15/03/2002
Espectacular caída del consumo
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El consumo de carne cayó estrepitosamente en el mes de febrero, la venta de lácteos disminuyó un 30 por ciento. También se vende menos pan a pesar que se tratan de mantener los precios.
La devaluación trajo consigo la disminución del poder adquisitivo de los trabajadores. Los planes trabajar se redujeron, la desocupación llegó a un techo histórico en nuestra ciudad, las horas extras se estrecharon y existen recortes de salarios (estatales y privados).
Las medidas de ajustes trajeron consigo un impacto muy alto en los índices de consumo como nuca antes se había visto en Colón.
Cabe recordar que la desocupación actual rondaría el 23 por ciento. Los datos son los oficiales del INDEC y se realizaron sobre la base del Censo 2001.
En una población de 10 mil personas económicamente activa (18 a 65 años) existen 2300 personas que no encuentran trabajo y que en muchos casos ya perdieron la esperanza en encontrarlo.
Las necesidades sociales aumentan y se retroalimentan. Si las carencias continúan en ascenso y el Estado (nacional, provincial o municipal) no puede recaudar y dar respuestas existe la posibilidad de que se produzca un cuello de botella que se hará inmanejable en el corto plazo.
Caída libre
La población de Colón tenía uno de los consumos de carne vacuna muy superior a la media del país. En nuestra ciudad el consumo por habitante llegó a los 70 kilos anuales, mientras que en el resto del país apenas superaba los 60 kilos por año.
En los primeros dos meses del año el consumo de carne vacuna cayó estrepitosamente. En enero del 2002 en las 40 bocas de expendio que existen en la ciudad se habían comercializado 138 mil kilos de carne vacuna. En el mes de febrero –crisis mediante- el consumo descendió a 119 mil kilos.
El dato adicional es que no subió el consumo de pollos como históricamente ocurre cuando sube el precio de la carne vacuna, por el contrario también disminuyó entre un 15 al 20 por ciento.
El consumo de pan también se restringió. La gente busca precios y además lleva menos cantidad.
Dramático
Lo más dramático que se observa es que el consumidor casi no tiene resto económico para llevar a la mesa familiar alimentos sustitutos como pueden ser (fideos, polenta, arroz etc), dado que se observa una disminución en las ventas de estos artículos. En el rubro lácteos se vende entre un 20 a 30 por ciento menos de leche fresca y los números se profundizan a niveles irrisorios si investigamos las ventas de quesos, yogurts o postrecitos.
Los farmacéuticos nos señalaban que se venden mucho menos medicamentos y que las personas enfermas no concurren a preguntar por sustitutos más baratos como ocurría meses atrás. Los enfermos ya no compran los medicamentos.
La salida
En Colón existen 2300 personas con necesidades básicas insatisfechas (Según datos del INDEC). En pocas palabras existen 2300 personas que no consumen las calorías diarias necesarias . La crisis económica seguramente hará aumentar el número y las necesidades de un mayor número de la población. La Provincia y la Nación casi no puede asistir los requerimientos por falta de recursos. En este sentido el municipio es la primer barrera de contención lo que determina que se debería realizar un plan de emergencia alimentaria previendo la llegada del invierno y la posibilidad que la crisis se profundice. En este sentido se debería diseñar una ración básica diaria al menor costo posible para ser entregada y que contengan las calorías necesarias. Los funcionarios encargados deberían buscar la alternativa en soja, huevos, arvejas, fabricación de polenta, papas.
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