12/07/2002
Así no se puede: “Medicamentos fatales”
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En la Argentina de la creciente pobreza, los laboratorios ganan cifras fantásticas. Colón Doce salió a preguntar a los farmacéuticos locales el precio de los medicamentos de marca y cuanto costarían si fueran fabricados en Colón. Existen comparaciones indignantes.
En la Argentina de la pobreza y la distribución injusta, todavía existen laboratorios medicinales que tratan de llevarse el poco dinero de los asalariados.
Es bueno que sepan estos capitales y sus “protectores” que un nuevo país viene marchando para cambiar la actual situación y hacerlo por lo menos más digno.
El contexto donde “venden” los medicamentos los grandes laboratorios medicinales (la mayoría de capital extranjero)es desesperante. Cabe recordar el contecto donde el capitalismo feroz se “mueve”: en la actualidad y desde la devaluación, el impacto del aumento de precios en el rubro alimentos y bebidas sobre la canasta básica provocó un aumento del 50% en la línea de indigencia.
Una de las razones es porque la cantidad de indigentes que, hasta diciembre del año pasado, vivía con ingresos menores a $ 60,46 por persona, hoy necesita, por lo menos, 90,69 pesos para subsistir, según datos de la consultora Equis.
Los cantidad pobres —es decir quienes actualmente viven con menos de 212,21 pesos de ingresos (por ejemplo,un adulto de entre 30 y 59 años)— subió el 42%.
La razón que explica este movimiento socioeconómico está relacionada con una mayor asignación del gasto de los hogares más pobres al rubro alimenticio, en un contexto en el que todavía no se registraron fuertes subas en las tarifas de los servicios.
Según la misma consultora, 49 de los 50 productos que componen la canasta básica alimentaria (CBA) (utilizada para determinar la línea de indigencia) sufrieron importantes aumentos en sus precios. Entre estos se destacan los de las papas, la leche y el pan (69, 51 y 36% respectivamente) que concentran el 40% de la canasta.
En la Argentina, hoy, el 51,4% de la población (18.219.000) vive bajo la línea de pobreza, de los cuales el 66,6% son menores de 18 años. En tanto el 21,9% (7.777.000) es indigente.
Los remedios
Colón Doce con la ayuda de farmacéuticos locales inició una investigación sobre los precios de medicamentos que debe pagar la población y que son fabricados por los laboratorios medicinales.
El primer ejemplo es el jarabe Benadryl. El remedio es muy usado en invierno (sobre todo por la población infantil). El Benadryl tiene un precio en farmacia de $ 21.90.
El farmacéutico consultado por este semanario puede fabricarlo fácilmente comprando las droga activa a un costo de $ 2.85.
Los precios serían los siguientes: la droga activa denominada Difenhidramina cuesta 0.70 centavos los 100 miligramos. Para fabricar un frasco de 250 cc se debe usar un total de 250 miligramos. Entonces el costo total con el principio activo (el que cura) es de $ 1.75.
El jarabe que tiene el preparado del medicamento puede ser adquirido en laboratorio costando $ 11 el litro. Los 100 mililitros necesarios costarían $1.10 .
En este sentido, todavía existe una variante más económica. El jarabe puede ser fabricado por el propio farmacéutico. La fórmula es azúcar más agua. Un kilo de azúcar cuesta $ 1 en cualquier supermercado.
Los 100 cc cúbicos necesarios para el jarabe saldrían de costo 0.10 centavos.
El frasco para envasarlo y entregárselo al cliente sale solamente $ 1.
El costo total del medicamento hecho en nuestra ciudad sería:
Difehidramina------- $ 1.75
Jarabe----------------- $ 0.10
Envase---------------- $ 1.00
Total de costo--------$ 2.85 El precio se contrapone contra los $ 21.90 que cobra los grandes laboratorios para fabricarlos.
Otros ejemplos
Un medicamento muy usado por los colonenses para prevenir picos de presión es el Losacor x 30.
El costo en farmacia de la marca fabricada por los laboratorios medicinales es de $ 66.20.
Las farmacéuticos de Colón pueden fabricarlo a un costo de $ 15.
La droga activa es el Losartan. El remedio lleva exactamente un gramo y medio y tiene un costo de $ 12.80.
Los otros componentes son lactosa, almidón de maíz e incipiente que tiene un costo total de $ 2.
El precio final es $ 14.80 contra los 66.20 que digitan los laboratorios medicinales.
También investigamos el precio del Amixen Plus. Un antibiotico muy usado y de buen resultado. Los laboratorios lo cobran $ 21.50 y los farmacéuticos lo pueden fabricar por $ 4.80.El principio activo es el diclofenac potásico. El costo de la droga es de 0.60 centavos los 100 gramos.
El último caso que brindaremos es el Pomex que tiene un costo en mostrador de $ 105.30 y que los farmacéuticos podrían fabricarlos a un precio de $ 20.
Son medicamentos que se pueden fabricar en farmacias o en el Hospital Municipal (están todas las instalaciones) haciendo ahorrar dinero a la población y asegurando uno de los grandes derechos que tenemos: la salud.
Genéricos
Como es de dominio público, en la provincia de Buenos Aires acaba de promulgarse la Ley 11.405, que autoriza la prescripción de medicamentos por su nombre genérico o denominación común internacional.
Bien podría afirmarse que esta es una Ley social, que viene a paliar el padecimiento de millones de argentinos que no están en condiciones de atender su propia salud, ya sea por el flagelo de la desocupación o por los magros salarios, jubilaciones o pensiones que reciben.
Se supone que, favorecidos por esta legislación, podrán acceder a los medicamentos que hoy en día, por su nombre comercial, les son inaccesibles, pero que, por su nombre genérico, tienen una notable diferencia de hasta diez o veinte veces menor, respecto a su precio.
Como era de esperar, los laboratorios, afectados en sus intereses y en sus ganancias han salido a la palestra con el fin de descalificar esta iniciativa y tratando de instalar la duda entre la gente. E hora que cada uno hagamos respetar nuestros derechos y acabar con uno de los grandes “negociados” que todavía quedan en la Argentina.
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