La muerte de John F. Kennedy tampoco escapó a una maldición que fue matando a más de 17 personas que de una u otra forma estuvieron relacionados con su muerte y que podían aportar datos fundamentales sobre el atentado sufrido por el ex presidente de la nación más importante del mundo. En la región, la maldición de los casos “célebres” no escapó al juez Carlos Fraticelli y su esposa Graciela Dieser acusada de matar a Natalia ( hija del matrimonio).
La maldición “Fraticelli” habría llegado al juez Julio Pautaso, quien sufre actualmente serios trastornos de salud, al igual que María de los Ángeles Gómez (psiquiatra que hizo el peritaje psicológico a María Graciela Dieser), como así también María Cristina Herrera, quien fuera secretaria del juzgado donde trabajaba Fraticelli en la ciudad de Rufino .
A la hora de hablar de muertos, la lista se inicia con el ex juez de Instrucción en lo Penal de Melincué, Dr Carlos Risso, que falleciera en un accidente automovilístico. La lista sigue con el perito Oscar Petinari, quien hiciera una muy cuestionada autopsia sobre el cuerpo de Natalia. (datos La Guia)
El caso Risso
En Carreras nadie se animaría a hablar del tema a igual que en Melincué, pero en voz baja muchos sospechan sobre la extraña muerte del juez Carlos Risso. El magistrado de Melincué murió el 13 de enero de 2003, en un accidente en el kilómetro 643 de la ruta nacional 33, en proximidades de la localidad de Murphy. El Renault Megane blanco que conducía el magistrado salió del pavimento y rompió dos alambrados para terminar destruido en un campo de soja a unos 200 metros del lugar en el que perdió su rumbo. Las causas del accidente, que se registró a las 7 de la mañana, no se establecieron. Risso había cobrado notoriedad por su actuación en la causa del homicidio de la hija del ex juez penal de Rufino, Carlos Fraticelli, a quien procesó junto a su esposa Graciela Dieser por homicidio calificado. Este juez fue el primero en deslizar la motivación del crimen de Natalia Fraticelli al señalar que sus padres la habían matado por la «vergüenza» que les provocaba el leve retraso mental de la chica. Finalmente la pareja fue condenada por el juez de Sentencia Fernando Vidal por homicidio agravado por el vínculo.
El accidente
El cuerpo de Risso, de 54 años, fue despedido y terminó muy golpeado a varios metros del vehículo, lo que hace presumir una muerte instantánea. La fuerza con la que el auto cortó dos alambrados, uno paralelo a la ruta y otro en forma perpendicular a la misma, permiten inferir que se trasladaba a una velocidad cercana a los 140 kilómetros. No se descartaba que el juez pudiera haber perdido el control del vehículo por cansancio.
Las huellas del auto señalaban el auto iba por el medio del carril y de pronto hay un trazo oblicuo hacia la banquina desde donde salió de la ruta. Además señaló que la parte frontal del vehículo se fue desguazando mientras arrasaba los alambrados.
El Megane tomó un camino y el cuerpo del magistrados otro, por lo que se dedujo que no llevaba el cinturón. El automóvil Megane posee también un indicador de puertas abiertas y cinturón de seguridad no abrochado, que hace imposible que el conductor no se dé cuenta de que no tiene colocado el cinturón. Una duda sería porque Risso no se puso el cinturón a pesar de las indicaciones electrónicas o el inconveniente que tuvo no le dio tiempo a hacerlo.
El magistrado viajaba solo al momento de producirse el accidente y según versiones había asistido a un casamiento en la ciudad de Venado Tuerto . Luego fue un lugar de expansión nocturna donde salió hacia Carreraso La pregunta del millón podría ser ¿ Como el juez Risso pudo tener el accidente?. Según las pericias el auto se salió de la cinta asfáltica posiblemente cuando el magistrado se habría dormido o distraído . Sin embargo, poco antes había pasado un peaje y habría salido de las cabinas en forma normal. ¿Se le tomó declaración a los empleados del lugar?.
Por otra parte, el interrogante mayor es porque Risso poco después de haber pasado un control de peaje necesito que el auto levantara tanta velocidad. Un caso que remite muchas dudas, aunque seguramente nunca se sabrán las respuestas.
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