03/05/2002
 |
Contacto de segundo tipo
Entre fines de marzo y principio de abril la ciudad de Colón se conmovió. Centenares de convecinos observaron extraños objetos en el cielo. Colón Doce pudo constatar que por lo menos cuatro colonenses observaron extraños seres color naranja.
El primer avistamiento de un ovni fue realizado por cuatro adolescentes apostados en una quinta cercana al paraje denominado “El Triángulo”. Carlos Luna uno de los testigos dio detalles sobre la inesperada aparición de un objeto metálico luminoso.
En forma posterior hubo tres oleadas masivas de “platos voladores”. Los objetos luminosos se podían observar en el noventa por ciento de los casos en dirección a la localidad de Sarasa. La presencia de los ovnis se debe haber reportado en toda la región. En este sentido, cuatro colonenses –uno de ellos integrante del Foro de Seguridad- fueron en excursión de pesca en cercanías de la localidad de Vedia. Uno de los presentes contó a cronista de Colón Doce que: “ No salían del asombro al ver surcar lentamente el cielo a un objeto luminoso de grandes dimensiones y cuyas medidas excedían los límites de la normalidad”.
Las dos posturas
En Colón existen dos posturas sobre la aparición de los ovnis. Los descreídos o “cientifistas” argumentan que todo se trató de un fenómeno atmosférico.
El mismo fue producto del reflejo que realiza el sol poniente sobre los espejos de agua y que se proyecta en los nubarrones que por esos días cubrían el horizonte. Los que creen en seres extra-terrestes dieron por sentado que los discos eran naves tripuladas que provenían del espacio exterior. En plena “oleada” de ovnis hubo dos versiones de contacto de segundo tipo (cuando se avistan seres vivos).
Colón Doce pudo chequear ambos testimonios aunque las personas prefirieron el anonimato por miedo al ridículo. El primer avistamiento de seres vivos se realizó en cercanías del Puente Santamarina.
En la ocasión dos adolescentes –conversamos con uno de ellos- observaron un objeto oscuro que se acercaba hacia ellos y se posó a 100 metros. Según los jóvenes de la “supuesta” nave descendió un ser bajo, color naranja. Los pescadores huyeron asustados y contaron la experiencia a dos amigos y luego con mucha insistencia de nuestra parte a Colón Doce. La historia podía pasar desapercibida o producto de la fantasía de dos adolescentes.
Pero la segunda historia confirma la primera y por eso nos “animamos” a publicar ambas. Una pareja mayor se dirigía por un camino de tierra desde la zona de Merceditas hacia la Ruta Nacional Nº 8. El hombre relató que unos 800 metros antes de llegar a la cinta asfáltica avistó una luz muy fuerte.
La misma descendió en lo que sería una pequeña laguna formada por las lluvias constantes que había por esos días. El descenso se habría producido a unos 70 metros del camino y el matrimonio pudo ver a dos seres naranjas, bastante diminutos y que se desplazaban con agilidad cerca de la “presunta” nave extraterrestre.
Los colonenses muy asustados siguieron viaje. Al llegar a la cinta asfáltica pudieron divisar un pequeño resplandor en la zona del avistamiento.
|
|
|