El cierre de presentación de listas para las internas peronistas fue la más tumultuosa de los últimos tiempos. Tal vez solo comparable cuando se enfrentaron a comienzos de la década de los noventa Guillermo Sequeiro, «Pachacho» Villalón y Bracco.
En la síntesis de la crónica se puede llegar a conclusiones muy importantes. La primera, el “olfato” de Guillermo Sequeiro para evaluar la actual situación política en el orden local y donde se prevé una difícil elección general para octubre.
Además la coherencia del dirigente en buscar la unidad desde hace largo tiempo y no “largar” a la calle nombres de precandidatos que luego podían ser negociados. Casi como la antítesis se puede observar la desprolijidad en los tramos definitorios en la conducción de “Peronismo para todos”.
La línea política parecía que podía quedarse con gran porción del justicialismo local. La renuncia de Gerardo Soria y los sucesos anteriores y posteriores a la misma, le quitó grandes posibilidades. En política se vuelve de todo menos del ridículo.
La coherencia de Gerardo Soria y las similitudes entre lo que dice y lo que hace, lo proyectan con fuerza como un nuevo referente en el peronismo local. El joven dirigente justi-cialista tiene además una robustez ideológica admirable.
Por otra parte, Carlos Mazzieri parece estar por sobre las dos líneas -Sequeiro y Ayala- sin apoyar a ninguna de ellas. La incógnita es saber las consecuencias de esta posición en el mediano y largo plazo.
Por último, llamó poderosamente la atención en los corrillos políticos la autoexclusión de Marcelo Bataglia, un hombre del “riñón” de Sequeiro pero “tenazmente” apoyado en estas elecciones internas por Maz-zieri, con el objetivo que sea proclamado precandidato a concejal.
Además la “perlita” política es observar la conformación de las listas del FUPEI y de “Pero-nismo para Todos”. En ambos casos los nombres que la conforman no son precisamente del sector de independientes que lidera el Intendente de Colón.