26/07/2002
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A tener cuidado, por cuento del tío
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El sábado a la tarde se habrían dado varios casos. La situación habría acontecido con vendedores ambulantes que utilizan un sofisticado método para ingresar a viviendas.
El sábado recorrieron las calles de Colón vendedores ambulantes ofreciendo diversas mercaderías entre ellas broches y lapiceras. Según pudimos saber en una casa ofrecieron broches. El propietario se negó a adquirirlos y luego la “vendedora” le pidió un vaso de agua.
El hombre dejo la puerta entreabierta y requirió a su esposa que se lo trajera.
La “vendedora” apenas tomó unos sorbos del vaso y se alejó del lugar.
Poco después la familia intentó cerrar la puerta de ingreso a la vivienda y la misma giraba al vacío (la llave daba vuelta normalmente) pero la puerta no quedaba trabada.
El hombre revisó la cerradura y se encontró que le habían puesto una pequeña alambre ( muy corta y con un sofisticado trabajo)que trababa el dispositivo de la cerradura al estar enganchado.
Al sacar el pequeño alambre nuevamente la cerradura funcionó normalmente.
La hipótesis
La hipótesis es que la mujer puso la alambre trabando el sistema con el resultado que al girar la llave la misma lo hace en vacio (como si pareciera que cerrara).
Seguramente la familia (era las dos de la tarde) cuando se retirará de la vivienda algún lugar (plaza, Lago Municipal o simplemente dormir la siesta) habría pensado que cerraba la puerta y los delincuentes habrían podido entrar sin dificultad para buscar objetos de valor.
El intento frustado revela que la “vendedora” además debía actuar con un grupo de apoyo encargado de ingresar y “limpiar” la vivienda. Además debía tener como apoyatura un vehículo para cargar la mercadería robada.
El alambre utilizado que trabó el dispositivo es de lo que habitualmente se usa en los clips y tenía una pequeña curvatura realizada especialmente para trabar el sistema de la cerradura.
La “vendedora” además en otros lugares habría realizado la misma maniobra, pidiendo algo para comer y otros vasos de agua.
Colón Doce recomienda no abrir la puerta a vendedores ambulantes y ante un pedido de estas características una vez abierta, volverla a cerrar y llamar a la policía.
Prevención
En el pasado varias casas fueron escruchadas y los propietarios no se explicaban como ingresaban al lugar. En el verano de 2000 hubo una “ola” de delitos de estas características. En una ocasión en un “scruche” de una vivienda realizado en calle 20 entre 48 y 49, se habría identificado un Renault 12 color verde claro. El vehículo podría ser propiedad de conocidos delincuentes de Wheelwrigth, aunque la investigación no llegó a buen puerto, siempre se sospechó que los casos ocurridos en nuestra localidad se originaban con organizaciones que venían de otras ciudades.
El sábado los “vendedores” no eran de Colón.
Cabe destacar que la policía de nuestra ciudad fue rápidamente avisada por los afectados, aunque no se conocieron detenciones.
La medida preventiva más efectiva es identificar a toda persona “sospechosa” que no es de nuestra ciudad y además “tirar” a ver si tiene antecedentes policiales.
La descripción dada hace sospechar es que la banda que actúo el sábado es altamente especializada. También se puede dar la situación que la supuesta “vendedora” al pedir el vaso de agua o comida haga que la víctima vaya hasta la cocina y al quedar la puerta abierta aproveche para apoderarse de objetos de valor que quedan a mano.
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