Los piratas del asfalto tratan de confundir a los “ buenos” policías cometiendo hechos en distintas jurisdicciones y dejando abandonados a los camioneros y autos utilizados en los ilícitos en diferentes localidades. Un ejemplo de cómo trabajan los cacos es el asalto cometido en la remisería colonense “La Merced” ubicada en 20 y 48. El lunes a las 9 de la mañana, el profesor Ricardo Gutierrez denunció que un vehículo Ford Falcon, color gris, desde hacía varios días se encontraba estacionado frente a su Escuela de Música, ubicada en calle 20 entre 48 y 49. La policía de Tránsito lo secuestró y lo remitió al corralón Municipal, sin saber que el auto tenía una larga historia. El propietario del auto es de Salto. En esta ciudad existe el nudo gordiano que deberán desenredar las fuerzas del orden.
En Salto -separada 100 kilómetros de Colón- los vecinos que pasaron ocasionalmente por el camino viejo a Berdier, en un sector que va al campo más conocido como de la estancia de “Plazibat”, encontraron un Fiat Duna color blanco totalmente quemado. El mismo hacía tres meses que tenía pedido de captura y había sido robado a un remisero de Pergamino. La investigación
Cuando el comisario Gustavo Roleri de Salto, comenzó a investigar la aparición del Fiat Duna, lo relacionó rápidamente con un camionero que había matado a balazos a un hombre que intentó robarle un cargamento de soja . El episodio ocurrió el martes 11 de mayo a las 21, en la Ruta provincial 46 entre las localidades de O Brien y Junín, por donde circulaba un camión Mercedes Benz 1114, con 28 toneladas de soja, conducido por Angel Edgardo Bini, de 56 años.
El camionero fue sorprendido por dos vehículos, un Fiat Duna blanco y un Ford Galaxi gris, donde viajaban tres hombres que intentaron asaltarlo. Uno de los delincuentes se acercó al camión con la intención de abordarlo y Bini tomó un revólver calibre 38 que llevaba y le disparo. A raíz del hecho, el delincuente resultó herido en la cabeza y fue rápidamente recogido por sus cómplices quienes lo dejaron en el Sanatorio Junín, donde falleció.
El delincuente fue identificado como Gustavo Alejandro Bevilacqua, de 29 años, quien poseía antecedentes penales. El camionero, tras este episodio, denunció ante la policía de Junín el intento de robo, pero no explicó nada sobre el disparo que le efectuó al delincuente. Tras una rápida investigación, efectivos de la DDI Junín, la comisaría 1°, el Comando de Patrullas y del Destacamento de Seguridad Vial, descubrieron que el autor del disparo había sido el chofer, siendo detenido en las instalaciones de la Industria Aceitera.
El chofer reconoció ante la Policía que había disparado contra el delincuente, y manifestó que el arma que utilizó la arrojó a un costado de la ruta 56. Por otra parte, los investigadores montaron un operativo cerrojo y lograron detener a uno de los cómplices, siendo identificado como Néstor De-fays de 33 años.
Más delitos
Los delincuentes que abandonaron el Fiat Duna, habrían asaltado una remisería y apropiado del Ford Falcon (aparecido en Colón) en Salto. Con el mismo llegaron a nuestra ciudad y lo dejaron estacionado en calle 20 entre 48 y 49. Seguramente los cacos habrían realizado una rápida inteligencia y sin mediar un tiempo prolongado y luego de estudiar la situación brevemente se dirigieron a la remisería La Merced. El hecho como se recordará ocurrió el lunes 17 a la medianoche.
En este sentido, el remis de Carlos Perez fue abordado por dos delincuentes que pidieron ir a Carabelas y al llegar a Ruta 8 y 31 mostraron sus verdaderas intenciones amenazándolo con un revolver. Poco después a Perez lo abandonaron luego de quitarle la recaudación del la jornada en cercanía de Rojas. El auto apareció en un camino que conduce al Cementerio de la vecina localidad y seguramente iba a ser utilizado para perpetrar otros hechos delictivos. La denuncia presentada por Adrián Perez (hermano del remisero) en la comisaría de Carabelas y la persecución de la policía de esa localidad hizo que los delincuentes cambiaran de planes y dejarán el Renault 12 a la vera del camino.
¿Otros hechos?
La policía sospecha que la banda realizó otros hechos. En este sentido podría estar relacionada con dos asaltos que conmovieron la localidad de Ascensión. En el paraje La Angelita, tres sujetos con sus rostros cubiertos por capuchas asaltaron a una mujer en su casa de la calles 25 de Mayo. Los ladrones ingresaron a la vivienda de la víctima, cuya identidad no trascendió, y la amenazaron con armas de puño.
Le exigieron la entrega de una alta suma de dinero que la mujer tenía guardada en un mueble. Los investigadores sospechan que los asaltantes contaban con datos precisos y cometieron el robo sabiendo lo que encontrarían en la casa. En total, los delincuentes se apoderaron de 3.000 pesos en efectivo y escaparon a bordo de un vehículo, cuyas características no pudieron ser precisadas.
El otro asalto a mano armada ocurrió el mismo día, pero una hora después, en la calle Mitre sin número de Ascensión. Un matrimonio de 60 y 70 años de edad fue sorprendido en su casa por dos encapuchados que lo amenazaron y le sustrajeron dinero en efectivo. Las víctimas -sus nombres no fueron revelados por las fuentes consultadas- vivieron momentos de tensión, ya que los ladrones amenazaban con matarlos si no les entregaban el dinero. Con el botín en su poder, cuya cifra no se informó, los asaltantes escaparon del lugar, aunque antes maniataron a la pareja. También hubo asaltos de igual características en localidades del sur de Santa Fe, Lincoln, Vedia y Junín.
El jefe
La policía sospecharía que el jefe de la banda que estaría compuesta por cuatro personas sería Lucio Díaz. Como se recordará en noviembre de 2003 fue detenido en la ciudad de Salto. Lucio Díaz esta acusado de haber dado muerte al carnicero Se-verino Roses, empleado de la carnicería “La Unión”, ubicada en Pinto y Rivadavia de Pergamino. Según se pudo saber, pasado el tiempo el mismo se creía impune y habría cometido un robo calificado contra un comercio de la localidad de Salto. Como se recordara, el lamentable suceso de la muerte de Roses ocurrió al mediodía del martes dos de setiembre. En el comercio irrum-pieron antes del cierre dos sujetos armados. El propietario del comercio y Roses se resistieron y los asaltantes dispararon sus armas de fuego. Al momento de la detención y como viene ocurriendo últimamente con presos de los denominados “pesados” el asaltante figuraba con identidad falsa. Según se pudo saber al ser trasladado al juez de la Departamental Mercedes este sospechó y comenzó con una breve averiguación que concluyó rápidamente al determinar el verdadero nombre del detenido. Según se pudo saber este sujeto en un primer momento habría fugado a la localidad de Rojas y desde allí (una vez que se habrían calmado las aguas) habría pasado a vivir en la ciudad de Salto bajo nombre falso.
Los uniformados saltenses secuestraron en poder del malvivientes un arma de fuego que habría sido usada para disparar contra Roses y causarle la muerte poco después cuando era trasladado al Hospital San José. Se trata de una pistola 9 milímetros, arma que según las pericias sería la que se utilizó para dispararle al comerciante perga-minense. También existe un identikit del asesino, cuyos principales rasgos coincidirían con el detenido.
El escape
Lucio Díaz con Juan Carlos Mora ( 38) y Jacinto Esteban Cabrera ( 42) escaparon de los calabozos de Colón en diciembre de 2003. El trío escapó del calabozo de contraventores (un lugar poco seguro para encarcelar delincuentes de alta peligrosidad), tal es así que los detenidos limaron rápidamente dos barrotes y luego los doblaron y ganaron la calle llevándose una pistola 9 milímetros del agente que estaba de imaginaria y que la había dejado en el interior de un bolso junto a las ropas de civil.
Por el incidente pasaron a disponibilidad efectiva cinco policías de la bonaerense que cumplían funciones en el horario donde se produjo el escape de los presos. Juan Carlos Mora y Jacinto Cabrera buscaron refugio en una vivienda ubicada en la calle Chaco y Escribano Rizzo de Arrecifes. La inteligencia policial los detecto y hasta el lugar llegó una partida policial que allanó la vivienda deteniendo a los cacos sin que opusieran resistencia. En estos momentos, el único prófugo de la fuga protagonizada en nuestra ciudad en los primeros días de diciembre es Lucio Díaz y ahora parece ser el jefe de una banda que mantiene en vilo a la policía de la región.
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