Los hechos se abrían sucedido cuando una banda de delincuentes “tomó” un establecimiento rural de Christhofersen. Según se pudo saber, al campo llegaron tres hombres con armas de grueso calibre. El propietario, un puestero y cuatro empleados fueron reducidos y atados. Los delincuentes se comunicaban al exterior con teléfonos celulares
El cereal fue llevado aparentemente en tres camiones. Los mismos habrían sido ubicados por la pesquisa en una estación de servicio de María Teresa. Las cartas de portes estaban adulteradas.
El Juez de Rufino Juan Guerra, ante la sospecha que se trataba de cereal (soja) robada en Cristhofersen y por pruebas reunidas, ordenó la detención de un fuerte empresario rosarino dedicado a la venta de cereal y del propietario de una empresa de transporte de San Lorenzo.
Por otro lado, también fueron detenidos dos personas con domicilio en Venado Tuerto. A pesar del secreto que lleva la investigación se trataría de una poderosa organización delic-tiva que venía “golpeando” campos de la región.
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