15/02/2002
El Anillaco de Menem (Nota II)
|
La Tierra Prometida
La historia de Anillaco, un pueblo en donde «nunca pasaba nada». Como cambió cuando Menem fue presidente, convirtiéndose en un lugar de privilegios para unos pocos. Las historias que los habitantes cuentan de Menem señalándolo como «un elegido»
La Rioja cuenta con una población de 200.000 habitantes. Muchos miran con desconcierto su futuro. Se calcula que alrededor de 35.000 personas ocupan cargos públicos, favorecidos por el alud de nombramientos de la «época de oro menemista». Si a éstos agregamos los habitantes jubilados y los favorecidos por los planes especiales de empleo se calcula que la cifra asciende a 100.000 personas.
Todos esperan el milagro, el mismo que pareciera rondar el lugar que fue la cuna de un presidente de la nación.
Los pueblos de la provincia, según los habitantes, han «avanzado muchísimo en los últimos 10 años». Pero sin lugar a dudas el pueblo más privilegiado fue Anillaco, que en voz quechua significa «Agua de los altos del cielo».
Geografía
Al pie del cerro Velazco, cuyas alturas máximas rondan los 4500 metros, este pueblo precor-dillerano pertenece al Departamento de Castro Barros y se encuentra a unos 1500 metros sobre el nivel del mar. La distancia que separa a este lugar de la Rioja capital es de 96 km. Para llegar hay que atravesar un cajón cordillerano.
Hasta hace unos años el trayecto no estaba pavimentado en su totalidad, por lo que el recorrido se tornaba complicado, sobre todo debido a los fuertes vientos que azotan la zona y que levantan una intensa polvareda, lo que provoca dificultad en la visibilidad.
Privilegios
Los mil habitantes de Anillaco tienen privilegios antes impensados. Gracias al ex presidente cuentan hace un tiempo con una sucursal del Banco Nación. Es por eso quizás que la moderna policlínica se inauguró con el nombre de su madre «Mohibe de Menem». O que el jardín infantil se bautizó con su nombre: «Carlos Menem».
Otro de los «lugares polémi-cos» es el Centro de Investigación inaugurado en 1998. El mismo cuenta con una superficie de 4000 metros cuadrados y es utilizado solamente por 8 científicos. Su costo aproximado fue de 5.000.000 de pesos. Al igual que la represa bautizada como «la pecera de oro», que según fuertes versiones, el Tesoro Nacional envió para su construcción alrededor de 54.000.000 de pesos en total, en 3 partidas de 18.000.000.
«Acá nunca pasaba nada»
«Esto era un lugar olvidado del mundo. Aquí nunca pasaba nada señorita. La tranquilidad de la siesta solo era perturbada por alguna tormenta, cosa que es rara por estas tierras, o por la noticia de que alguien había fallecido», comenta un vecino del lugar al cronista de Colón Doce.
Sin embargo un día todo cambió y ese pueblito desconocido recibió visitantes ilustres como los presidentes Jaime Paz Mora, de Bolivia, Eduardo Frei, de Chile, el premier de Malasia, Dato Seri Mahathir, el ex secretario de estado norteamericano Henry Kissinger, los actores Alain Delon y Omar Sharif o deportistas como Hugo Gatti y Guillermo Villas. Fueron comunes las visitas de personajes de la farándula, futbolistas, sindicalistas o embajadores.
A las casitas humildes se le fueron sumando residencias de políticos y amigos del entonces. Las calles fueron pavimentadas y empezaron a circular con frecuencia automóviles lujosos y camionetas 4 x 4. Nada era igual.
Todavía parece sonar en el aire los ecos de la ruidosa fiesta que vivió el pueblo para el casamiento de Carlos Menem y Cecilia Bolocco.
Llegaron personalidades de todo el mundo, artistas, deportistas, funcionarios, políticos, curiosos de la región. La gente del lugar cobraba hasta $500 para alquilar sus casas, debido a que las dos hosterías del pueblo y hasta los hoteles de La Rioja capital estaban «colmados». «Fue una fiesta inolvidable para nosotros», aseguran los lugareños.
«El Tigre de los Llanos»
«Menem es un héroe para nosotros. Este pueblo lo vio nacer. Nosotros lo comparamos con un prócer de nuestra provincia: Facundo Quiroga, que le decían «el Tigre de los Llanos», explica emocionada «Mecha», comerciante del lugar.
Todos creen en el lugar que es «un elegido». Y no es para menos. Si uno mira alrededor cuesta creer que desde un paraje tan desolado, desértico, con unos pocos habitantes, saldría un presidente de la Nación.
Entre la gente del lugar circula una historia que algunos marcan como un signo de predestinación. «El mismo Menem la cuenta», aseguran. Según el relato la madre de Carlos, Mohibe Akil, tras dar a luz a su primogénito, entró en un estado de coma del que no reaccionaba. En esos momentos se le apareció la imagen de Virgen del Valle al pie de la cama y minutos después la mujer salió de aquel estado y empezó a mejorar.
Ni siquiera el apellido escapa a este «destino predeterminado», que muchos en el lugar creen que posee el ex mandatario. El significado del apellido Menem en árabe es «el elegido de Dios»
Esta historia, en el límite de lo real y ficticio, le da un carácter místico a la vida del ex presidente.
Y es gracias a él que esta tierra árida, rodeada de cerros, caminos pedregosos y sol abrasador llegó a brillar algún día y pasó de ser un lugar olvidado en el mundo a convertirse en tierra prometida.
|
|
|