudeste bonaerense y varias localidades de Córdoba.
El dato es muy preocupante. Después del robo de alimentos y de materiales para la construcción, el de granos ocupa el tercer lugar en el ranking de la piratería del asfalto en la Argentina.
Aunque hasta ahora no hay estadísticas oficiales sobre este delito, distintas estimaciones coinciden en ubicarlo en esa posición por el aumento de los casos de robos de camiones cargados con soja en varias zonas de producción.
Sólo en el caso de este cultivo, el año pasado unas 954.000 toneladas de la cosecha total de la oleaginosa (un 3% de 31,8 millones de toneladas) habrían sido robadas por piratas del asfalto.
Lejos de disminuir, en lo que va de 2004, este delito, que abarca varias modalidades, como el asalto a camiones en rutas, la irrupción de los delincuentes en los campos para descargar silos o hasta operaciones en las que participan algunos camioneros (boquilleo), habría registrado un fuerte incremento.
En este sentido, Rubén Agugliaro, presidente de la Confederación Argentina de Transporte Automotor de Carga (Catac), aseguró que desde comienzos del año el robo de cereales creció un 30 por ciento, aproximadamente.
"Contra los 8-10 camiones de transporte general (además de la producción agrícola incluye otros rubros, como alimentos elaborados) que se robaban por día en esta época el año pasado, ahora esa cifra se ubica entre 20 y 22 equipos en todo el país. Una parte de todo eso corresponde a cereales", comentó el directivo de la entidad.
Para Héctor Foresi, coordinador del Departamento de Piratería del Asfalto de la Federación Argentina de Entidades Empresariales del Autotransporte de Carga (Fadeeac), el tercer delito en importancia para los transportistas irrumpió con fuerza el año pasado.
"Hoy funcionan plantas de silo que reciben el cereal a la vera de los caminos y luego lo revenden. Además, a los camioneros los hacen ingresar en un campo, pasan la carga a otro y salen de ahí con otra carta de porte. Eso ocurrió hace unos 90 días en Olavarría", enfatizó.
A la par de la preocupación de los transportistas, los productores siguen con estupor el avance del delito y denuncian, además, dónde se encuentran las zonas más conflictivas en el país.
Zonas conflictivas
"Hay lugares que son tierra de nadie y que revelan un incremento de los robos. Esto se da, por ejemplo, desde San Andrés de Giles hasta la zona norte de Buenos Aires, como Pergamino, y en Rosario, por la ruta 188", dijo a LA NACION Pedro Apaolaza, secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
Daniel Costamagna, subsecretario de Agroalimentos de Santa Fe, señaló que en el sur de esa provincia últimamente hubo algunos robos de cereales.
"Es un tema que se ha tornado muy usual en esa zona, ya que se conocieron casos en Chabás, Villa Constitución y Alcorta", precisó el funcionario santafecino, quien agregó que los silos bolsa suelen facilitar la tarea de los delincuentes.
Mientras tanto, Néstor Roulet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), denunció que en Córdoba últimamente se registraron cuatro hechos importantes.
"En uno de esos casos, en la zona próxima a Río Tercero, ingresaron con cinco camiones a un campo y se llevaron unas 260 toneladas de soja de un silo", afirmó el dirigente rural.
Además, en Jesús María, considerada por Roulet como una de las zonas conflictivas, junto al sur de Canals, entre otras localidades, hace poco desapareció un camión cargado con la oleaginosa.
Si se consideran las cotizaciones actuales de la soja en el mercado argentino, la carga de un camión (unas 30 toneladas) representa un valor de entre 17.000 y 20.000 pesos, aproximadamente.
Para Mariano Labriola, director de Ganadería de Buenos Aires, Necochea (en la zona próxima al puerto), Mar del Plata, Bahía Blanca, Pergamino y Rojas constituyen algunas de las regiones donde suelen conocerse denuncias por robo de cereales en esa provincia.
"En el Ministerio (de Asuntos Agrarios) no tenemos estadísticas oficiales; no obstante, los robos han disminuido en las zonas donde existen patrullas rurales", aseguró el funcionario bonaerense.
Según informó Labriola, la semana pasada la policía provincial de Delitos Rurales detuvo a una banda que había sustraído unos 80.000 kilos de trigo en Necochea.
"Hoy es más fácil robar granos que hacienda, porque a los animales ahora no se los puede hacer desaparecer tan fácil", opinó el funcionario, quien además pidió que las órdenes de allanamiento de la Justicia salieran en tiempo y forma para poder combatir el delito.
Sin denuncias
Para Apaolaza, por cada caso de robo de cereales que se conoce habría otros dos que no son denunciados por los productores.
Sin embargo, Ignacio Gallo, coordinador del Programa Nacional de Seguridad Rural y Ambiental Rural (Pronaserar) indicó que en el 0800-888-6228, la línea que el Gobierno puso a disposición de los productores, hasta el momento, no se recibieron denuncias.
"De lo que sí tengo conocimiento es de los casos en Chabás y Villa Constitución, que fueron por el robo de 40 toneladas en cada lado", reconoció el funcionario.
Según comentó Gallo, el Operativo Soja, realizado por varios organismos del Estado entre el 1° de abril y el 29 de mayo último en la ruta AO12 (en la circunvalación de Rosario) y en la zona próxima a los puertos santafecinos, logró que no se registraran casos de desaparición de camiones cargados con la oleaginosa (se inspeccionaron unos 200.000 equipos).
No obstante, según trascendió de fuentes gubernamentales, el trabajo de cruzamiento de datos realizado cuando la mercadería llegaba a los puertos habría permitido descubrir, hasta el momento, que unos 50 acopios operaban al margen de la ley como "cuevas".
"Se pudo detectar que se hacían compras a productores inexistentes o que al frente de un acopio había un testaferro. En algunos casos figuraban personas que estaban en un geriátrico o que vivían en una villa", confió un funcionario vinculado a los operativos.
A diferencia de lo que se observa con los cereales, la situación parece ser distinta en el caso del robo de camiones jaula de ganado en tránsito. En este sentido, según el coordinador del Pronaserar, entre enero y mayo de este año en la provincia de Buenos Aires sólo se conocieron tres hechos, frente a treinta y cuatro que se registraron en igual período de 2003.
Pérdidas millonarias a los productores
Según los transportistas de carga, el robo de cereales se convirtió en el tercer delito en importancia para los empresarios de este sector.
Rubén Agugliaro, de Catac, estima que en la Argentina se roba por día entre 20 y 22 camiones de transporte general de carga.
Las zonas más afectadas por el delito son Pergamino, el sur de Santa Fe, Jesús María, Río Tercero y Necochea, entre otras.
Para Ignacio Gallo, del Pronaserar, en 2003 el 3% de la cosecha de soja habría terminado en manos de los piratas del asfalto.
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