12/04/2002
¿Tendrá éxito la reapertura?
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El matadero comenzó sus actividades
La empresa «Nuevo Colón» comenzó sus actividades. El contexto de mercado de la carne no es el mejor. Colón Doce inició una serie de averiguaciones en esta nueva etapa.
El contexto económico de la reapertura del Matadero «Nuevo Colón» no es el mejor. El mercado de la carne tiene nuevos objetivos que repercuten en el consumo interno.
En el país y a partir de l989, existen más de un centenar de plantas faenadoras cerradas de las características que tiene la empresa local. Las necesidades políticas (algunas económicas de corto plazo) en muchas ocasiones hizo fracasar este tipo de emprendimientos. Los ejemplos sobran y la lista abarcaría una larga página de frustraciones.
Los mataderos municipales fueron en muchas ocasiones “cautivos” de la ine-ficacia del control político y sirvieron para negociados espurios.
En octubre de l991, el matadero Municipal de Colón fue clausurado. Se supo que se faenaron miles de por-cinos que no se habrían registrado en los respectivos contralores nacionales, evadiendo de este modo la tasa de faena (Senasa, Junta Nacional de Carnes) y provinciales. Los vacunos faenados no fue debidamente declarados en los libros de entrada y salida de hacienda, romaneos y listas diarias de matanza. Lo que es más grave aún, el matadero no estaba habilitada para faenar porcinos. La planta faenadora pudo funcionar gracias a la evasión impositiva. En 1993 la habilitación de los concesionarios había caído y según tenemos entendido en ese periodo se realizó matanza durante algún tiempo. La maniobra de aquel entonces habría abarcado también la faena de vacunos que no tendrían reunidos los requisitos de registro para el pago de tasas nacionales y provinciales, siendo además la Comuna de Colón perjudicada en miles de dólares.
Para comprobar nuestros dichos, solamente se debe dar lectura al acta de clausura firmada por inspectores de la J.N.C e incluso por personal de Gendarmería Nacional.
Un poco de historia
El actual escenario en el mercado de carnes no hace pensar que a mediano e incluso a corto plazo el empren-dimiento actual tenga éxito.
Los cálculos previos a veces en manos inexperimentadas pueden costar caro, y más en un rubro como la comercialización de carnes.
Los mataderos municipales nacieron por necesidad de “romper” monopolios en el comercio de carne vacuna en distintas regiones del país. Además de abastecer (en ciertos casos) lugares de difícil acceso. La propia competencia existente ( en alguna ocasión con más de 700 plantas proce-sadoras) y la modernización de los transportes y rutas de acceso, determinó que las dos premisas caducarán.
La ineptitud de los gobernantes y los negociados espurios hizo que muchas de las plantas siguieran abiertas a costa de las arcas municipales. En un momento, el funcionamiento para poder competir se realizaba en base a controles sanitarios ineficaces y manejados por la corrupción política de turno. El caballito central de las plantas municipales para poder funcionar era la evasión de impuestos (faenas en negro).
En otras ocasiones servía para evadir un porcentaje de impuestos al realizar la denominada matanza “caballito”. Lleva esta denominación cuando un determinado abastecedor o carnicero matarife no tiene matricula y faena a nombre de la matricula del frigorífico.
Pero lo más grave de algunos mataderos municipales que eran deficitarios en contralores (sobre todo nacionales) es que fueron utilizados por la “mafia” de los proveedores del Estado. El tema era simple: Los proveedores firmaban convenios con (cárceles, comedores etc.) para abastecerlas. En el contrato se debía respetar categorías de vacunos (vaquillonas y novi-llitos) y cierta cantidad de kilos. En muchos casos se faenaron por ejemplo vacas correntinas de conserva que pesaban 65 a 70 kilos la media res y se realizaba la papelería y la clasificación como si fuera vaquillonas con buenas tipificaciones.
A está práctica debe agregarse la maniobra de poner “kilos de más por media res” y que eran anotadas en los romaneos correspondientes. La mafia de esta manera obtenía exorbitantes ganancias a costa de los presos y niños que concurrían a los comedores.
El presente
En la actualidad el precio de la compra de hacienda se ve presionada por la necesidad de exportar de las grandes plantas. Las cuotas Hiltón y los cortes exportables de cuarto trasero (cuadril, peceto, lomo, bife angosto, bola de lomo, arañitas etc) permiten a los Frigoríficos -entre otras cosas- liquidar sobrantes de exportación en el mercado interno.
Además la suba del cuero, y menudencias vacunas (corazón, hígado, mollejas, centros de extraña) permite pagar un recupero abultado a los usuarios que faenan en las plantas expor-tadoras y por escala de producción también utilizan la misma metodología las consumeras.
El famoso “recupero”, es un pago que realiza la empresa frigorífica a los usuarios (carniceros matarifes o matarifes abastecedores) por animal faenado y que permite bajar el precio del kilo de carne viva en el mostrador u obtener mayor rentabilidad.
El usuario a cambio debe dejar el cuero y las menudencias.
Estas prácticas el Matadero “Nuevo Colón” por una cuestión de escala y por no exportar, no las puede realizar y le será imposible competir.
Cultural
Por otro lado, al precio que los vacunos en pie tienen en los distintos mercados (Remates ferias, Estancia, Mercados concentradores) esta regida por leyes de mercado. El vacuno comprado a un rendimiento promedio del 54 por ciento en hacienda buena y pagando los impuestos correspondientes, hacen que el ex matadero municipal estaría vendiendo la carne a valores iguales o superiores a los que ofrecen los abastecederos que ingresan a nuestra ciudad.
Las diferencias son varias. La calidad de la carne de los grandes frigoríficos por proceso de maduración, proceso de electrificado tendrá mejor calidad que la del matadero y el consumidor lo sabe. Además a los carniceros ( salvo aquellos que por folklore lo realizan) saben que salir a comprar hacienda lleva su tiempo y que ese tiempo vale horas- hombres en el comercio de su propiedad.
Las descriptas son solo algunas de las causas que hicieron que los mataderos municipales sean inviables y que solamente pudieran funcionar con grandes evasiones fiscales para que cerraran los números y pudieran competir en un mercado abierto.
Otros datos
Las condiciones de mercado por la que fracasó el firma “Nueva Colón” se agravaron. La empresa solamente puede comerciar en la provincia de Buenos Aires. El bonaerense un territorio por concentración de empresas frigoríficas y abastecedores demasiado «trillado».
Por otro lado -según versiones- la sociedad “Nueva Colón” habría ter-cerizado a otro grupo económico la responsabilidad del funcionamiento de la planta. El dato no es menor y debe corroborarse. Las experiencias en los últimos tiempos en nuestra ciudad no fueron buenas con empresarios “aventureros” y bueno sería saber a quién se tercerizó el servicio de matanza, si es que la versión que circula es verdadera. Se debe tener en cuenta que en lo comercial el mercado de la carne es muy “volátil” y en poco tiempo nos podríamos encontrar con sorpresas no queridas.
En cuanto a porcinos la planta de “Nuevo Colón” no tiene habilitación para faena y deberá realizar mejoras, además de los trámites respectivos para conseguirla.
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