El ropero comunitario está ubicado en el predio del ex corralón municipal y es atendido por mujeres que son beneficiarias de los planes Jefes y Jefas de Hogar.
Por otro lado, se encuentran realizando tareas mujeres que reciben subsidio de la propia comuna. En este sentido, cuatro jóvenes salen a visitar hogares de lunes a viernes en el horario de 9.30 a 11 y 14.30 a 17.00. Las trabajadoras dejan en cada casa una bolsa de consorcio, donde las familias pueden almacenar la ropa que consideran que no van utilizar por diversos motivos.
La bolsa es recogida por un vehículo municipal y es llevada a lo que es el ropero comunitario. Las beneficiarias de los planes sociales y sus coordinadoras comienza la tarea de acondicionar las prendas de vestir, lavando, cosiendo y planchando. En la actualidad existe una demanda donde más de 300 familias ( categorizadas en fichas) necesitan urgente ayuda.
Cada jornada se atienden más de 100 personas que buscan en la mayoría de los casos ropa de abrigo. Por otro lado, en sus hogares varias abuelas tejen diversas prendas como suéter, campera, pantalones, gorros. La materia prima para arreglar y fabricar prendas es facilitada por la Secretaria de Acción Social a cargo de Martiris Niz.
. En la semana las autoridades municipales comprarían el denominado paño polar. La tela se utilizará para confeccionar joggings. La mano de obra y las máquinas industriales serán provistas por personas desocupadas que cuentan con los elementos técnicos necesarios para fabricarlos. Cabe destacar que algunos suéter tejido por las abuelas se colocaron en comercios para que la población pueda observar el trabajo que se realiza a diario.
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