23/08/2002
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Hacia donde vamos. Los próximos meses la situación de inseguridad en Colón puede agravarse. Se debe tener un plan de prevención para evitar situaciones extremas.En una reunión que tuvo el intendente Juan Carlos Lavatelli con funcionarios del Ministerio de Seguridad bonaerense en La Plata y ante los reclamos del jefe comunal sus intelocutores le señalaron mirando las estadísticas “La situación de Colón no es tan mala”.
Es verdad, en los últimos tiempos en nuestra ciudad se producen hurtos al “voleo” en diversas viviendas y la ola de robos calificados disminuyó signifi-cativamente. El robo de camionetas “por encargo” se habría frenado. La materia pendiente sería la creciente olas de robos y abigeato en la zona rural. Los delitos locales se centran en hurto de bicicletas, ciclomotores, lavaropas, garrafas, herramientas, pasacaset, neumáticos. La definición que podría caber tomando una frase popular “ son rateros de cuarta”.
Por otro lado mirando las estadísticas existe una bajo nivel de resolución de casos. Son decenas las cartas que llegan de los juzgados dando aviso que la causa se cerro por falta de pruebas.
¿Donde vamos?
El tema no es menor y significará futuros debates. ¿a dónde vamos con el tema de inseguridad?. En primer lugar, debemos determinar que está sucediendo en localidades de la región para saber que nos pasará en un futuro cercano. La ciudad de Pergamino está desbordada. Una fuente policial señaló que en una sola jornada hubo 18 robos calificados (asaltos a mano armada). Los delincuentes actúan con modernos vehículos o motos, están bien entrenados y están realizando inteligencia previa para determinar con precisión sus blancos. La gravedad es inusual y ya se mato a una persona de un balazo por un presunto ajuste de cuenta. En San Nicolás la situación es aún mucho peor. Los robos calificados con inusual violencia están a la orden del día.
El delito
En Colón los casi cuarenta robos calificados sucedidos entre el 2001 y 2002 fueron realizados por delincuentes locales. Los cacos como se dice en la jerga policial “ salían a bardear”. Esto es, sin una inteligencia previa que les permitiría ir a lo seguro.
En los últimos días la persecución policial hacia los delincuentes y la toma de medidas de prevención mucho más esmerada que se están llevando a cabo en otras ciudades de la región , puede derivar en un “traslado” de delitos hacia nuestra ciudad.
En este sentido, existen enormes sospechas que el asalto realizado contra Supermercado “Cerca”, situado en calle 15 no fue llevado adelante por delincuentes locales si no por una banda que se traslado desde Pergamino. Este sería el principio de una serie de ilicitos de similares características de no implementarse un plan de seguridad acorde a la situación.
Si la tendencia que avisoramos se cumple, los asaltos a mano armada en nuestra ciudad tendrán otra característica.
En primer lugar los malvivientes elegirán “blancos” que les reditué dinero fácil y sin que se pierda demasiado tiempo en llevarlo adelante. Las posibles víctimas podrían ser las cajas de supermercados grandes o medianos, entes recaudadores, mutuales o hasta algún banco chico o la Cooperativa Eléctrica.
Lo cierto es que en el futuro los robos calificados sucedidos en nuestra ciudad no tendrán solamente la característica de ser realizados por individuos encapuchados de poca experiencia que tenían como blancos a kioscos y almacenes y se llevaban solamente 30 a 40 pesos.
Secuestros express
Los secuestros express en nuestra región potencialmente son una amenaza. La detención de dos policías en Pergamino, oriundos del conurbano bonaerense y que estaban acusados de por lo menos un secuestro formando una banda con un comisario inspector de apellido Hernández dio pié a versiones extraoficiales. El grupo descubierto incluso se los relacionaba al celebre “Caso Peralta” ocurrido en el Jaguel.
Las versiones indicaban que delincuentes del conurbano realizaron tareas de inteligencia en la región sobre posibles blancos.
En San Nicolás se dio el primer caso en una ciudadana de nacionalidad venezolana. La cronica policial indica que mucha angustia tuvo que pasar una mujer muy joven, apenas 25 años de edad, de nacionalidad venezolana y empleada de la firma SIDERAR.
La chica se llama Liliana Bastía y a las 3,45 del viernes pasado, abandonó su alojamiento en el Hotel El Acuerdo para abordar un coche de alquiler proporcionado por una empresa de traslado ejecutivo.
Liliana Bastía iba a El Palomar donde en dicho sitio tenía que abordar un tour que la llevaría a conocer buena parte del sur de nuestro país.
Todo parecía ir bien hasta que en la esquina de Savio y San José de San Nicolás, dos sujetos interceptaron el servicio público y encañonaron al conductor, lo hicieron descender dejándolo abandonado a su suerte.
Uno de los malvivientes se hizo cargo del volante y partió con la venezolana a bordo.
Por suerte, el automóvil recorrió unas pocas cuadras, las necesarias para que la pasajera fuera despojada de todo lo de valor que tenía, unos doscientos pesos, presuntamente algo en dólares y 20 mil Bolívares.
Consumado el vil despojo, los malhechores liberaron a la chica de su cautiverio, abandonaron el automóvil y fugaron los tres en una motocicleta.
Un ejemplo menor de lo que puede ocurrir en ciudades de la región todavía alejada de esta problemática.
Malos policías
A la población les preocupa el accionar policial. Los ciudadanos saben que existe una mayoría de buenos policías, pero mezclados con ellos y usando uniformes se encuentran delincuentes comunes.
El primer paso para una buena prevención es “sacar” a estos malhechores del cuerpo policial y que la policía retome la confianza ciudadana. Las acusaciones no solo están en el conurbano bonaerense, si no también en nuestra región. La posibilidad de zonas liberadas para “piratas del asfalto”, abigeatos, asaltos, juego clandestino o incluso hurtos menores existen. Los niveles de tráfico de droga en nuestra región y la poca eficacia de la policía (bonaerense y federal) llama poderosamente la atención.
Por otro lado, y ante la posibilidad que la inseguridad se acreciente en las próximas semanas debemos tomar todos los recaudos. Un buena vigilancia policial en la ruta de acceso y una “inteligencia” para determinar si llegan delincuentes de otras ciudades son las bases de un plan preventivo.
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