23/08/2002
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Violencia los fines de semana. La escalada de violencia no tiene techo. El problema es de vieja data y parece que no tiene solución. Estamos al borde de una tragedia que no tendrá seguramente retroceso y que nos puede llevar al caos.¡Basta!. Es el reclamo de una sociedad que mira atónita los sucesos que se desencadenan cada fin de semana. Como periodistas no podemos mirar para otra parte o hacernos los desentendidos.
El poder político sin partidismo debe tomar en sus manos la solución y encauzar la situación. Los ciudadanos tanto sean jóvenes que salen con el único fin de pasar algunas horas con sus amigos, comerciantes que pierden dinero reparando sus locales de los destrozos y vecinos del sector céntrico que no pueden descansar.
El ultimo fin de semana por dichos de varios testigos la situación vivida en la zona céntrica fue preocupante y grave . Hubo vidrios rotos, grescas, chicos con heridas leves, balas de goma y por milagro no se quemó un patrullero con una pueblada incluida. En esta crónica no agregamos ni quitamos nada y solo relatamos lo que pasó según los testigos presenciales.
En el transcurso de la semana en diversos ámbitos se escuchaba la posibilidad de problemas y enfrentamientos en la zona céntrica. La profecía se cumplió minuciosamente. El viernes hubo una gresca callejera, una persona sufrió la quebradura de una pierna quedando internada en el Hospital Municipal. El domingo los agresores volvieron a buscar a otro joven que habría salido en defensa del lesionado. La búsqueda dentro de un bar céntrico encendió el grave episodio vivido.
Ineficacia
El trabajo policial solo puede encuadrarse con dos palabras “ineficacia absoluta” para controlar el desborde juvenil.
La primer alarma del descontrol aconteció el domingo de madrugada. Luego de una gresca y producto de un amontonamiento rompieron las puertas del Banco Credicoop, ubicada en calle 47 y 21. La primer reflexión es de donde salen las botellas de cerveza, debido a que la comercialización de la bebida alcohólica en este tipo de envase esta terminantemente prohibida por ordenanza municipal.
El lunes de madrugada la situación fue caótica. Los acontecimientos se habían desarrollado de la siguiente forma. Sobre el cierre de los lugares de expansión nocturna, dos jóvenes que buscaban a otro para “vengarse” intentaron ingresar a bar de 47 y 20.
Los jóvenes (tendrían antecedentes policiales) al encontrar cerrada la puerta se alteraron e ingresaron por la fuerza. Rápidamente agredieron con una botella al presunto buscado causándole heridas leves. Los exaltados muchachones comenzaron a pegar a los que estaban sentados en las mesas o haciendo tiempo en la barra. Los habitúes del local debieron escapar hacia la calle, aunque muchos (sobre todo mujeres) quedaron sin poder salir.
La policía habría tardado veinte minutos en llegar. Ante la falta de seguridad varios jóvenes que huyeron del local le reclamaron a la policía que intervenga y se lleve presos a los dos agitadores.
Los uniformados observaban desde afuera del local, los graves acontecimientos que se desarrollaban en el interior del salón y cuando los que agredían (eran solamente dos) salieron increparon a la autoridad duramente.
La policía en ese momento los podría haber detenido como se lo reclamaban a los gritos más de 50 jóvenes . Los revoltosos encararon a los agentes que (eran cuatro). Los uniformados dispararon balas de goma hiriendo a uno de los agresores en una pierna.
Los jóvenes comenzaron luego una raid por las inmediaciones rompiendo con piedras y botellas, los vidrios de la heladería de 47 y 20, panadería de 47 y 20 ypiedras y botellas, los vidrios de la heladería de 47 y 20, panadería de 47 y 20 y los cristales de una ventana de vivienda situada detrás de la terminal.
Los jóvenes regresaron al lugar original y volvieron a agredir a los que estaban observando los graves sucesos y que no participaban de los desmanes.
Esos chicos y chicas reclamaban hasta con insultos que los efectivos policiales detenga a los que causaban los desordenes poniéndoles las esposas.
Por último y ante la ineficacia policial varios jóvenes comenzaron a insultar a los agentes. Los revoltosos se fueron del lugar donde ocurrieron los hechos sin ser detenidos.
El nivel de tolerancia en la sociedad es cero.
AGRESIONES: El domingo de madrugada frente al nosocomio local hubo un accidente. Un auto conducido por oficial de la policía bonaerense atropelló a un ciclista. El policía se detuvo y auxilio a la víctima como correspondía. No obstante y por versiones de testigos el policía habría sido agredido por un grupo que circunstancialmente pasaba por el lugar y quería ser justicia por mano propia.
El domingo a la noche un vecino fue herido de un balazo en un pie. Oscar Pollini se encontraba lavando su camioneta frente a su domicilio de calle 52 entre 23 y 24. Al terminar la labor ingreso el vehículo al garage. Tomó la escoba y comenzó a barrer el piso. Al levantar la cabeza observó a dos individuos encapuchados y armados en la puerta del pequeño salón.
El vecino iba a ser víctima de un asalto. Sin pensar se abalanzó sobre ellos recibiendo un disparo en el pie. Los ladrones huyeron mientras Pollini los perseguía. Los cacos con total frialdad dispararon dos veces más. Una bala se perdió y la otra le paso rozando la cabeza.
Los hechos sucedieron en nuestra ciudad . La población está indignada y es hora de parar este espiral de violencia antes que nos arrepintamos.
El primer reclamo es para el poder político local y al ejecutivo comunal para que con medidas efectivas encauce la situación. En segundo lugar pedir a la policía efectividad y eficiencia y por último (esto lo vamos a seguir a rajatablas) que ningún dirigente político local llamase como se llame y ocupe el cargo que ocupe, trate de interceder en La Plata o Colón por tal o cual lugar de expansión nocturna. Y que además interfiera con la labor policial cuando llevan alguna persona detenida por realizar disturbios.
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