19/11/99
Un expedicionario de la balsa "Atlantis" contó en el Rotary local su nueva experiencia
Jorge Iriberri, uno de los componentes de la expedición Atlantis, disertó en el Rotary de Colón y relató la travesía en kayac por el mar de las Antillas. El desafío los llevó a recorrer 1600 kilómetros, uniendo 23 islas pertenecientes a 12 países.
Relatar lo vivido por Jorge Iriberri ,50 años de edad, casado, dos hijos, abogado de profesión y oriundo de Necochea es una tarea casi imposible. Este hombre diminuto logró con sus compañeros grandes proezas. Solo basta recordar que recorrió en un bote de goma 1400 kilómetros sobre el río Colorado. En Mendoza conquistó la base del mítico Aconcagua. Cruzó el Atlántico con una balsa, sin timón y solamente empujado por los vientos Alizios. El Kilimanjaro no pudo doblegarlo y logró escalarlo y en la última expedición unió en un endeble kayac, Venezuela y Puerto Rico, recorriendo el anillo de islas situados en esa región.
El lunes, los integrantes del Rotary local, invitaron al deportista a disertar sobre estas experiencias. El "Vasco" Iriberri, humilde, pero poseedor de una férrea voluntad, describió como la mayor virtud en estas "aventuras" el trabajo en equipo y la preparación física de los componentes. Con firmeza señala que "El deporte es amateur o no es deporte" y "Lo importante es lo que somos en nuestro interior".
El Cruce
Luego de una larga planificación el equipo comenzó la difícil aventura de unir las 23 islas que están entre Venezuela y Puerto Rico. Los expedicionarios en número de tres, iniciaron el crucero remando en los kayacs individuales de 5 metros de largo, 60 cm de ancho y 30 cm de profundidad, donde a bordo llevaban todos los elementos para supervivir.
La aventura se inició en el mismo lugar donde tocó tierra por primera vez Cristóbal Colón el 12 octubre de 1492. El primer obstáculo a salvar por las minúsculas embarcaciones fue la unión entre el océano Atlántico y el mar Caribe, zona que presenta olas de más de 5 metros de altura y que en esa región se conoce como "Boca de Dragón" . El esfuerzo de los intrépidos hombres logró el pasaje a la primer isla. Luego y con jornadas que le imponían remar 15 horas promedio, lograron recorrer el camino marítimo entre Trinidad, Tobago y Granada. La travesía se llevó a cabo en 62 días.
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