20/09/2002

En Colón. Podría haber un caso de Psitacosis

El ave muerta fue enviada al Centro de Zoonosis de Azul. Se trata de un loro que habitaba con una familia en Barrio Barracas. El origen del contagio pudo ser de la venta ambulante de loros.

La policía de Colón hace dos semanas detuvo a dos vendedores que recorrían las calles vendiendo loros de distintos colores. Los jóvenes cotizaban el ave a cinco pesos cada uno. Los vendedores fueron detenidos a las doce del mediodía pero durante el transcurso de la mañana comercializaron decenas de pequeños loritos.
Según trascendió en algunos casos el ave adquirida por los vecinos habría luego de pocos días de cautiverio murieron. El domingo una familia del barrio Barracas comunicó la muerte de un loro de su propiedad que tenía desde hace largos años.
Los síntomas según el veterinario se aproximarían a lo que sería un caso de Psitacosis. El ave fue remitida al Centro de Zoonosis de Azul para ser analizada.
La familia habría adquirido un compañero para el loro a los vendedores ambulantes y este podría haberlo contagiado. Si se confirma el primer diagnóstico seguramente se iniciaría un tratamiento preventivo al núcleo familiar donde murió el ave sospechosa.

  • Vías de contagio
  • En el hombre, la psitacosis se produce particularmente por la inhalación de polvo de los excrementos, o de las plumas de los pájaros infectados, o por picaduras producidas por los mismos en especial al personal que se dedica al cuidado de los mismos.
    Además, es posible la transmisión de la enfermedad en forma accidental al personal de laboratorio que trabajan con material contaminado por chlamidia psittaci.
    El contagio hombre a hombre también es posible, por lo que deben tomarse las debidas precauciones cuando son atendidos pacientes en que se sospecha la presencia de esta enfermedad. Las pequeñas epidemias generalmente se han atribuído a aerosoles de polvo seco cargado de excretas secas.

  • Sintomatología
  • La psitacosis es una enfermedad sistémica, aunque el pulmón es el órgano afectado con mayor frecuencia. El período de incubación que se extiende desde el contagio hasta la fase bacteriémica dura entre 1 y 2 semanas.
    El inicio puede ser insidioso o abrupto y los síntomas iniciales son similares al de un cuadro gripal con fiebre, escalofríos, falta de apetito, dolores articulares y musculares, acompaña a veces con disminución relativa de la frecuencia cardíaca.
    Una vez dentro del organismo, al que ingresa por el aparato respiratorio, la clamidia se disemina por el hígado y el bazo donde se multiplica. De nuevo en la sangre se localiza en el pulmón y otros órganos. En ocasiones es factible observar una roseóla similar a la de la fiebre tifoidea (manchas de Horder).
    De manera simultánea es posible constatar tos seca o a veces acompañada por secreciones mucopurulentas acompañada por hilos de sangre. Durante la segunda semana se pone de manifiesto aumento de la frecuencia respiratoria y el cuadro radiológico pulmonar puede mostrar exudados alveolares localizados, lobulares o segmentarios, y en los casos más agudos es posible observar cuadros de neumonía con consolidación franca del tejido pulmonar e infecciones pulmonares purulentas secundarias. Se encuentra asimismo hepato-megalia y esplenomegalia en casi el 30% de los casos, y la temperatura aumenta de manera progresiva hasta la tercera semana.
    El curso de la enfermedad puede ser leve o agudo en función de distintas variables: edad del paciente, extensión del cuadro neumónico, complicaciones en otros órganos, virulencia de las cepas, etc.
    El aumento progresivo y manifiesto del pulso y de la frecuencia respiratoria, distrés respiratorio, manifestaciones estuporosas, complican el cuadro se consideran signos ominosos en cuanto a la evolución. Cuando no existen complicaciones, en general la enfermedad evoluciona en 30 a 40 días.

  • Profilaxis
  • Efectuar el exhaustivo control de los pájaros en los criaderos (palomas, pájaros, aves, etc.). El control del estado sanitario de pájaros importados debe incluir una cuarentena de los mismos con un ciclo obligatorio de 45 días de alimentación tratada con tetraciclina, que suelen eliminar los gérmenes responsables de la sangre y heces de los mismos.
    No obstante la medicación no logra la erradicación de la Clamidia en todos los animales. Como algunas personas pueden infectarse por las gotas de Flüger (gotas de saliva) y los esputos, se debe aislar en forma estricta al paciente en el que se sospecha la enfermedad desde el punto de vista epidemiológico para evitar la exposición de quienes lo rodean o atienden al paciente.
    Los contagios interhumanos en general son muy peligrosos por su gravedad y por la tasa de mortalidad elevada.




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