16/11/2001
Un día clave para un colonense
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Tratan en audiencia preliminar el caso Portales
La causa se inició en enero de 2001. El abogado defensor y el fiscal podrían hoy acordar una pena en una audiencia preliminar al juicio oral y público. Héctor Portales siempre negó ser responsable del delito que se le imputa.
Hoy viernes podría llevarse a cabo la audiencia preliminar al juicio oral y público por el caso de abigeato que se le imputa a Héctor Portales. Según la información de fuentes judiciales seguras, la abogada defensora del colonense Graciela Scaraflio y el fiscal Dr. Julio Andrés Gracia podrían reunirse en el día de hoy para acordar no llevar a cabo el juicio oral. En el encuentro se podría determinar la condena que le correspondería a Portales.
El imputado de nuestra ciudad, luego de permanecer detenido por varios meses en la Comisaria de Colón, en la actualidad está cumpliendo la prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 3 de San Nicolás.
Portales siempre negó la responsabilidad en el delito que se le imputa y habría señalado que las pruebas podrían haber sido “plantadas”, aunque en la causa no existe elemento probatorio de la acusación.
El tema central es que nuestro convecino estaría acusado de robo simple –delito que no tiene una grave condena- pero además habría dos causas anteriores por lo que la pena a cumplir sería de cumplimiento efectivo.
Por otro lado, se supo que con anterioridad la Dra. Scarafaglio pidió la excarcelación del procesado siendo denegada la misma por el juez de Garantías Dr. Emilio José Aboud.
La historia del caso
La historia del proceso comenzó el 19 de enero de 2001. En este sentido, el productor rural Alberto Digénova se presentó en la Comisaria de Colón denunciando que autores ignorados habrían ingresado a un predio de su propiedad ubicado a unos 8 kilómetros de Colón y de un galpón se habrían llevado 1 bicicleta usada, 20 fardos de pastos y varias herramientas de mano. También los malvivientes habían faenado dos novillos raza Aberdeen Angus (pelaje negro) de 180 kilos cada uno. El contexto en esos meses no era el mejor. Los productores agropecuarios se quejaban de una serie de actos de cuatrerismos y había un clima de sicosis generalizado. El Comisario Silva se reunió con productores y pidió la ayuda de la división de Delitos Rurales.
Colón Doce dio a conocer luego de una investigación, el denominado informe “Pelicano”. En el documento gráfico se describía una serie de ilícitos en la zona de campaña del partido de Colón, cometidos a partir del 16 de julio de 2001.
Entre los actos que sufrieron los productores rurales se encontraban: Manuel Errasti le habían faenado 2 novillos, Marcelo Errasti 1 ternero, Ricardo Scarone 1 novillo, Norberto Gambealte, Andrés Baños, 1 vaca, Bautista Ortiz varios lechones, José Centani, 2 vacunos, Faustino Roco, robo y destrozo de vivienda, Horacio Capretto 3 vacunos, Manuel Errasti, 1 vacuno, Familia Gabino, 1 vacuno, familia Maranesi, 1 vacuno, Indio Muerto 1 vacuno, Hugo Pascusi, robo de elementos en vivienda, Miguel Pascusi, 1 ternero. Un capítulo aparte merecía el campo de Alberto Dell Antonio que hasta enero del 2001, había sufrido el faenamiento de 39 novillos. Las pérdidas al precio de aquella época habrían rondado los 20 mil dólares para el productor rural. El otro gran perjudicado fue Horacio Capretto con casi una decena de animales que le fueron robados en una seguidilla delictual que duró varias semanas.
La investigación
La presión de la opinión pública era constante y el Foro de Seguridad y el nuevo comisario Roberto Silva prometía soluciones. La Sociedad Rural de Colón recibía las denuncias y llevaba la estadística en un libro de tapa negras. Los investigadores decían que los cuatreros podrían accionar con un hombre trasladándose en bicicleta que se encargaba de matar y cuerear el animal. En forma posterior y luego de terminar la tarea, un cómplice podría pasar a buscar el animal en algún tipo de vehículo. Los ladrones de vacunos se manejan con linternas que apuntan al suelo o en noche de luna llena no necesitan ni siquiera este elemento, por lo que se hace dificil la detección.
La segunda teoría era que los cuatreros llegaban al campo en vehículo, uno de ellos bajaba y se quedaba para realizar la tarea, en forma posterior el cómplice lo pasaba a buscar cargando el vacuno en cuartos traseros y delanteros.
La policía de Delitos Rurales según nuestra información no tenía en su estadística delitos denunciados ocurridos en el partido de Colón. La presión pública hizo que dos uniformados de esta sección se llegarán a nuestra ciudad y comenzaran una paciente investigación.
La luz
El oficial Omar Machado y el sargento 1º Oscar Chester tomaron contacto con Digénova y concurrieron al campo. El 20 de enero los policías siguiendo algunos rastros encuentran en cercanías de 23 y 60, dos trozos de cuero frescos de pelaje negro. Según trascendió había huellas de bicicletas que llegaban al lugar y hasta en un una zanja se habrían encontrado sanguijuelas, señal inequívoca de que se había vertido sangre en el pequeño espejo de agua. Los policías reunieron los elementos probatorios, y fueron presentados al juez de Garantías, Dr. Emilio José Aboud. La orden de allanamiento llegó poco después y se debía realizar en una casa en inmediaciones de calle 23 y 57.
En los fondos de la vivienda los pesquisas habrían encontrado trozos de cuero negro y una maza que había faltado del galpón. Según consta en la causa, Digénova habría reconocido como suyos los elementos secuestrados.
Por otra parte, en aquel momento señalan que se habría encontrado una batería que había sido hurtada al periodista Alejandro Ríos.
El fin
En un primer momento Portales fue detenido y a los pocos días liberado por orden del juez Aboud. El 7 de febrero de 2001, llega la orden definitiva de detención del acusado. El pedido habría sido presentado por el fiscal actuante, Dr. Julio Gracia.
Cabe destacar que el inculpado negó permanentemente su intervención en el hecho contra Digénova y además se habría defendido argumentando que las pruebas fueron “plantadas”. Hoy puede comenzar el fin de esta historia, si en el Juzgado de Pergamino se reúnen en audiencia preliminar la defensora Dra. Sacaraflio y el Fiscal Dr. Gracia. Las fuentes consultadas dicen que podría haber un acuerdo evitando llegar al juicio oral y público.
La condena que deberá cumplir el colonense deberá ser efectiva, porque hubo dos ilícitos anteriores. También en otro caso ocurrido en Colón, habría recibido la absolución al no haber pruebas concretas. Seguramente después del acuerdo se deberá contar el tiempo que paso detenido. Los cálculos dicen que en los próximos meses podría recuperar definitivamente la libertad.
La causa de regular grosor contiene las declaraciones del oficial Machado y los dichos de la defensora. También existen fotos sobre los cueros secuestrados y las herramientas de Digénova que fueron recuperadas.
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