Pergamino: Doble homicidio, el fiscal solicitó que continúe preso el único imputado

A última hora del viernes pasado señala La Opinión se supo que el agente fiscal a cargo del doble homicidio, Guillermo Villalba, solicitó al Juzgado de Garantías Nº 3 -a cargo de Fernando Ayestarán- la conversión de la aprehensión en detención del único sospechado hasta el momento por el hecho ocurrido en la madrugada del jueves pasado.
En tal sentido, y debido a las diversas especulaciones que circularon por medios periodísticos y las redes sociales, se pudo acceder en forma exclusiva a las constancias del expediente de trámite ante el Ministerio Público Fiscal de Pergamino para corroborar e informar a la sociedad lo ocurrido aquella fatídica madrugada.
El hecho por el cual se produce el asesinato de Pablo Martín Caputa y su madre María Elisa Raffaele ocurrió el jueves 27 de marzo pasado entre las 5:00 y 6:00 de la mañana aproximadamente.
Las circunstancias que llevaron a tan trágico desenlace merecen una explicación cronológica de los antecedentes.

                                                          Historia oficial

El imputado estuvo legalmente casado con una mujer y fruto de dicha unión nacieron dos niños que aun son menores de edad. Dicho matrimonio se interrumpió por diversos hechos de violencia vividos por la mujer, que dieron lugar al origen de varias causas por violencia de género e intrafamiliar (20 aproximadamente), generadas tanto durante la vigencia del vínculo como luego de concluido el mismo.
Si bien la Fiscalía se encuentra en plena etapa de recolección de pruebas para demostrar la culpabilidad del sujeto procesado, se ha podido certificar, mediante diversos testimonios recogidos en la causa del doble homicidio, el hostigamiento que ejercía sobre su exmujer y la obsesión que sentía por ella que lo llevaba a no aceptar la posibilidad de que la misma rehiciera su vida sentimental con otra persona.
Tanto fue así que, una vez que tomó conocimiento de que su expareja había iniciado una relación de noviazgo con Pablo Martín Caputa, comenzó a amenazarlos a ambos.
En uno de esos episodios, ocurrido el 24 de febrero de este año en horas de la tarde, el imputado amenazó a su exmujer en presencia de dos testigos, manifestándole expresamente y entre insultos que le dijera si andaba con alguien porque la iba a matar y que no iba a ver más a sus hijos. Así también le dijo que iba a ir al trabajo de su actual pareja y lo iba “a joder». Una de las frases escuchadas fue “no me importa ir en cana, yo soy capaz de hacer cualquier cosa».
Dicho evento dio lugar al inicio de una investigación penal por el delito de amenazas de trámite ante la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 4, temática en delitos de violencia de género e intrafamiliar, a cargo de Karina Póllice.
En ella, uno de los testigos del hecho relató ante la fiscal que el imputado dijo: “Vos no tenés que estar con nadie solamente conmigo, quién es Pablo, ya lo voy a agarrar y contar todo como sos y los voy a matar a los dos».
Las distintas causas de trámite ante el Ministerio Público Fiscal departamental fueron tramitadas y poseen varias diligencias procesales dictadas contra el ahora imputado, tales como prohibiciones de acercamiento firmes y elevaciones a juicio a la espera de los debates.

                                   Madrugada de terror
Lamentablemente nada pudo evitar la materialización de la desgraciada acción que iba a emprender y que llevó a cabo en la madrugada del 27 de este mes, cuando concurrió al domicilio de la familia Caputa, ubicado en la intersección de las calles Maipú y Conscripto Silva del barrio Acevedo.
La Fiscalía de Villalba intenta demostrar que cuando el sujeto ingresó a dicho domicilio lo hizo munido de un cuchillo con el único fin de dar muerte a Pablo Martín Caputa y a su madre, María Elisa Raffaele.
El padre de Caputa y marido de Raffaele logró salvarse del tremendo suceso por encontrarse internado en un nosocomio local por un problema médico preexistente.

                                       Escena de crimen
El cuerpo del joven Caputa se halló tendido sobre el piso del garaje y envuelto varias frazadas, vestido con sus ropas de trabajo; mientras que el cuerpo de su madre se encontró en el piso de la cocina, vestida con un camisón, cubierta a medias por sábanas; y sobre su pecho una cuchilla.
Ambos cuerpos presentaban numerosas heridas de arma blanca habiendo sido infringidas las heridas mortales en los cuellos de las víctimas. Los profesionales forenses indicaron que la causa de los decesos resultaron ser paros cardíacos como consecuencia de shock hipovolémico por lesiones de arma blanca.
Luego de cometido el doble homicidio, el imputado comenzó a limpiar la escena del crimen, encontrándose en rastros de haber aseado parte del piso de la cocina y de una de las paredes del garaje, en un claro intento de borrar huellas, modificar la escena y procurar su impunidad.

                                      Celular y Facebook

Hasta el momento no se ha podido hallar el celular que poseía la víctima, Pablo Martín Caputa, el cual, en un claro intento de desvirtuar y desviar la investigación, el homicida comenzó a utilizar para entablar un diálogo de Whatsapp con su exmujer -haciéndose pasar por su víctima-. Dicho diálogo se inició alrededor de las 6:00 de la mañana y culminó alrededor del mediodía.
Asimismo, desde el celular del fallecido ingresó al perfil de Facebook que Caputa usaba y efectuó un posteo fechado el día 27 de este mes, a las 13:45, en el cual sube varias fotos de su exmujer con la siguiente leyenda: «Esta chica llamada (…) anda diciendo que sale conmigo. Tengan mucho cuidado muchachos. Es una mala persona, mala madre, le gusta salir con cualquiera. Al marido lo hizo echar de la casa y le niega ver a sus hijos siendo él un buen padre, trabajador y que nunca le iso (sic) faltar nada. Compartan en todas las redes sociales». Este medio suprimió el nombre de la expareja escrito en el posteo para cumplir con las normativas vigentes que ordenan la preservación de víctimas y de acusados hasta tanto sean condenados.
Esta situación le llamó la atención a la exmujer, porque los términos vertidos en el perfil de Facebook y en el Whatsapp de Caputa no condecían con su forma de expresarse y de escribir, sino más bien a las formas del imputado y sospechoso del doble homicidio.
Mientras tanto, el doble homicidio salió a luz recién en horas de la tarde.

                                   Compañeros y amigos

Ese día (miércoles), la víctima Caputa debía ingresar a trabajar a las 6:00. Sus compañeros de trabajo afirman que se trataba de un empleado correcto y puntual, por lo que preocupados cuando no llegaba a su trabajo comienzan a llamarlo y enviarle mensajes, no obteniendo respuestas. También lo había comenzado a buscar la actual pareja, alertada por los mensajes que había recibido, quien incluso fue a buscarlo a su domicilio y no fue atendida por nadie.
Al finalizar su jornada, un compañero de trabajo se contacta con la hermana de Caputa, quien decide llamar por teléfono a su casa y al no ser atendida, concurre a la misma; ya eran alrededor de las 15:30.
Al llegar, observó que la puerta del garaje que da a calle Maipú se hallaba cerrada pero sin llaves; ingresa y encuentra el trágico cuadro de su hermano y madre fallecidos. La data del hallazgo coincide con el horario en que el número policial de emergencias 911 recibe los llamados de auxilio.
Anoticiada del suceso, la exmujer del imputado decide regresar al domicilio de su hermano y hallar allí contención familiar a su angustia. Aclarado que el domicilio de su hermano y el del homicida resulta ser la misma propiedad separada por una pared divisoria. Minutos más tarde la Policía aprehende al sospechoso al llegar a su domicilio. Allí se realiza un allanamiento de urgencia y se encuentran indicios de suma relevancia para la investigación.

                                                Altar y foto

Si le faltaba un dato macabro a esta triste historia, se confirmó que en la habitación del sospechoso se encontró una suerte de “altar” improvisado apoyado contra la pared, consistente en la imagen de un santo, la fotografía de su exmujer apoyada sobre el piso ubicada al revés con su cabeza hacia abajo, un papel de color rosa y un plato con una vela, muestra evidente de la obsesión que el imputado ha desarrollado hacia ella.
Por todo ello, el fiscal Guillermo Villalba presentó ante el Juzgado de Garantías Nº 3 el requerimiento de conversión de la aprehensión en detención al considerar que el imputado debe continuar privado de la libertad por resultar acusado de ser el autor penalmente responsable de los delitos de homicidio calificado por su comisión con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la cual mantuvo una relación conyugal al darle muerte en forma violenta al actual novio y suegra de su exmujer; en concurso real con el delito de receptación sospechosa al hallarse en su domicilio un elemento médico previamente sustraído del Hospital Interzonal General de Agudos “San José”. (Foto Martín Caputa)