22/02/2002
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Difícil situación para panaderos
La bolsa de harina aumentó un 100 por ciento. Los 50 kilos llegó a cotizar 27 pesos. El precio de kilo pan salió disparado con una fuerte reducción de las ventas.
Las panaderías de Colón enfrentan un singular y difícil momento. En la ciudad existe 16 centros comerciales donde se fabrica pan, facturas y masas. A simple vista existe una sobreoferta para los 23 mil habitantes de la planta urbana.
Por otro lado, el Centro de Panaderos hace mucho tiempo que no funciona y no existe una política en común entre los propietarios de las panaderías como en otras ciudades de la región. El lema parece ser sálvese quien pueda.
La situación es difícil y varias panaderías ven peligrar su continuidad y seguramente habrá pérdidas de puestos de trabajo.
La harina
El problema principal que se enfrenta es el precio de la harina. Este elemento es un denominado “Comidite” y el valor en el mercado interno es el mismo que el precio de exportación. Los panaderos en los últimos días se quejaron que el valor por los 50 kilos trepó desde los 11 pesos en noviembre a los 27 pesos luego de la devaluación. La reposición es casi imposible y más cuando los proveedores piden el pago contraentrega.
Una bolsa de harina de 50 kilos rinde entre 55 y 60 kilos de pan según sea la calidad del mismo.
La cuenta determina que a un rinde promedio de 57 kilos el costo de pan –solamente en harina- es de 47 centavos.
A esto se debe agregar otros insumos –gas, leña, mano de obra, levadura, impuestos etc. que hace subir el costo cercano a los 80 centavos.
Los panaderos podrían dejar el precio reventa a 1 peso para ser vendido a 1.20 peso en los almacenes. Los valores son con un margen mínimo de ganancia.
El aumento en estas condiciones llega a casi el ciento por ciento a los valores que había en diciembre.
La producción de pan de las panaderías chicas fluctúa entre dos y cuatro bolsas diarias.
Los niveles de consumo se han restringido al máximo. En los locales de venta y almacenes el consumo de facturas y otras confituras cayeron más de 50 por ciento en los últimos meses.
La población sigue consumiendo pan, pero cada vez el margen de venta se estrecha más. Un almacenero nos señaló: “ La familia que consumía un kilo ahora lleva tres cuarto y así la cadena se hizo para abajo”.
Argentina 2001
Un panadero argumentó: “ los días de semana no se venden facturas y al finalizar la jornada muchas de ellas se regalan a los chicos o personas mayores carenciadas que nos piden”.
“ Además aumentó el azúcar y todos los costos se fueron para arriba, y ni hablar de las levaduras y los conser-vantes en estas condiciones es difícil seguir trabajando, a veces pienso que cambiamos la plata o estamos perdiendo».
Los panaderos dicen que si aumentan otros insumos como el gas, electricidad o el gas oil, deberán cerrar sus puertas. El tema no es menor la capacidad adquisitiva de los sueldos no es la misma y la mercadería aumentó de un cuarenta a un ciento por ciento.
Las bolsas
La restricción de los gastos llegó a tal punto que varias panaderías recomiendan traer la famosa bolsita de red a las amas de casa.
Es que cada bolsita sale de costo siete centavos y muchas veces la persona lleva uno o dos pancitos por lo que en la venta se pierde dinero. Esta política que se observa en otros locales comerciales seguramente repercutirá en los fabricantes de este elemento como es el Taller Protegido.
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