De las averiguaciones iniciales se habría determinado que la cifra sería aún mayor, aunque las investigaciones contables arrojaban unos $ 300.000 que fueron retirados de manera ilegal durante los últimos años.
Si bien en los próximos días se realizará un análisis más minucioso del caso, las maniobras irregulares para apoderarse del dinero se habrían concretado a través de cuentas de caja de ahorro y mediante complejas maniobras contables ejecutadas desde en la entidad crediticia. »Por ahora, los datos que llevan relevados llegan al año 2002, pero se revisará hacia atrás y hacia delante para ver si hay más irregularidades en el manejo», reveló un allegado a la entidad.
Malestar
La constatación desató gran malestar entre los empleados bancarios, ya que «todos están bajo sospecha» hasta que se descubra a los autores, admitió una fuente extraoficial. Inspectores bancarios habrían comprobado la desaparición del dinero la semana pasada, aunque en los próximos días arribará a Junín un grupo de sumariantes pertenecientes a la casa matriz, para iniciar una investigación interna.
Según trascendió, esos funcionarios ya tendrían conocimiento del nombre de un empleado del BAPRO que presuntamente estaría involucrado en el desfalco y quien sería interrogado junto a otros empleados. Los sumariantes tratarán de determinar con certeza a cuánto asciende el monto total y la forma en que se realizaron las maniobras para extraerlo. Voceros extraoficiales puntualizaron que «por el momento» se estableció que son unos $ 300.000 los que fueron retirados, pero recordaron que la investigación interna aún no terminó.
Al parecer, la manipulación del dinero se habría concretado a través de las llamadas «cuentas puente», que permitieron traspasar a cajas de ahorro de un particular importantes sumas de dinero en forma semanal. En ese sentido, explicaron que «no es una estrategia sencilla la que se utilizó para sacar el dinero», y sostuvieron que tras la investigación interna los suma-riantes confeccionarán un expediente. Pese a que las sospechas apuntan a un empleado de la sucursal Junín del BAPRO y a un particular ajeno a la entidad, cuyas identidades no fueron reveladas por cuestiones legales, la magnitud y el monto que implicaría el desfalco hacen presumir la participación de más personas. Sin embargo, las fuentes consultadas aclararon que también «pudo haber abuso de confianza» en cuanto a la utilización de información secreta con fines ilegales. «A lo mejor hay personas que quedan involucradas a este hecho, pero involunta-riamente», afirmaron. Además remarcaron que para llevar a cabo maniobras de este tipo «es necesario tener conocimiento de claves secretas» y de manejos contables internos. Los inspectores seguían efectuando un relevamiento minucioso en las operaciones bancarias de los últimos años. De acuerdo a la información extraoficial, los números analizados hasta el momento corresponden al año 2002, por lo que se presume que el total del dinero extraído superaría los $ 300.000. En la misma línea comentaron que las tareas continuarán durante los próximos días hasta finalizar el sumario.
En tanto, no descartaron que una vez terminada la parte administrativa de la investigación, el caso pase a la Justicia y se inicie una causa penal para establecer la comisión de algún delito y los posibles autores. En el ambiente bancario local, los rumores sobre la desaparición del dinero habían trascendido la semana pasada, pero con el paso de los días los rumores terminaron siendo confirmados.
Al respecto, remarcaron el «gran malestar» que se respira dentro de la entidad, porque hasta que finalice la investigación «todos son sospechosos». Hasta ahora las miradas de los inspectores y de los propios empleados se situaron en el edificio donde funciona el anexo del BAPRO, en la esquina de Bartolomé Mitre y Lebensohn, ya que las maniobras se habrían ejecutado de ese lugar.
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