El colapso de la represa el Tigre Muerto en el sur de Córdoba que anegó la localidad de La Cautiva, e ingresó agua en la cuenca de La Picasa, actualizó las críticas a las obras de la alternativa sur que se proyectan como solución a los problemas hídricos de esa zona.
El ex jefe comunal y actual presidente de la asociación Agua y Desarrollo, Eduardo Salleras, dijo que en su momento cuestionó los trabajos que se realizan en la provincia mediterránea para controlar los cursos de agua.
El desastre hídrico reavivó la polémica debido a que uno de los proyectos es “vaciar” el agua de la Picasa construyendo un canal que pasará muy cerca de nuestra jurisdicción y que se denomina alternativa norte que desembocará en el Paraná.
Según los mapas de la obra, la construcción de la salida hacía el río tomará por 400 metros el canal Colón. En este sentido, Colón Doce señaló desde hace dos años el impacto que podría tener en los campos aledaños si la obra no es bien planificada. La diferencia de altura (Cota) entre La Picasa ( 90 metros y Colón 20 metros) torna a la obra hidráulica peligrosa. El tiempo nuevamente nos da la razón.
La represa el Tigre Muerto es una de las obras de retención hechas por Córdoba, a las que Salleras citó con reparos en la presentación que realizó ante la Defensoría del Pueblo por considerar que al proyecto de la alternativa sur le falta información. La contención desbordó por una lluvia de 150 milímetros que anticipa la llegada de dos años húmedos, explicó Salleras y confirmó que el agua llegó hasta Los Cinco Molinos, límite oeste de la cuenca de La Picasa sobre la ruta 4 en territorio cordobés.
»Hubo pánico en toda esa zona», relató Salleras sobre el anegamiento de La Cautiva, localidad ubicada sobre la ruta 7, a cien kilómetros de Rufino, y especuló que de haber estado habilitada la alternativa sur el agua desbordada hubiera impactado en Aarón Castellanos, encauzada y con toda la fuerza, ya que Tigre Muerto está 120 metros por encima del nivel de La Picasa en menos de cien kilómetros. Según Salleras, lo ocurrido no hace más que refrendar sus temores por las obras proyectadas para solucionar el problema hídrico a través de la alternativa sur.
La presentación
Cuando aún no había terminado su mandato al frente de la comuna, Salleras realizó una presentación ante la Defensoría del Pueblo para obtener por esa vía, los datos que considera ausentes en el proyecto de la alternativa sur.
En febrero pasado, la Defensoría lo convocó para mostrarle las respuestas dadas por la Secretaría de Recursos Hídricos a su pedido. «Les respondí que a mí no me gusta que me tomen el pelo, porque la contestación no se refería a ninguno de los datos que yo había pedido», explicó.
Salleras insistió que en ningún lugar del proyecto de la alternativa sur dice cuánta agua junta en forma natural la cuenca de La Picasa. Tampoco aclara qué porcentaje de ese volumen se encauzará a través de la canalización proyectada, y también faltan precisiones sobre la velocidad y el coeficiente de esco-rrentía que llevará el líquido.
Además, señaló que el mayor peligro para la localidad de Aarón Castellanos está en los codos que presenta el canal a la entrada del pueblo y consideró que «los reservorios proyectados en la obra no tienen sentido».
»Lo único que sabemos de la obra, que cuesta 200 millones de pesos, es que sacará cinco metros cúbicos de agua hacia la laguna bonaerense de Mar Chiquita, pero ese mismo volumen también lo sacaría la alternativa norte, que ya está construida y que costó cinco millones de pesos a la provincia de Santa Fe», explicó Salleras. La alternativa norte, de unos cien kilómetros de canalización está inmovilizada por un amparo interpuesto por municipios de la provincia de Buenos Aires.
Para Salleras resulta inexplicable el hecho de que no se haya habilitado la alternativa norte en los dos últimos años en los que el Salado, destino final del agua, podía haberla recibido durante la época de sequía. «Si se hubiera sacado agua durante el año pasado, contando la seca y la evaporación, es probable que se hubiera despejado el agua sobre la ruta 7», especuló.
Además añadió que si Buenos Aires hubiera manejado las compuertas hubiera tenido seguridad sobre esa obra. Según el presidente de Agua y Desarrollo, la alternativa norte puede funcionar con algunos retoques.
«Hay que sacar la estación de bombeo que funciona como tapón y hacer un desborde natural a cota 103,50», explicó Salleras, quien además impulsa un proyecto de hidrovía navegable en el sentido este-oeste en el territorio santafesino. «No estoy tan desactualizado, ahora están planteando algo similar para darle salida a Bolivia», apuntó Salleras.
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