20/07/2001

Comedores Escolares

En Colón almuerzan 500 alumnos por día. En muchos casos es la única comida que ingieran en la jornada.

La crisis llegó para quedarse y se requerirá la mejor predisposición de todos los sectores. A esto se debe agregar los comedores evangélicos que con aportes privados contienen otros 300 menores.
Una Consejera Escolar colo-nense tocada en lo más intimo de su sensibilidad lloró al ver las raciones de emergencia que habían llegado de la Provincia. Ante su mirada había bolsas de porciones de guiso de lenteja y arroz con arvejas. Esa comida se debería repetir en los diez días hábiles siguientes en todos los comedores. El llanto era tal vez de impotencia y el dolor al avizorar el “negro” futuro.
En los comedores escolares de nuestra ciudad tienen contención alimentaria aproximadamente 500 chicos. Las historias se repiten en cada uno de los establecimientos escolares donde funcionan.

  • Dura realidad
  • La Escuela 1, 2, 4, 6 y 14 son las bocas de contención donde se brinda el servicio alimentario . Las mujeres que atienden estos lugares señalan que en muchos casos los chicos que concurren son hijos de padres desocupados o changarines y además es la única comida que ingieren en el día.. «Nosotras sospechamos que en muchos casos algunos chicos en la cena solo tienen una taza de matecocido y pan» argumentan
    “Los lunes en muchos casos no hay comida que alcance en algunos casos los chicos llegan hambreados y se nota mucho más en los fines de semana largos” señala otra maestra.

  • El dinero
  • El Concejo Deliberante en su última sesión en forma unánime votó la autorización de gastar ante la crisis al Poder Ejecutivo cinco mil pesos y de esta forma abastecer a los comedores colonenses de los elementos fal-tantes. El dinero –bien administrado- puede alcanzar para un mes. El tema mayor, es que deberemos prepararnos debido a que esta crisis “llego para quedarse” y no será la única situación de urgencia o emergencia que se deberá enfrentar.
    Cabe destacar que el tejido social en nuestra ciudad sufrió un duro golpe en los últimos años. Hay necesidades sociales impos-tergables y los comedores deben ser prioridad.

  • Comedores privados
  • La contención social no solo pasa por los comedores privados. La Iglesia Evangélica del pastor Rodriguez, en casi media docena de comedores ubicados en los barrios, atienden a casi 300 chicos. La pobreza aumenta y muchas familias se llegan al lugar para buscar alimento en las típicas ollas. Entre esas personas se encuentran madres solteras o separadas sostén de familia. Estos comedores funcionan solamente con el aporte de comida de privados y la mano de Dios.
    La conclusión es simple luego de este rápido recorrido. Entre comedores oficiales y privados se atienden a casi 800 chicos, a esto hay que agregarle la Casa del Niño y Personitas – atendidas por la Municipalidad- que suman más de 100 menores. Los números asustan, sobre todo en época de crisis económica social. La Provincia tardará para superar la actual situación y ante esto se debe buscar soluciones anticipadamente.

  • Soluciones
  • Las autoridades y concejales podrían ya pensar en una huerta que abastezca estos centros más el Hospital Municipal. Un poco de semillas y una cuadrilla de 4 personas pueden realizar la tarea. Los terrenos con amplias dimensiones sobran. Recordar que antiguamente en Colón existía una gran huerta de estas características que abastecía el Hospital y otros centros.
    También se debería crear un “banco de alimentos” destinados a los comedores y donde las nutricionistas tengan los elementos básicos para elaborar las raciones con el mínimo de calorías necesarias y ante cualquier situación de emergencia poder recurrir a él.
    Por último debemos decir que todo lo que se brinde en estos casi mil chicos no será un gasto sino una inversión en nuestro propio futuro.

  • La deuda
  • La deuda de la Dirección de Escuelas con los proveedores locales alcanza a los 16 mil pesos. Los comercios colonenses no son “potentados” ni grandes cadenas multinacionales y han tenido mucha paciencia, siendo el retraso de aproximadamente tres meses. Esa deuda tal como viene la situación seguramente la cobraran con bonos que se los denomina “patacones”.

  • Las quejas
  • Los alumnos de las escuelas públicas bonaerenses que concurren a comedores escolares, reciben una ración de comida valuada en 0,60 peso por día, lo que a entender de los integrantes del Foro de Consejeros Escolares del radicalismo «es insuficiente», y se lo comparó con la canasta alimenticia sugerida por el INDEC, que ubica el valor de la ración en 1,47 pesos.
    La consejera de Junín, Susana Bogey, detalló que «entre pan, postre y jugo, que es el complemento de la comida, se van 30 centavos; es decir que los chicos comen con 30 centavos», y detalló una cruda realidad: «cuando la comida es un guiso la cucharada puede ser un poco más chica, pero cuando son comida por unidad, una hamburguesa o una milanesa, hay que empezar a cortarla por la mitad».
  • El refuerzo
  • «En general todas las escuelas refuerzan los viernes y los lunes, porque saben que todos los chicos los sábados y domingo solo toman mate cocido o tienen un alimento muy bajo en calorías, los lunes llegan muertos de hambre», afirmó Susana Fraga, de San Isidro. La consejera debatió con sus pares en la reunión de La Plata una realidad difícil que enfrentan los docentes en las escuelas públicas: muchos alumnos se descomponen y pierden el conocimiento por falta de comida». de comida».
    «En San Isidro, algunas escuelas medias están gestionando ante el Consejo Escolar, la existencia de algún tipo de merienda porque a media mañana, los chicos están muertos de hambre y la cooperadora no siempre puede cubrir la demanda», relató.

  • Inspectores
  • La juninense Susana Bogey dijo que hay escasos fondos para atender los comedores. «Encima ahora nos mandaron inspectores, cobrando suculentos viáticos, para contar las cucharadas de comedor por día; contaron los chicos y sacaron las medias, con lo que establecieron nuevos cupos», que perjudicaría aún más el cuadro, según la consejera.
    El cupo se elaboró en base a una «media» de concurrencia del alumnado. En regiones como el noroeste, con continuas inundaciones, el ausentismo es considerable. Según los consejeros, eso provocó que se ubicara un cupo en base a una media por debajo de las necesidades.
    Ocurre que cuando las condiciones meteorológicas mejoran, los alumnos retornan a la escuela, pero no está contemplado en ese cupo un presentismo del cien por ciento. «Nos están mandando los cupos de comedor, ese miserable cupo por la asistencia media, y no podemos ni sacar la cucharada más grande para darle al alumno el día que no falta», dijo Bogey.



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