23/06/2000
Caso Buisart
Miriam Buisart recibió el fallo en los tribunales de Rosario. El dicatamen es definitivo. Luego dijo a Colón Doce "me destrozaron la vida".
Colón Doce pudo conversar largamente con Miriam Buisart luego del fallo definitivo. "Nadie me pagará lo que he sufrido"dijo la colonense. Es una historia siniestra. Estuvo dos años presa, perdió el trabajo y su situación económica empeoró. Cuando comenzó la causa tenía 37 años. En el presente siente que no es la misma persona. Trata de justificar, pero no puede. Las lagrimas cubren sus ojos, pero no llora y casi susurrando dice "me hicieron pelota la vida, no existe dinero en el mundo que me pague lo que he sufrido". Repasa cada una de los indicios que la policía no investigó y argumenta " no tengo explicación para lo que me hicieron".
El cronista le dice que tendrá que olvidar "me resulta imposible olvidar. Soy inocente y aunque el fallo me absolvió espero que algún día encuentren al culpable" . Luego confia "cuando me dieron la noticia sentí alegría pero nada más. Estaba confiaba, pero con todos las cosas que me pasaron, en algún momento se me cruzo la duda". También dice "ahora espero que la justicia investigue, si hubo pruebas plantadas por parte de la policía y si hubo testigos que fueron apremiados". Repasamos juntos, cada una de las hipótesis de la investigación: drogas, un contrato del Epre no realizado por el padre de María Rosa Di Leo, celos de una mujer etc, etc. La policia solo siguió la "pista Buisart", ella vuelve a decir "es algo inexplicable".
En el mes de marzo, en una charla informal, nos contó el largo viaje a Rosario luego de su detención. Recreó el interrogatorio que realizaron los policias durante horas. El relato es terrorifico. Buisart simplifica el tema diciendo "estaba tranquila creia que al otro día me soltaban porque yo no había hecho nada". Pero finalmente pasó 711 días en la cárcel de mujeres.
El homicidio de María Rosa Di Leo, ocurrió el
7 de agosto de 1997. Por tres años la división homicidio solo investigó a Miriam Buisart. Algo racionalmente inexplicable. La Cámara Penal acaba de absolverla en un fallo
inapelable: no hay pruebas suficientes para establecer que es la culpable.
Como tampoco hay otras hipótesis ni más sospechosos, el caso podría cerrarse
definitivamente sin que el homicida haya sido identificado.
Entre las 1600 fojas del expediente quedaron "marcadas"varias hipótesis posibles de quien es la asesina. Es más, Colón Doce piensa que la verdad está alli encerrada y que el nombre de la verdadera asesina esta escrito en ese largo expediente. La causa no caducó y se debería comenzar una nueva investigación que seguramente daría resultados inesperados si existe decisión de "sacudir" verdades dolientes.
Los jueces Guillermo Fierro, Rubén Jukic y
Antonio Paoliccelli hablaron concretamente de una pista que jamás fue
investigada. Se trata de un dato aportado por una vecina del jardín Tardecitas
de Sol, de Eva Perón 5465, que pertenecía a Di Leo. La policía lisa y
llanamente la pasó por alto.
Esta testigo contó que los días previos al asesinato, una mujer le preguntó
dónde quedaba el Jardín de Infantes. Y marcó indicios todavía más que significativo: el 7 de
agosto volvió a verla, otra vez muy cerca del escenario del crimen. El dato jamaz fue tomado en cuenta aunque el comisario Inspector Romero y su gente realizó un identikit sobre los datos aportados por esta testigo. El camino más fácil para una "pronta"resolución era acusar a la colonense. Un flanco muy debil y sin muchas defensas.
Pero existe un dato preciso, la mujer que vio a la sospechosa la describe en un vehículo obscuro, estaba acompañada por un hombre y un menor de edad. El hombre estaba sentado al lado de ella y el pequeño o pequeña, ocupaba el asiento trasero. La mujer describe con exactitud a la dama en cuestión. Señaló que tenía cabellos rubios con raices negras y dice "estaba teñida".
También describe que tenía una caja de cigarrillos Malboro de 10.
Un dato a destacar, es que los policias que detuvieron a Buisart, y la trasladaban a Rosario le ofrecían cigarrillos continuamente y le decían "toma, son Malboro". Pero lo que no debe pasar desapercibido, es que la colonense no fumo nunca .
Para los jueces se trata de una pista al menos "inquietante", que ahora ya
no podrá profundizarse y tal vez hubiera servido para identificar al
homicida. Nosotros, decimos estamos a tiempo. Búsquen una relación cercana con los principales actores de esta causa y determinen quien pudo tener un auto negro el día fatídico.
Basta recordar que los dos parrilleros que trabajaban frente al Jardín de Infantes Tardecitas de Sol, en un reconocimiento judicial y por separado, dijeron que el auto estacionado frente al lugar del homicidio el 7 de agosto de l997, aproximadamente a las 13,30, era de color negro. La pregunta del millón para que no quede impune es ¿quien podría tener un auto de esas caracterísaticas?. Agregando ¿el día del crimen hubo algún allegado a Di Leo que pudiera tener su posesión?.
La absolución salió el miércoles. Como la primera vez, también en esta ocasión Buisart resultó
beneficiada por la duda. Esto quiere decir que no hay pruebas suficientes para
condenarla y por lo tanto corresponde absolverla: todas las personas son
inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
La diferencia es que este es un
fallo definitivo: a Buisart nunca más podrán juzgarla por el mismo caso.
La brigada la tomó como sospechosa, luego de recibir el juez Carbone un anónimo escrito que la inculpaba y el comisario Romero varias llamadas de una mujer a la casa de María Rosa Di Leo, diciendo que Buisart era la asesina.
En ese momento la policia estaba desconcertada y Buisart fue la tabla de salvación para resolver el caso. Luego Carlos Carbone la procesó por
homicidio calificado por alevosía.
Y dos años más tarde el juez de Sentencia
Luis Giraudo la absolvió por el beneficio de la duda. Esto le permitió salir
en libertad bajo fianza.
Sin embargo, el fiscal José María Peña apeló el fallo
y además pidió que le permitieran presentar nuevas pruebas para demostrar la
supuesta culpabilidad de Buisart. La Cámara le hizo lugar pero terminó
confirmando el
fallo de Giraudo.
La denuncia períodistica de Buisart en la larga entrevista concedida en marzo a Colón Doce y La Capital fue concreta "Un policia al cual no se el nombre pero le decían "Pirincho" me dijo " vas a salir sos inocente, aca había que agarrar a alguien por un problema de ascensos policiales". Una grave denuncia que debe investigarse.
En otro sentido, el nudo gordiano para investigar a los policias -como ahora quiere la Cámara de Apelaciones- es la testigo Marta Canelo. La mujer dijo en su declaración policial que el 7 de agosto se retiro del chalet a las 11.30. Luego ante el juez Carlos Carbone se rectificó y dijo que su primer declaración la hizo bajo presión y que en verdad se retiro a las 13 y agregó que al retirarse Buisart se encontraba en el chalet de la calle 20.
La historia hubiese cambiado, la colonense no tenía tiempo ni forma para que la inculparan del homicidio de María Rosa Di Leo. El juez procesó a Canelo por falso testimonio. La causa esta abierta y se podría ampliar en las proximas semanas.
Lo grave es que existen sospechas que la policia santafesina realizó escuchas telefónicas ilegales. El permiso para realizar las escuchas lo determina el SIDE (por ley).
Ese "pase" para realizarlas (según consta en la causa) llegó el 19 de noviembre. Se pudo implentar (supongamos rápidamente) el 20 de noviembre. Miriam Buisart fue detenida el 24 de noviembre y hacia días que alguien le habría avisado que los telefonos estaban interceptados.
Sin embargo, podrían existir testigos que declararon en la causa, al cual la policia los habría amenazado con dar a conocer las conversaciones contenidas en los casettes a determinadas personas.
Estas conversaciones telefónicas se habrían realizado antes del 19 de noviembre. El resultado es simple. Las escuchas realizadas serían ilegales. Los casetes pueden existir, pero jamas han aparecido ni fueron aportados a la causa de 1600 fojas.
El enigma puede ser resuelto. Solo basta determinar mediante nuevas declaraciones quien es la mujer que estuvo el 7 de agosto de l997, merodeando el Jardín de Infantes "Tardecitas de Sol" y cuya descripción, vehículo que utilizó y otros aportes importantes están en la causa. La trama es siniestra, enfermiza, y puede comenzar a develarse. Solo falta que algunos testigos se animen a decir "sus secretos".
|
|
|