La noche destemplada era más negra a medida que se conocían los números de la administración política de Miguel Lavatelli, Guillermo Sequeiro y Marcelo Bataglia. Los exposiciones de los ediles del justicialismo (Raúl Alfageme, José Pablo Manfredini) y del AMIC a través de Gerardo Soria fueron contundentes. El defecit municipal supera el 1.700.000 pesos y la mayoría de las partidas aprobadas fueron largamente excedidas.
Una fuente reservada indicó: “el tema más allá de lo económico es político, y más allá de los números cercanos al escándalo, el caso puede un símbolo para la provincia de Buenos Aires y servirá para medir la capacidad operativa y que tipo de controles ejerce el Tribunal de Cuentas”.
Agregó “El organismo ahora deberá demostrar su eficacia y que en sus manos está dar contención a aventuras políticas que terminan despilfarrando los escasos recursos disponibles”. La misma fuente asintió “ La sociedad necesita “premiar” o “castigar” a los responsables y en el futuro evitar que este tipo de defasajes suceda en nuestra ciudad o cualquier otro municipio ubicado en el territorio bonaerense.
El caso es de máxima importancia, los organismos provinciales están notificados antes que se desarrollara la sesión del Concejo Deliberante y ahora se juega la confianza de la ciudadanía hacia sus propios dirigentes políticos encargados de administrar la cosa pública”.
El voto tal cual corresponde según las nuevas normativas fue personal y de esta forma lo hicieron por el rechazo: Gerardo Soria, Silvia Sabetta, Jorge Puras, Walter Martinez, Sofia Floridi, Raúl Alfageme, Silvia De Angelis, Roxana Cejas y José Pablo Manfredini. En tanto que votaron por su aprobación: los ediles Julio Bauer, Alberto López y Gastón Ríos.
Los puntos emblemáticos
En la composición del gasto del año 2003, algunos puntos parecen sobresalir del conjunto, la mayoría imputados en cuentas generales. En este sentido, la Plazoleta Cívica, ubicada en el corazón de Plaza San Martín, es un monumento hermoso, caro y misterioso por el dinero que se deglutió. Colón Doce a través de una fuente calificada hace dos meses anunció su costo y nuestros lectores no salían de su asombro.
En la sesión pasada, El AMIC ratificó nuestros dichos. El costo económico de la plazoleta central, según el edil Gerardo Soria es de 315.400.24 mil pesos ( Colón Doce determinó 350 mil). El concejal dijo que el monumento tiene 20 metros de ancho por cuarenta metros de largo. Según sus cálculos, el costo real sería el siguiente: un contrapiso de 15 centímetros necesita en materiales para su construcción, 315 bolsas de plasticol, 54 metros cúbicos de arena, 108 metros cúbicos de granza.
El valor de ese contrapiso según estos materiales serían de 7492 pesos. Por otro lado, los baldosones costaron -según el AMIC- 40 pesos por metro cuadrado (consta en las boletas). El material fue comprado en una fabrica de Pergamino, lo que originó en el 2003, una dura queja de algunos fabricantes de Colón.
En el dinero gastado en la obra podría tener incluido los famosos castillos “baños” realizados en 49 y 16, los que todavía no se habilitaron. Los números observados son contundentes y deberían tener un claro dictamen del Tribunal de Cuentas para deslindar responsabilidades. Por otro lado, existirían dudas en los gastos realizados en el Zoológico Municipal.
En este área en el año 2002, con más animales en existencia se gastó menos dinero que en el 2003, cuando las autoridades del sector “liquidaron” la mayoría de la existencia de la fauna ( leer notas anteriores de Colón Doce) y donde existe un sumario administrativo para determinar la conducta seguida por los responsables.
También, los números del riego asfáltico realizado en las barrios de nuestra ciudad tiene un costo altísimo ( sería el más caro de una amplia región), relacionando su alta inversión y su poca duración. La mayoría de las cuadras realizadas solo soportaron unos pocos meses y en el presente son intransitables por sus baches.
El alto costo de combustibles y arreglo del parque automotor debería también ser puesto bajo la lupa. Por último, la colectora de la calle 9, tuvo un alto costo económico y no funciona. En el 2003 y a pocos días de su “rimbombante” inauguración y casi “secretamente” se construyó un “by pas” que término derramando los residuos cloacales en las zanjas frente al Lago Municipal.
En el presente a ciertas horas de la mañana y la tarde ( según las condiciones meteorológicas) el lugar turístico sufre los olores nauseabundos y algunos técnicos indican que el nuevo “By pas” proyectado que se construirá en cercanías de calle 54, tampoco funcionará por una cuestión física.
Los ejemplos pueden seguir, anexando a estos los costos económicos demostrativos, aunque el tema central es buscar los mecanismos (órganos contralores) para que no se vuelvan a repetir este tipo de situaciones.
Los justicialistas José Pablo Manfredini y Raúl Alfageme a cargo de exponer desnudaron prolijamente los excesos de partidas presupuestarias en casi cuatro puntos observables. Los ediles opositores del AMIC y del Justicialismo fueron contundentes. La decisión ahora es del Tribunal de Cuentas.
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