09/11/2001
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Hay que cerrar el círculo
En la sociedad colonense existen varios temas pendientes. El Foro de Seguridad los debería tratar con mayor énfasis.
El sábado por la mañana en la zona céntrica de nuestra ciudad parecía que se había desarrollado una guerra. En la calle 47 entre 20 y 22, se hallaban esparcidos vidrios y trozos de mampostería, seguramente usados como objetos contundentes para destrozar vidrieras. Los vecinos comentaban y existía la posibilidad de realizar una protesta frente a la propia Comuna local si continúan los desmanes.
Los hechos acontecidos se juntan a las quejas de los vecinos de calle 49 y 21. Estos según dijeron a Colón Doce tienen una variada problemática. Un propietario de vivienda del sector relató que se había confeccionado una nota de queja y que semanalmente se encuentran con personas en los techos, necesidades fisiológicas que se realizan en los jardines y frentes de las casas, roturas de puertas de los medidores de luz y gas e imposibilidad de descansar en las largas noches estivales.
El sábado en 47 y 21, se produjo una gresca de proporciones y habría dos imputados con lesiones leves que se agrega a una larga historia del sector.
También hubo la rotura de por lo menos tres metros de vidriera en un comercio de expansión nocturna de calle 21 entre 46 y 47. A estos hechos se agregaron la rotura de vidriera de un local de calle 47 entre 20 y 21 y otro comercio sobre 47 casi esquina 21 una piedra pegó en la parte baja de la vidriera no causando daños. En tres piedras se fueron más de 500 pesos en vidrios algo que debe ser evitado.
Prevenir
La época estival avanza y seguramente estos hechos se repetirán en diversos sectores de la ciudad. Las causas de los desmanes son diversas pero existen “disparadores” comunes. Uno de ellos es el alcohol.
El consumo de alcohol es desmedido en ciertas franjas de la juventud y las leyes provinciales y normas municipales deben ser aplicadas. En nuestra ciudad existe un aparato para realizar alcotest y es hora de usarlo los fines de semana. Los vecinos se quejaban de “picadas” a altas horas madrugada en sectores del barrio Barracas y hasta en la propia 47 y 48 . El peligro de un accidente de proporciones –como ha ocurrido con anterioridad- sobrevuela la ciudad. Los costos en vidas humanas son largo de enumerar. Seguimos insistiendo mejor prevenir que curar y no toda la culpa la tiene la propia policía.
Droga
El otro tema pendiente en Colón es el de la drogadependencia. Los rumores de la calle son cada vez más diversos. Se habla de personas que serían los “correos” de la droga y en el ambiente juvenil se marca posibles lugares y personas que comercializan estupefacientes. En una causa por estupefacientes donde hubo un detenido ( origen chileno) la misma se ampliaba hacia otras personas y todo quedó en la nada.
El verano llega y según se las estadísticas indican que el consumo de drogas y el delito aumenta. Para muchos existen una relación entre los ilícitos menores y el consumo de droga. Si miramos los asaltos a mano armada sucedidos en Colón, la mayoría de los sospechosos y los detenidos tendrían relación con el flagelo. Por eso seguimos insistiendo, la inseguridad en gran parte es hija –entre otras cosas- de la droga.
Los calabozos
Colón Doce sigue insistiendo que no existe infraestructura para enfrentar la inseguridad en Colón. En la comisaría local falta un calobozo para los presos comunes, otro para menores, el siguiente para infractores y por último uno para mujeres. Las celdas colonenses estaban saturadas de detenidos y esto llevó a la grave situación de amotinamiento de presos desde hace treinta días.
En esa ocasión hubo quema de colchones, papeles y ropa. Además un policía fue atacado sufrió lesiones y hasta deterioro de uniforme. El nuevo ministro de Seguridad Julián Alvarez parece trabajar con responsabilidad y prometió recorrer comi-saría por comisaría y solucionar el tema de los calobozos y hasta habría ofrecido una casaquinta personal para que al lugar sean llevados algunos menores detenidos en dependencias poli-ciales, algo que está prohibido por ley.
El tema no es puntual de Colón y como ejemplo vale lo sucedido en Pergamino el pasado viernes. Por causas que se investigan, un joven detenido en la Comisaría Tercera prendió fuego un colchón, el que fue rápidamente sofocado por los guardias.
Siendo alrededor de las 8:30 del viernes, en momento que un joven de 19 años, oriundo de Pergamino, se encontraba alojado en uno de los calabozos de la seccional del barrio Acevedo, junto a otros siete detenidos, utilizando al parecer un encendedor, prendió fuego a uno de los colchones que se encontraban en la celda, produciéndose un siniestro que rápidamente fue sofocado por los guardias que controlan la zona de celdas de dicha dependencia.
Afortunadamente no hubo que lamentar mayores inconvenientes. La Policía secuestró el elemento siniestrado y procedió al traslado del detenido a la Comisaría Primera.
Al parecer, el detenido estaría esperando que la Justicia le colocara la pulsera de seguridad, mediante la cual la Policía puede hacer el seguimiento de dicha persona todo el tiempo, mientras permanece en carácter de detenido, pero en condiciones distintas a las que significa estar en un calabozo. Es decir que puede continuar con arresto domiciliario, controlado vía satélite, a través de esa pulsera que es colocada en el tobillo de la persona.
Si bien el detalle es extraoficial, trascendió que este podría haber sido uno de los motivos que indujo al detenido a provocar el incendio como una forma de protesta, porque el beneficio se demoraría.
El hecho fue caratulado incendio, con intervención de la Fiscalía Nº 3 (A), a cargo de la doctora Victoria Mariani.
Un buen proyecto
El proyecto de Ley –que cuenta con media sanción del Senado bonaerense- que establece la creación en el ámbito provincial del sistema de Recupero de Costo por Asistencia a las Adicciones, tendrá como objetivo recobrar los fondos públicos invertidos en la prestación de los tratamientos de asistencia a las adicciones, así como también por los aplicados a servicios de auditoría de prestaciones asis-tenciales a las adicciones.
La iniciativa que pasó a diputados fue presentada por el presidente del bloque de senadores justicialista, Luis Genoud, y lleva la firma de sus pares, Adriana Coirini y Juan Estanciero.
El legislador de Varela explicó que los fondos referidos serán recuperados de todas las obras sociales y empresas o entidades de medicina prepaga y otros entes de cobertura, “por prestaciones brindadas a sus beneficiarios en las dependencias gubernamentales por tratamientos de asistencia a las adicciones o por servicios de auditoría prestados a dichas entidades”.
Del mismo modo destacó que las dependencias del Poder Ejecutivo que brinden asistencia a las adicciones “actuarán como autoridad de aplicación de la presente ley”, a cuyo efecto “deberán organizar en su jurisdicción la Oficina de Recupero de Costos, la que dependerá directamente del ministro, secretario o funcionario a cargo de la dependencia”.
El sistema
La iniciativa en cuestión contempla que el sistema de Recupero de Costos por Asistencia a las Adicciones podrá prever la coordinación con distintas instituciones públicas y privadas tendientes a la complementación de los servicios de asistencia a las adicciones, el enlace con las obras sociales, mutuales u otros entes de cobertura, la inversión de los fondos ingresados en el organismo con destino al sistema prestacional brindado por la repartición, y la integración racional de los recursos estatales para la atención a los tratamientos para las adicciones.
A su vez, la propuesta especifica, según mencionó Genoud, que serán considerados como recursos propios del sistema: “Las asignaciones presupuestarias, los aranceles percibidos por las asistencias a las adicciones que fueren abonados por mutuales, obras sociales u otros entes de coberturas, los aranceles percibidos por servicios de auditoría de prestaciones, las dona-ciones, legados o recursos de cualquier otro origen, los fondos que tengan origen en las leyes especiales y los antecedentes de fondos al cierre de cada ejercicio financiero”.
Por último, el legislador justicialista precisó que en “ningún caso” los aranceles o trámites y requisitos administrativos necesarios para su percepción, “podrán obstaculizar o impedir el acceso de los pacientes a las prestaciones de asistencia a las adicciones”.
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