07/10/2000
El drama de los celiacos.
La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, aprobó la ley de protección al celiáco. En la norma -entre otras cosas- se contempló la situación de enfermos indigentes. Pero además, se legisló sobre el control y elaboración de alimentos, aspecto fundamental para que el enfermo tenga una vida normal.. La realidad de los que padecen la enfermedad es muy dura. Se puede soportar el mal en sus distintas etapas y a pesar que los médicos especialistas estudian cada caso, es dificil encontrar el régimen alimenticio adecuado para equilibrar el organismo afectado. La norma recientemente aprobada -todavia sin vigencia- contempla el control médico en los hospitales en dependencias especiales, donde se deberá seguir la evolución de cada paciente.
Cabe destacar que los enfermos que no encuentren una respuesta correcta pueden perder su vida.
La situación relatada se encuentra con muchos inconvenientes, la primera y fundamental es el aspecto económico. Los sustentos especiales (sin harina) son muy caros. Como ejemplo podemos decir que un kilo de fideos cuestan tres o cuatro veces más que el común .
La malicia del ser humano en algunos casos no tiene límite. En muchos casos personas inescrupulosas lucran con esta grave problemática rotulando "alimento para celiaco". Lo criminal es que contiene farinaceos,
un veneno que puede ser mortal para los que padecen el mal.
Por otro lado, casi todos los alimentos tienen harina, elemento que los celiacos no pueden ingerir sin riesgo de sufrir graves trastornos. Solo basta mencionar (dentro de una larga lista) que caramelos, salchichas, dulces, chocolates son fabricados utiliozando porciones de este elemento en sus formulas. Los medicamentos y tratamientos son otro problema, debido a que son costosos para una familia media.
Los médicos en muchos casos están desorientados -especialmente cuando se trata de niños-. Existen casos en nuestra ciudad donde acertar en el diagnóstico se torna dificil.
En esta grave problemática un paso importante que debe realizar el Municipio es la detección de todos los celíacos. Según las estadísticas pueden alcanzar 60. En nuestra ciudad existe un grupo de autoayuda de enfermos y familiares que cumple una función dentro de esta problemática. Pero según opiniones diversas la Secretaria de Acción Social de la Comuna tendría que que administre las partidas provinciales, utilizando la ayuda de médicos embuidos en la problemática, para controlar la distribución de los alimentos especiales, contemplando cada caso, ya que los síntomas no siempre son similares.
Debo remarcar que hace pocos días hubo entrega de alimentos, pero Acción Social no intervino en forma directa en la distribución, ni tampoco hubo el respectivo control médico tan necesario para el tratamiento adecuado. El sistema implementado produjo algunos desentendimientos a pesar de la buena voluntad puesta por lo que asumieron la tarea. Como experiencia el hecho es valedero, pero dado la gravedad de la enfermedad, la última palabra debe estar a cargo de los profesionales imbuidos en el tama.
Por último y como parte interesada debo argumentar que es posible que la ley de protección al enfermo celiáco, sea el instrumento que está faltando para paliar la preocupación de pacientes y familiares.
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