21/12/2001
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Vergüenza y temor por los saqueos
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Unas 400 personas se dedicaron gran parte de la madrugada del jueves a saquear supermercados. Se llevaron “todo”, causaron graves destrozos y pérdidas millonarias.
En la mañana del miércoles los rumores callejeros indicaban que grupos de Colón y ciudades cercanas podrían llegar a saquear los grandes supermercados.
Los acontecimientos se precipitaron a partir de las 18.00. La tarde iba cobrando un inusual panorama en las calles céntricas. Un rumor iba ganando diversos ámbitos. El mismo señalaba que dos colectivos con gente ajena a nuestra ciudad habían llegado y que se producirían saqueos en supermercado “La Anónima”.
A las 18.30, un grupo de personas comenzó a reclamar comida frente a la empresa de 48 y 20.
En el lugar se encontraban Marcelo Bataglia y Antonio Lavatelli. Los saqueadores reclamaban bolsones de comida. El gerente de la empresa ofreció cuarenta bultos con diversa mercadería comestible. Por este motivo los distintos grupos comenzaron una pelea interna para determinar a quien les correspondía.
Confusión
En la confusión reinante no se podía determinar los jefes de grupo para negociar “ incruenta” una salida a la conflictiva situación. A las 19, un grupo de no más de diez jóvenes (no eran los que reclamaban alimentos) se dirigió a la puerta del deposito situada en calle 48. Los jóvenes trataron de derribar el portón con distintos elementos.
La policía (por primera vez actúo con bombas lacrimógenas) logró dispersarlos. A partir de este momento comenzaron todo tipo de escaramuzas que terminaron con el saqueo de varios supermercados. Los activista estaban organizados. Llamó la atención el aceitado mecanismo que tenían los grupos – tipo guerrilla- avanzando y retrocediendo, llevando adelante al desgaste policial.
Esta, al mando del comisario Roberto Silva actuó con gran criterio. El jefe policial condujo su tropa poniéndose al frente de la misma a riesgo de sufrir algún tipo de ulterioridades. En todo momento, el uniformado trató de controlar la situación que se agravaba minuto a minuto, hasta que finalmente fue desbordado por los grupos de agitadores. En un momento dado ya nada se podía hacer ante la falta de efectivos y elementos (balas, gases lacrimó-genos), debiendo replegarse para salvar los vehículos afectados a seguridad.
Mientras tanto los grupos de activistas a los cuales se le agregaba familias enteras se dirigieron al Super-Cerca, ubicado en calle 22 entre 47 y 48. Una decena de personas destrozaron un vidrio y pudieron llevarse algunas bebidas y mercadería en general. Poco después, se desprendió otro grupo de unas treinta personas que se dirigió al Super Cerca en calle 15 entre 47 y 48, donde también rompieron vidrieras y se llevaron mercaderías. A continuación, la turba llegó hasta la sucursal que tiene la empresa pergaminense en calle 50 y 9. Unas 50 personas con objetos contundentes destrozaron las vidrieras y se llevaron la mercadería que había en existencia incluyendo medias reses vacunas.
Los activistas
Colón Doce esta en condiciones de informar que los principales agitadores estarían identificados. Entre ellos se encuentran personas que fueron puestas en libertad en los últimos treinta días y que tienen un frondoso prontuario. La policía y los fiscales contarían con fotos y filmaciones que podrían ser usadas en contra de estos vándalos.
En el sumario que se está llevando a cabo por la instructora judiciales existen por lo menos 10 nombres de posibles sospechosos que estuvieron en 48 y 20 y las sucursales del Super Cerca. El 90 por ciento de estos malvivientes tiene graves antecedentes policiales. Por otra parte, en estos grupos también actuaron jóvenes que serían de clase media y que no sufren necesidades básicas insatisfechas.
La policía detuvo ocho hombres y tres mujeres mayores y cinco menores. El estado de Sitio imperante permite detener personas en la calle y hasta realizar allanamientos sin contar con autorización judicial.
Por otro lado, se supo que estarían identificados lugares donde se encuentran lavarropas, heladeras y otros elementos por lo que no se descarta allanamientos al cierre de nuestra edición.
El Comisario Silva dio una conferencia de prensa donde se puso a disposición de los comerciantes y separó a quienes pedían alimentos, de los que luego se apoderaron de los reclamos causando los desmanes.
Larga noche
Por otro lado, llamó la atención que convecinos de clase media y que se transportaban con modernos autos, camionetas y hasta camiones estacionaran en las cercanías de los comercios para comenzar a cargar sus baúles hasta abarrotarlos de la mercadería saqueada.
Por su parte, los comerciantes –algunos armados- pernoctaron en sus comercios para evitar que sean saqueados por la turba humana.
A las 4 de la mañana y amparados en la oscuridad más de 200 personas ingresaron al supermercado La Anónima. Los rateros se llevaron la mercadería en existencia, incluso la de un deposito ubicado en un primer piso. Lamentablemente rompieron góndolas, computadoras y otros elementos causando perdidas millonarias.
El amanecer de la noche más larga que tuvo Colón, dejó en las calles bolsas de harinas rotas, cartones, bolsas de plásticos e indignación por aquellos que sin necesidad participaron de estos actos vandálicos. Los fiscales y la justicia deberá imponer la más rigurosas de las leyes.
Los detenidos estarían acusados de “Atentado y resistencia a la autoridad, lesiones, daños y robo”.
Los oportunistas
Algunos convecinos de clase media propietarios de comercios y campos, habrían también ingresado al supermercado La Anónima, llevándose bebidas blancas y mercadería. En muchos casos fueron insultados por personas que se encontraban en la calle y que observaban estupefactos como trasladaban estas personas con total impunidad y sin vergüenza la mercadería sustraída. En esos casos no hubo hambre. Solo hubo caradurismo.
Al mediodía el Intendente Miguel Lavatelli, dio a conocer un documento apoyado por los partidos políticos y la Iglesia Católica llamando a la reflexión a los colonenses basado en la paz, tolerancia y la fe. Llamó a la tolerancia y a la comprensión. El escrito dice “Los colonenses no somos los que algunos demostraron en la tarde de ayer y primeras horas de hoy. Tenemos toda una historia plagada de convivencia y solidaridad, no es posible que los hechos de estas horas nos nieguen el derecho de recuperar el valor de la coincidencia bajo el amparo de la fe”.
El párroco colonense Carlos Coolican señaló: “ La ira del hombre nunca realiza la justicia de Dios”. Agregó un pedido de cordura para superar la situación de crisis social.
Refuerzos
En la tarde de ayer jueves llegaban los refuerzos de la guardia de infantería. También habría efectivos trabajando de la Policía Federal y no se descarta allanamientos y detenciones.
Por último, en Graneros Elevadores Argentinos un grupo de socios se dispuso en la terraza y cuando a la madrugada llegaron los grupos de saqueadores fueron recibidos con disparos de escopeta que lograron el fin de ahuyentar a la turba. También se habría dado el caso en otro comercio donde el propietario disparo con un arma de fuego a los que pugnaban por ingresar para saquear las instalaciones. A la una de la tarde la Guardia de Infantería detuvo a cuatro jóvenes en la esquina de 47 y 22. Se presume que habrían intentado atacar a una conocida casa de venta de artículos del hogar.
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