28/07/2000
Investigación especial: Anibal Gordón sus actividades (2º parte)

La figura de Anibal Gordón tiene mil tentáculos. La historia oficial dice que falleció de cáncer de pulmón en el Hospital Ramos Mejia. Para otros, solo se fue de la cárcel de Caseros para ser un misterio más. En la primer parte de esta investigación determinamos que el paramilitar vivió en dos lugares en nuestra ciudad.. La casa de 54 entre 18 y 19 y la vivienda de calle 47 entre 13 y 14. Esta última alquilada a una persona de apellido Flores. En ambos casos el titular de la operación era una persona de apellido Acosta, esposa del socio de confianza de Gordón.
Por otro lado, existe la posibilidad concreta que el famoso represor alla comprado un porción de campo en cercanías de la Escuela Agrícola Salesiana de Ferré y que incluso en la década del setenta se halla sembrado con maíz de guinea.
Colón Doce tuvo acceso a diverso tipo de información para iniciar una serie de notas sobre uno de los personaje más siniestro de la represión; y correr el velo hacia la verdad de su actividad en nuestra región.

Anibal Gordón comenzó su actividad comercial en Colón a principios de l970. Es un dato importante para determinar que los cuadros represivos no se formaron en l976, sino casi un lustro antes y que para su funcionamiento comenzaron a programar pantallas comerciales para la autofinanciación económica de sus actividades. Seguramente algunas licitas y otras no tanto.
El rubro que incursionó el ex represor en la región fue la compra-venta de plásticos y metales. El deposito que utilizaba era un predio ubicado en adeyacencias de calle 45 y Ruta 8 (en el presente calle 9). En la investigación pudimos determinar que se movilizaba en una camioneta Ford F 100, color blanca y comprada cero kilómetro. Para realizar la labor de clasificación contrató una cuadrilla de jóvenes que no superaba los 19 años.

Colón Doce consultó a un integrante de esa fuerza laboral que dijo "era una persona afable. Los pagos eran puntuales. Tenía la costumbre de regalar paquetres de cigarrillos. Como señal distintiva de su personalidad era de utilizar continuamente goma de mascar".
En las tareas que realizaba Gordón siempre era acompañado por su hijo, de nombre Marcelo y que tenía en esa época diez años. En los ochenta su figura también se relacionó a grupos de extrema derecha que intentaron la desestabilización del gobierno de Raúl Alfonsin.
También pudimos conocer que el manejo de las armas y su posesión no era extraña para Gordón en su paso por Colón. En una oportunidad un jóven de la cuadrilla levantó el respaldar del asiento de la Ford F 100 y se encontró con la sorpresa que se encontraban varias armas largas.

En l971, Anibal Gordón ofreció a los integrantes de la cuadrilla que trabajaba en la clasificación del plástico y metal realizar un trabajo en Ezeiza. El trato era pagar el sueldo, comida y un hotel. Los colonenses debían desarmar un avión que se encontraba en un hangar del aeropuerto.
El trabajo fue realizado. Para aquellos jóvenes llamó la atención que Gordón hiciera llenar varios bidones con nafta de avion (muy cara en esa época) para venderla luego en otros aerodromos.
Por otro lado, en la casa de 54 entre 18 y 19 se encontró el motor de una pequeño avión. También podemos afirmar que la banda era visitada por personas que se trasladaban en pequeñas avionetas.
Un signo distintivo era una gran rueda de tractor pintada de blanco. Los días de la visita aerea, la rueda era sacada al medio del amplio predio como señal que estaba todo controlado y además que Gordón y su gente se encontraban en Colón.
La avioneta realizaba una pasada razante y el ex represor salía en la Ford F- 100, hacia el lugar donde aterrizaba. El misterio es que tipo de mercadería transportaba este vehículo y donde era comercializada.

El paramilitar tenía una debilidad: las armas y la práctica de tiro al blanco. También compartía sus gustos, con la caza menor.
En los primeros años de la década del setenta, travó amistad con varios colonenses afines a la caceria que acompañaron al hombre que sería el más buscado de nuestro país a campos adyacentes a la ciudad. En una oportunidad y debido a una enfermedad pasajera, tomó contacto con un conocido médico colonense fallecido hace varios años.
El médico que le gustaba cazar salió en alguna oportunidad con Gordón a cazar liebres y perdices. La incipiente amistad se cortó cuando el colonense desconfió de la cantidad de dinero que movia el represor.
Según los datos que hemos hilvanado, el paramilitar le ofreció una suma importante de dinero para comprar la Clinica existente en 49 y 20.
El médico observó que Gordón y su actividad no podía reunir tanta ostentación y se alejó rápidamente de su persona. En cambio habría otras personas que aprovecharon el dinero que algunos ofrecia Gordón y compartieron negocios lucrativos.

Para los que realizaron la investigación sobre la vida en Colón de Anibal Gordón existieron numerosos contactos. Podemos tener cierta certeza sobre un subcomisario que prestó servicio en la Comisaria local y que participó en operativo donde falleció acribillado Cambiazo en San Nicolás que tuvo una incipiente amistad con el represor. Este subcomisario muy aficionado al fútbol murió hace pocos años de cáncer.
También no pasa desapercibido las reuniones nocturnas que se realizaban en la casa de 54 entre 18 y 19 y donde siempre merodeaban gran cantidad de personas. La contrapartida era cuando llegaba la luz del día. La inactividad era notoria y parecia que nadie hubiese vivido en esa propiedad.

La conclusión más importante es que los grupos de represión que explotaron a partir de l975, comenzaron a formarse a principios de los setenta o tal vez antes.
En el mismo sentido llama la atención como trataban de financiarse a través de algunas pantallas licitas y otras que no lo eran tanto. Esa movilidad cuando tuvieron todo el poder se llevaba a cabo mediante el rapto extorsivo.
La ciudad de Colón en esos años era casi desconocida y el pasaje necesario para varias provincias (Santa Fe, Córdoba). La intención de poner una base logísitica seguramente estaba relacionada a la lucha de poder que comenzaba en nuestro país y que costó tantas vidas.
Nuestra ciudad estaba ubicada en una ruta alternativa a Córdoba y eso no pasaba desapercibido para los ideologos del plan.



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