10/05/2002
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Gran expectativa por juicio oral
Colón Doce fue recibido por la jueza que tomará parte del juicio oral y público que se realizará en nuestra ciudad. Cerrado hermetismo en la Cámara Federal. Declararán numerosos testigos.
La expectativa que existe en la justicia rosarina por el juicio oral y público que se realizará en Colón el 4,5 y 6 de junio próximo es muy grande. Mientras una cronista de Colón Doce se acreditó para entrevistar a uno de los jueces que se trasladarán a nuestra ciudad, un camarista pidió el expediente desde una oficina y un empleado judicial contestó «¡¡Como estamos con Marchioni!!».
El movimiento del trámite judicial que está programado será muy grande, habrá fiscal, abogados, empleados y jueces que deberán radicarse por tres días en nuestra ciudad.
Según explicó la magistrada del Tribunal Federal Nº 1, Dra Laura Inés Casiday no es frecuente que se produzca una situación de tal envergadura. En el historial de la Cámara Federal de Rosario existen dos casos anteriores. El primero de ellos sucedió en Campana y el restante en la ciudad de San Nicolás.
Según nos señaló durante el enjuiciamiento al ciudadano chileno de apellido Marchioni, desfilaran por el estrado numerosos testigos. Entre los declarantes habrá médicos del Hospital Municipal e incluso menores de edad.
La seguridad que rodeará al juicio oral será extrema y el operativo estará a cargo de el comisario Roberto Silva.
Una fuente confiable además nos señaló que existen testigos que tendrían miedo a algún tipo de represalias.
Los restantes camaristas que se trasladarían a Colón serían Dr. Osmar Paulucci y el Dr. Santiago Harte. El fiscal general del Tribunal Oral Federal es el Dr. Eric Frank Warr.
La causa
La jueza no quiere dar mayores datos y obligó a Colón Doce a realizar una exhaustiva investigación. La causa se inició por denuncias de progenitores colonenses y por artículos de medios de prensa donde se hacían mención de aumentos alarmantes en la comercialización de estupefacientes en nuestra ciudad.
El Comisario Roberto Silva, habría recortado los artículos de medios gráficos y recibidos las denuncias, iniciando un sumario judicial, dando participación al juez Federal de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzzo.
El tema central de la causa judicial sería la aparición de varias menores en distintos lugares de la ciudad con sobredosis de alcohol y drogas.
A fines de febrero de 2001, la policía de Colón ubicó a una menor de 14 años en un deplorable estado. La adolescente sin sentido se encontraba recostada sobre un banco de plaza San Martín. Fue remitida al Hospital Municipal donde rápidamente recibió la atención de médicos y personal técnico en la problemática de el consumo de estupefacientes.
Más casos
Entre febrero y marzo de 2001, hubo por los menos cuatro casos de sobredosis en nuestra ciudad protagonizados por adolescentes.
Los meses transcurrían y llegó el invierno. Los casos seguían convulsionando la ciudad. El último episodio habría acontecido en calle 42 y 25. Un empleado de la Escuela Fortín de las Mercedes habría encontrado a una menor tirada en una zanja. La temperatura a esa hora de la noche era muy baja y de no haber existido la casualidad, la adolescente con sobredosis de alcohol y estimulantes seguramente hubiese muerto de frío.
Las autoridades del Centro de Prevención estaban alarmadas. La edad de ingreso al consumo de estupefacientes también había bajado en Colón y una nena de 12 años habría entrado en tratamiento.
Labor policial
La policía de Colón comenzó a “caminar” el caso y habría en este punto habría habido denuncias de progenitores colonenses. Las tareas de inteligencia dieron resultado y se logró ubicar la vivienda donde vivía el enjuiciado con sus hijas y donde se reunían otras menores.
Según señalan las fuentes investigativas, las menores que habrían sufrido sobredosis de estimulantes concurrían habitualmente a esa casa e incluso se señalaría que una menor que se podría haber escapado de su familia habría estado en ese lugar durante un tiempo.
Los indicios se habrían ido acumulando y la causa judicial se engrosó. El juez Carlos Villafuerte Ruzzo habría ordenado los allanamientos respectivos.
En este sentido, la policía de Colón ingresó a la vivienda del ciudadano chileno y En este sentido, la policía de Colón ingresó a la vivienda del ciudadano chileno y revisando sus pertenencias encontró marihuana escondida en una riñonera.
El estupefaciente habría sido de máxima calidad.
La policía habría tenido indicios de la cadena de comercialización y habría puesto sus ojos sobre los posibles abastecedores del chileno. Incluso en su momento se habló de un teléfono celular que serviría de comunicación entre el dealers y los proveedores de marihuana.
Prisión preventiva
La causa judicial siguió su curso y el juez Villafuerte Ruzzo dictó la prisión preventiva del ciudadano chileno. Según pudimos saber existiría una causa judicial anterior relacionada con estupefacientes aplicando el magistrado la correspondiente sumatoria.
La defensa apeló la medida y la causa judicial recayó en la Cámara Federal de Rosario.
Por otro lado tenemos conocimiento que incluso en un momento dado el magistrado nicoleño habría estudiado la deportación a su país de origen de Marchioni.
Una vieja historia
La historia del procesado no es nueva. Según se pudo saber el recordado Padre Denis Firpatrick intentó hace 12 doce años la recuperación del ahora acusado. Por esa época habría sido simplemente un consumidor y su estado de salud hacía peligrar su vida. Los esfuerzos del sacerdote llegaron al extremo de tramitar la internación del enfermo en un Centro de Recuperación de Drogadependientes, ubicado en la ciudad de Morón.
El cura incluso llegó a visitar al ciudadano chileno, para asistirlo espiritualmente.
Al regresar a Colón, el joven parecía haberse recuperado, pero nuevamente por los indicios que se presentaron a la justicia su estado se agravó llegando incluso –como se lo acusa- a vender presuntamente drogas.
El 4,5 y 6 de junio se sabrá la verdad y posiblemente este caso emblemático sirva para reflexionar sobre la grave problemática que atraviesa la ciudad de Colón con respecto a la comercialización y consumo de estupefacientes.
La punta de un iceberg estará ante nuestra vista pero la Justicia Federal parece ir por más y tal vez este juicio oral y público sea una bisagra en nuestra historia como ciudad.
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