12/04/2002
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Un menor mata a ladrón
Un menor de 17 años dio muerte de un escopetazo a un joven que había ingresado a su domicilio presuntamente con fines de robo.
En la madrugada del miércoles, en una granja ubicada en calle 27 y 64 de Colón, un menor de 17 años dio muerte a otro cuando intentaba robar en su propiedad.
Los hechos se sucedieron de la siguiente forma. El adolescente de nombre Carlos, siendo las 4.15 descansaba en su cama y al escuchar ruidos en un gallinero aledaño, se levantó, tomó una escopeta calibre 28 –herencia de su abuelo- y salió de la vivienda. En medio de una profunda oscuridad alcanzó divisar tres siluetas que se movían.
El joven disparó al bulto y avisó a su madre. Los ladrones se alejaron y poco después uno de ellos cayó muerto.
Según una versión, la progenitora alcanzó a divisar varias siluetas que corrían cargando un bulto sobre sus hombros.
Poco después y alejado el peligro, madre e hijo se dirigieron a descansar tratando de no despertar a otros dos hermanos de 11 y 14 años.
Siendo las seis de la mañana, la guardia del Hospital Municipal recibió el cuerpo sin vida de un menor de 17 años que tenía el impacto de escopeta en el pecho. La autopsia realizada por el médico policial reveló que un perdigón había destrozado la vena aorta produciendo una hemorragia que le causó la muerte.
Una fuente confiable de la investigación, reveló que el menor de 17 años recibió el impacto de la escopeta e intentó escapar, cayendo pocos metros más adelante.
Los compañeros –uno de ellos herido en la cara- lo cargaron sobre sus hombros y caminaron casi tres kilómetros para depositarlo en el nosocomio local.
La causa fue caratulada “Homicidio en ocasión de robo” y quedó bajo jurisdicción de la jueza de Pergamino Diana Jure.
Siendo las 6.30 de la mañana y luego de la declaración realizada por los compañeros de fechorías del muerto, la policía se dirigió a la granja deteniendo al joven que realizó el disparo mortal cuando se preparaba para concurrir a la escuela Técnica donde cursa sus estudios.
Una historia llena de sacrificios
Carlos – el joven que efectuó el disparo- es un joven de 17 años que vive junto a su madre y dos hermanos menores de 11 y 14 años. El padre falta de su hogar hace muchos años y desde muy chico debió hacer frente a las tareas que lleva mantener una pequeña chacra.
En el lugar se puede observar la cría esmerada de patos, ganzos, gallinas y ovejas.
El adolescente antes de ir a la escuela “Fortín de las Mercedes” atiende sus responsabilidades y luego camina más de tres kilómetros por las vías del tren para asistir a clase.
Carlos, está en tercer año del polimodal y es abanderado de su curso. Las notas en el boletín son excelentes y en los últimos años solo faltó un día: cuando la realidad lo enfrentó a la justicia por la muerte de un menor de su edad.
La otra cara
La otra cara de la tragedia es la del joven muerto. El día en que murió cumplía 18 años y algunas versiones indican que había ido a hurtar pollos y conejos para festejar el acontecimiento.
Por otro lado, los mayores que acompañaban al fallecido en la excursión delictiva tenían antecedentes por hechos similares.
Colón Doce en su última edición en la página 3 y bajo el hurto de “Robo famélico” en una parte de la extensa nota haciendo referencia al incremento de robo de gallinas, conejos , vacunos y porcinos, decía: “Solamente podemos alertar que la problemática debe solucionarse de inmediato. Porque de no ser así, puede imperar “La justicia por mano propia” con las consecuencias desgraciadas que esta actitud tendrá en la población.
ULTIMO MOMENTO! Quedó en libertad el menor
La jueza Diana Jure dejó en libertad al adolescente que disparó el escopetazo. Le asignó una custodia en la vivienda de 27 y 64.
Según una fuente confiable Carlos –el chico acusado- declaró el miércoles ante la jueza Diana Jure e inmediatamente fue puesto en libertad. Los acontecimientos luego de la detención del muchacho se sucedieron de la siguiente forma: En la mañana del miércoles las autoridades del colegio aportaron datos sobre el joven que estaba detenido a la instructora judicial. Las declaraciones de los educadores fueron de alabanza hacia el educando y reflejaron una personalidad del joven sumisa, respetuosa, responsable y estudiosa.
Pasado el mediodía Carlos fue trasladado hasta Pergamino donde se le leyeron los derechos que le podían asistir, incluso que se podría negar a declarar.
El adolescente señaló que quería decir lo que había ocurrido y así lo hizo ante la Dra. Diana Jure. En el relato según fuentes confiables el chico colonense dijo como se sucedieron los acontecimientos.
La síntesis de los descripto es la siguiente: Siendo las 4.15, el joven sintió ladrar a los perros. La madre se levanta y le avisa que había personas en la zona del gallinero. Carlos, toma la escopeta calibre 28, camina fuera de la casa unos 20 metros y dispara al bulto.
El chico siente que varias personas corren en dirección a El Arbolito. Deja pasar unos 15 minutos y cuando piensa que los intrusos se alejaron entra a la casa mira el reloj y se acuesta.
Al las seis y treinta de la mañana se levanta y se apresta para dirigirse a la escuela “Fortín de las Mercedes”. Lo primero que hace es sacar el ciclomotor para ir por las vías- había mucho barro- y observa un patrullero que se acerca pero no le llamó la atención. Poco después lo detiene la policía.
En la declaración se habría producido un dialogo particular entre el joven detenido y la jueza. El adolescente en su relato le contó a la funcionaria que al escuchar los ruidos salió en oscuridad y caminó 20 metros hasta cerca del gallinero. La magistrada lo habría retado en tono maternal diciendo:
“ Te podrían haber hecho algo, eso no se hace hay que tener más cuidado”
Los intrusos
Los intrusos según una versión cargaron al herido al hombro hasta la planta urbana y luego habrían utilizado un vehículo para trasladarlo al Hospital Municipal. En su declaración habrían reconoció que habían ingresado con fines de robo a la quinta de 27 y 64.
En los próximos días volverían a declarar en el juzgado de menores y en estos momentos se encuentran en libertad.
Por otro lado, se supo que el padre de Carlos no sabría todavía el drama vivido por su hijo.
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