19/10/2001
Histórica Elección: “La rebelión electoral”
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Ganó el Justicialismo con la peor elección en este periodo democrático. Gerardo Soria fue el gran triunfador. Una derrota sin precedentes de la Unión Cívica Electoral. El voto bronca alcanzó preocupantes niveles.
Las elecciones del domingo a nivel local dejó un cúmulo de lecturas que se deberán “despro-cesar”. Los resultados demuestran que la sociedad colonense hizo un giro hacia los partidos de centro izquierda que se llevaron una buena porción de los sufragios. (Ver Polo Social, Ari, Junta Vecinal). Este voto es un reclamo claro a una política social más profunda y con mayor sensibilidad desde la comuna local. La primer lectura es: Los colonenses reclaman prioridades en el gasto público. Por otra parte, el justicialismo fue un claro ganador, aunque debe “mirar bajo el agua” y “estudiar” detenidamente los resultados electorales de cara a su futuro en el corto y mediano plazo.
En menos de dos años al partido oficialista se le esfumaron más de 4000 votos y tiene un 65 por ciento de la población que no avaló su proyecto de gobierno.
Soria
El gran vencedor de la jornada fue Gerardo Soria que consiguió dos bancas de concejales con esfuerzo propio y con el dato vital que apenas cinco meses atrás ni soñaba volver a la política.
Además, Soria puso en claro que las utopías son posibles y los ideales no han muerto. Un grupo de entusiastas militantes realizó la hazaña de quebrar por primera vez en Colón el tradicional bipartidismo, demostrando que los cambios son posibles y que se puede hacer política sin aparatos, sin dádiva, sin chapas, sin colchones y sin compra de votos. El proyecto popular y nacional de Soria “prendió” en el electorado y le dio un respaldo histórico en sufragios que seguramente cambiará la dinámica del Concejo Deliberante a partir del 10 de diciembre.
Radicalismo
Un párrafo aparte merece la performance de la Unión Cívica Radical. El centenario partido realizó la peor elección de su historia y a partir de diciembre próximo solo contará con un concejal para dar la más dificil de las batallas.
Solamente para recuperar el poder legislativo perdido pueden pasar dos elecciones con muy buenos resultados.
La crisis en el radicalismo recién empieza y no existe un pronto reciclaje a la “vista”. Los dos últimos meses fueron trau-máticos. La interna partidaria se fagocito a la vieja guardia del Modeso y apenas dos meses después los resultados de las generales propinaron un duro golpe a la “renovación” de la Convergencia.
El voto anulado y en blanco es una realidad que debe hacer reaccionar a la clase política argentina. El fenómeno no se puede “tomar” con el facilismo de señalar una irresponsabilidad civil y apelar al viejo y gastado “verso” para evitar el voto “bronca” de lo que costo la democracia y a la derecha que espera agazapada.
Los dirigentes políticos desde 1983 a la fecha “rompieron” todos los compromisos electorales que realizaron en sus campañas y esta vez un pueblo “descreído” les dio la espalda y los castigó con el voto” bronca”.
El único camino que le queda a la clase política, es cumplir sus promesas y ponerle un límite al poder económico que trata de “llevarse puesta la Argentina”.
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