22/03/2002
Nadie es profeta en su tierra
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Colon Doce estuvo en el consulado de Italia en Rosario. El testimonio de los argentinos que quieren irse. La opinión del cónsul. Una realidad actual que debemos cambiar
Desocupación a niveles preocupantes. Crisis en el campo. Recorte presupuestario educativo. Inseguridad en las calles. Miles de chicos mueren de hambre, miles de familias no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas. La desesperanza crece en un pueblo que es castigado día a día. Los recortes y ajustes siempre tienen como objetivo un mismo blanco: la clase trabajadora. El futuro es incierto y el presente consecuencia de muchos años de malas decisiones políticas que nos arrastraron a esta situación de crisis económica y social.
En este contexto nos encontramos los argentinos. Y esto va acrecentando un fenómeno en los últimos tiempos, el recurso que todos esperan como solución a sus problemas: los ciudadanos del país quieren emigrar en busca de un destino mejor.
El proceso se revierte. A principios de siglo nuestros abuelos o bisabuelos llegaban a nuestra tierra con la valija cargada de sueños y con un propósito “Hacerse la América”. Venían escapando del hambre y de las guerras. Para ellos tampoco fue fácil. Tuvieron que pelear duro, trabajar en tareas muy pesadas. Nadie les regaló nada.
Así fueron construyendo una nación digna. A base de esfuerzo y sacrificio. Hoy sus nietos hacen largar colas en las embajadas porque creen que deben “volar” hacia una tierra que les brindará posibilidades aquí negadas.
Los que se van
¿Qué lleva a los jóvenes a buscar abandonar su país? Son hijos de un modelo económico y social de hambre y entrega. Los que tienen la posibilidad de poder acceder a un estudio terciario o universitario no forman un porcentaje elevado de la población. Los que estudiaron se encuentran que, al traspasar los umbrales educativos, se chocan con una sociedad que no esta preparada para insertarlos labo-ralmente.
Es por eso que muchos hacen extensas filas frente a la embajada de Italia o España o buscan conseguir una Visa para los Estados Unidos. Enfrentan el calor, las lluvias, el cansancio.
Es la medianoche de una jornada de un calor agobiante. Frente a la embajada de Italia en Rosario (que se encuentra frente al Parque Independencia) la gente ya está haciendo cola en busca de guardar un lugar para solicitar un turno.
La imagen es irrisoria. En la vereda de enfrente (la del Parque) un grupo de personas están apostadas con sus reposeras, sus mates, gaseosas, la comida que algún familiar les alcanza. Esperan por su número. Un turno que les será dado para mediados del 2004. Pero no les importa.
Patricia tiene 28 años, es rosarina y hace 1 año que está desocupada. Trabajaba en un comercio de la ciudad que, debido a la crisis, tuvo que cerrar sus puertas. “No le veo salida a esto. Hace meses que busco trabajo y no encuentro. Gracias a Dios mis viejos me dan una mano, pero ¿y si tuviera que mantener una familia?”
Su caso es similar al de los otros integrantes de la fila. Omar tiene 45 años. Hace unos meses lo despidieron de la fábrica en que trabajaba por “reducción de personal”. Así explicó su situación a Colón Doce: “A mi edad, ¿vos crees que alguien me va a dar trabajo? Soy muy viejo para este sistema. No me queda otra...”
Los testimonios se suceden casi iguales. Todos buscan poder encontrar en la tierra de sus ancestros lo mínimo que aquí se les niega: un trabajo.
Sin embargo las cosas no son tan fáciles. El cónsul de Italia en Rosario expresó en un reportaje que “hay que pensarlo no una, sino diez veces antes de irse”. Advirtió también que son muchos los obstáculos que los argentinos encuentran al llegar allá. Además explicó que “van a hacer trabajos que aquí no harían nunca en su vida”.
El desarraigo es otro de los problemas que a muchos les cuesta superar. Según Martín, de 26 años, de paseo por Rosario y residente en Madrid, “es una angustia muy grande el estar lejos de tu país, tus amigos, tus costumbres”
Aquellos que deseen obtener información acerca de los trámites para solicitar la ciudadanía italiana pueden recurrir en Rosario al Consulado General de Italia, ubicado en las calles Montevideo entre Balcarce y Oroño. El teléfono es (0341) 4407020/21/22 y el Fax es (0341) 4258189
La dirección en Internet es www. consit_rosario.org.ar
Luchar por un país mejor
La Argentina sufre la peor crisis de su historia. Es cierto, nadie lo puede negar. Pero, ¿vale la pena dejar nuestra familia, nuestros amigos, nuestras tradiciones en pos de un trabajo que quizás aquí rechazaríamos?
En estos momentos nuestro país intenta parir una nueva nación. Y somos nosotros, sus ciudadanos, los que debemos luchar por una Argentina nueva y digna. Nos une la convicción de que la clase política corrupta que nos gobernó durante tantos años no sirve. que debemos cambiarla.
Nadie es profeta en su tierra, dice el dicho popular. Seguramente muchos jóvenes (y no tanto) seguirán decidiendo irse del país. Pero quizás muchos otros se den cuenta que ellos tienen las herramientas para crear una clase dirigente nueva y así cambiar de una vez por todas las reglas de juego. Y por fin escribir un nuevo tomo en la historia argentina.
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